Lavagnini, Aldo – Manual del Aprendiz Masón

  • LA MASONERA REVELADAMANUALDEL APRENDIZESTUDIO INTERPRETATIVO SOBRE EL VALOR INICIATICO DE LOS SMBOLOSY ALEGORIAS DEL PRIMER GRADO MASNICO Y MISTICA DOCTRINA QUE ENELLOS SE ENCIERRAPORMAGISTER
  • PREFACIO A LA TERCERA EDICIN Al presentar esta tercera edicin,especialmente destinada a los masones latinoamericanos, de nuestroprimer Manual, creemos nuestro deber agradecer de todo corazn atodos los QQ.. HH.. que han tenido conocimiento de la primera, porla verdaderamente bondadosa y cordial acogida que en todos lospases de habla espaola ha sido dispensada. Esto se debe sin duda,fundamentalmente, al hecho de que el impulso espiritual por el cualmuchos han sido atrados entre las columnas de la Augusta Institucincuyo objeto es labrar el progreso de la Humanidad sobre la trplicebase de la educacin moral, del progreso espiritual y del mejordiscernimiento y cumplimiento de nuestros deberes- despierta en suinterior el deseo, primeramente latente, de penetrar el significadoprofundo de los smbolos y de la Sociedad, as como de lasposibilidades que se nos revelan en su comprensin. Esta obra, y lasque sobre el mismo tema se han escrito y se escribirn, simplementeresponden, en el mecanismo universal de la Ley de Causalidad, aldeseo de conocer, que constituye el presupuesto indispensable detodo aprendizaje, y el nico que puede darnos la llave para penetraren el Santuario luminoso de la Eterna Verdad. Nada podemos conocersin antes haber obtenido el deseo de saberlo, y ninguna verdadpodemos aceptar, que no venga de afuera, si esa verdad nocorresponde a un deseo interior, en el cual ya se encuentra en unestado de oscura intuicin. El libro se dirige, pues, nicamente alos que desean conocer la razn y la profunda base espiritual denuestra Orden; los que no se conforman con ver en ella solamenteuna sociedad cordial de los hombres honrados que se asistenmutuamente y se ocupan de beneficencia, sino que quieren encontraren ella los medios y las directivas para hacerse verdaderos obrerosdel progreso humano. Y sabemos que su nmero crece silenciosa ycontinuamente, y que no dejan de hacerse, por medio de lacoherencia a sus ideales y convicciones, la mstica levadura quedeber levantar la Institucin a la altura de sus mayoresposibilidades. En toda la masonera latinoamericana puede verseactualmente este estado de inquietud, que es en s una profecaevidente del Nuevo Espritu que en la misma debe encararse aquelEspritu que debe hacerla en el Nuevo Mundo uno entre los mayoresfactores que deben cooperar al establecimiento de la Nueva EraHumana: de una civilizacin basada sobre los valores humanos,morales e ideales, ms bien que sobre los valores materiales. Unasociedad que tenga como principal objeto el progreso, la felicidady el bienestar de todos los hombres, reconociendo que el verdaderobien de cada uno se halla ntimamente unido al mayor bien de todoslos dems. A todos los obreros de la Paz, de la Armona y de laSolidaridad, en cualquier campo que trabajen, vaya con este libroel Mensaje de un comn anhelo que har efectiva, en un maana no muylejano, la paz, la armona, la solidaridad, el bienestar y laprosperidad sobre toda la superficie de la tierra. Escribimos estaspalabras mientras perdura todava el recuerdo de la guerrafratricida que ensangrent los campos y las ciudades de Espaa,mientras sigue an la lucha en el Lejano Oriente, mientras en Europano se disipan todava oscuras amenazas y hondos temores. Pero, detrsde estas sombras y de estos nubarrones vemos desde ahora elprincipio claro y luminoso de una nueva esplndida Aurora, en lacual deben encararse y resplandecer todos los anhelos, ideales yaspiraciones de progreso que se han madurado y se van madurando enestos perodos ms oscuros. Ideales, directivas y orientacionesclaras y seguras: he aqu la vital necesidad del momento actual.nicamente en ellas puede basarse una disciplina clara e iluminada,coherente y homognea que
  • ha de constituir la gran fuerza del Centro exponente de todoslos hombres que piensan y saben- que debe dominar, equilibrar ypaulatinamente absorber todas las tendencias extremistas,igualmente indeseables. De esta fuerza deben hacerse ncleo, si nola Masonera como institucin, los masones individualmente, quecomprenden los deberes y privilegios inherentes en el estudio y enla prctica del Arte. El estudio de la Verdad y la prctica de laVirtud, que es esencialmente coherencia a la primera enpensamientos, palabras y obras: he aqu los instrumentos poderososde que dispone todo masn consciente de su cualidad el Comps y laEscuadra simblicos que debe entrelazar en su actividad, y con losque hace efectivo tambin su progreso individual. Nuestra obraimpersonal, como la misma Verdad que nos habla a cada uno en elmstico recogimiento de nuestro propio Cuarto de Reflexin, se dirigepor esta razn ms ntima y directamente a todo masn, para encaminar yguiar sus pasos en el Santuario de la Comprensin, en donde, sinembargo, slo puede entrar por sus propios esfuerzos. Por esta razndeseamos que el lector haga completa abstraccin de la personalidadde quien la ha escrito, y que simplemente la considere una VozAmiga, o bien, como la Voz de la Verdad que habla en su propiofuero interior.11 La impersonalidad de esta obra y la naturaleza ntima y secretade su Fuente principal, no nos dispensan de dar el debido crdito atodos los que nos han precedido en la interpretacin del simbolismomasnico, y cuya obra ha inspirado nuestra labor, que, sin serenteramente original, no deja de serlo en su mayor parte. Entre losque ms se han adelantado a esta interpretacin y cuya gua einspiracin nos han sido ms preciosas, creemos deber citarespecialmente a Oswald Wirth, con sus Manuales para los tresgrados, su hermosa revista Le Symbolisme y dems obras esotricas,ilustradas por dibujos originales, algunos de los cuales hemosaprovechado en este libro y en los siguientes.
  • PREFACIO A LA CUARTA EDICION En su cuarta edicin esta obrita hasido nuevamente revisada, ligeramente aumentada, corregida ymodificada en muchas partes; la construccin simblica de nuestroTemplo Ideal no puede darse nunca como concluida, as como nuncapodemos dar por terminada la modesta labor sobre nuestras piedrasindividuales, para acercarlas a la perfeccin innata de nuestro SerEspiritual. En las trgicas horas que actualmente vivimos, en lagrave crisis que el mundo est atravesando, ms necesario que nuncaes el Mensaje que nuestra Orden lleva a todos los hombres de buenavoluntad que han tocado a las puertas de sus Templos y han pasadopor las pruebas simblicas, para buscar la Verdadera Luz: unaorientacin clara y segura en medio de las tinieblas, de laoscuridad y de la incertidumbre que vivimos. Esta Orientacin, esteMensaje Eterno que la Masonera lleva al mundo, hoy como ayer, es elMensaje de una Obra Constructiva, animada por el ms alto ideal quepuede inspirarnos, en armona con los Planes del G.. A.., y por lotanto dirigida al Bien de todos nuestros semejantes. Los masonesson constructores, y nunca pueden dejar de ser tales mientras seanmasones. Por lo tanto, sigue siendo su deber hacer ObraConstructiva, o la obra ms constructiva que puedan realizar, ancuando en torno de ellos parezcan triunfar y dominar momentneamentelas tendencias y las fuerzas destructivas. Como constructoresdebemos seguir afirmando y sosteniendo los Principios Ideales yValores Morales, ya que nicamente sobre ellos puede establecerse enel mundo el Reinado de la Luz, de la Paz y de la Felicidad. ElImperio del Mundo pertenece a la Luz. La Fuerza debe ser dominada,guiada y dirigida por la Sabidura para producir resultadosarmnicos, satisfactorios y duraderos. Todos los hombres de todaslas razas son nuestros hermanos. Todos los pueblos son elegidos,cada uno para su particular misin y funcin dentro de la humanidad,y la relacin que debe haber entre todas las naciones ha de ser laFraternidad. Sigamos, pues, construyendo fielmente el Templo denuestros Ideales, buscando nuestra inspiracin en los Planes del G..A.., pues en l est la Fuerza y l los establecer. Esos Planes sonEternos y Perfectos como la creacin y el universo que manan deellos y constantemente les obedecen. Nuestros ms altos idealesnacen de esos Planes y los revelan a nuestra inteligencia. Mientrasbusquemos esa inspiracin y le seamos fieles, nuestros esfuerzos ynuestra obra, por modestos o grandes que sean, no sern nunca vanos.Sea la Masonera para nosotros no solamente un hermoso conjuntosimblico, y un medio para establecer nuevas amistades y relaciones,sino algo ms ntimo y vital, que se aplique a la solucin de losdiarios problemas de la existencia, nos ensee la Ciencia y el ArteReal de la Vida, nos abra y nos indique el Camino de la Verdad.Segn los masones, individualmente descubrimos y hacemos efectivoslos valores eternos de nuestra Orden, as podr sta subsistir, atravs de los peligros que actualmente amenazan su existencia,cumpliendo con la funcin social orientadora que le pertenece.Seamos verdaderos masones, en la medida de nuestro discernimiento ycapacidad, esforzndonos por progresar en un grado siempre mselevado de comprensin; hagamos, tanto dentro de nuestras LL.. comoen nuestras tareas diarias, una verdadera labor masnica, y laMasonera vivir, como todo lo que es til y tiene una funcinnecesaria en la vida del mundo, superando victoriosamente laspruebas entendidas para demostrar su verdadera cualidad.
  • EL APRENDIZ Cualquiera que haya sido vuestro propsito y elanhelo de vuestro corazn al ingresar en la Augusta Institucin queos ha acogido fraternalmente como uno de sus miembros, es ciertoque no habis entendido, en el principio, toda la importanciaespiritual de este paso y las posibilidades de progreso que con elmismo se os han abierto. La Masonera es, pues, una InstitucinHermtica en el triple profundo sentido de esta palabra: el secretomasnico es de tal naturaleza, que no puede nunca ser violado otraicionado, por ser mstica e individualmente realizado por aquelmasn que lo busca para usarlo constructivamente, con sinceridad yfervor, absoluta lealtad, firmeza y perseverancia en el estudio yen la prctica del Arte. La Masonera no se revela efectivamente sinoa sus adeptos, a quienes se dan enteramente a ella, sin reservasmentales, para hacerse verdaderos masones, es decir, ObrerosIluminados de la Inteligencia Constructora del Universo, que debemanifestarse en su mente como verdadera luz que alumbra, desde unpunto de vista superior, todos sus pensamientos, palabras yacciones. Esto se consigue por medio de las pruebas que constituyenlos medios con los cuales se hace manifiesto el potencialespiritual que duerme en estado latente en la vida rutinaria, laspruebas simblicas iniciales y las pruebas posteriores deldesaliento y de la decepcin. Quien se deja vencer por stas, as comoaquel que ingresa en la Asociacin con un espritu superficial, noconocer nada de lo que la Orden encierra bajo su forma y suministerio exterior, no conocer su propsito real y la oculta FuerzaEspiritual que interiormente la anima. Su tesoro se halla escondidoprofundamente en la tierra: slo excavando, o sea buscndolo pordebajo de la apariencia, podemos encontrarlo. Quien pasa por laInstitucin como si fuera una sociedad cualquiera o un club profano,no puede conocerla; slo permaneciendo en ella largamente, con feinalterada, esforzndonos en hacernos verdaderos masones, yreconociendo el privilegio inherente a esta cualidad, se nosrevelar su oculto tesoro. Desde este punto de vista, y cualquieraque sea el grado exterior que podamos conseguir, o que ya se noshaya conferido para compensar en alguna forma nuestros anhelos ydeseos de progreso, difcilmente nos ser dado superar realmente elgrado de aprendiz. En la finalidad inicitica de la Orden, somos ycontinuaremos siendo aprendices por un tiempo mucho mayor que lossimblicos tres aos de la edad. Ojal furamos todos buenos aprendicesy lo furamos en toda nuestra existencia! Si todos los masones nosesforzramos primero en aprender cuntos males que se han lamentado yse lamentan no tendran razn de existir! Este pequeo Manual quiereser una Sinttica Gua para los aprendices de todas las edadesmasnicas, presentando en sus pginas, en forma clara y sencilla, lasexplicaciones que nos parecen necesarias para entender y realizarindividualmente el significado de este grado fundamental, en elcual se halla todo el programa inicitico, moral y operativo de laMasonera. Ser un buen Aprendiz, un Aprendiz activo e inteligenteque pone todos sus esfuerzos en progresar iluminadamente sobre elsendero de la Verdad y de la Virtud, realizando y poniendo enprctica (hacindola carne de su carne, sangre de su sangre y vida desu vida) la Doctrina Inicitica que se halla escondida y se revelaen el simbolismo de este grado, es sin duda mucho mejor queostentar el ms elevado grado masnico, permaneciendo en la ms odiosay deletrea ignorancia de los principios y fines sublimes de nuestraOrden.
  • No se tenga, por consiguiente, demasiada prisa en la ascensin agrados superiores: el grado que se nos ha otorgado, y exteriormentese nos reconoce, es siempre superior al grado efectivo que hemosalcanzado y realizado interiormente, y difcilmente podr tacharse deexcesiva la permanencia en este primero, por grandes que seannuestros deseos de progreso y los esfuerzos que hagamos en esesentido. Comprender efectivamente el significado de los smbolos yceremonias que constituyen la frmula inicitica de este grado, ypracticarlo en la vida de todos los das, es mucho mejor que salirprematuramente de l, o desdearlo sin haberlo comprendido. Lacondicin y estado de aprendiz precisamente se refiere a nuestracapacidad de aprender: somos aprendices, en cuanto nos hacemosreceptivos, nos abrimos interiormente y ponemos todo el esfuerzonecesario para aprovecharnos constructivamente de todas lasexperiencias de la vida y de las enseanzas que en cualquier formarecibamos. Nuestra mente abierta, y la intensidad del deseo deprogresar, determinan esta capacidad. Estas cualidades caracterizanal Aprendiz y lo distinguen del profano, ya sea dentro o fuera dela Orden. En el profano (segn se entiende masnicamente estapalabra) prevalecen la inercia yl a pasividad, y, si existe undeseo de progreso, una aspiracin superior, se hallan comosepultados o sofocados por la materialidad de la vida, queconvierte a los hombres en esclavos supinos de sus vicios, de susnecesidades y de sus pasiones. Lo que hace patente el estado deaprendiz es precisamente el despertar del potencial latente que sehalla en cada ser y produce en l un vehemente deseo de progresar;caminar hacia delante, superando todos los obstculos y laslimitaciones, y sacando provecho de todas las experiencias yenseanzas que encuentra a su paso. Este estado de conciencia es laprimera condicin para que uno pueda hacerse masn en el sentidoverdadero de la palabra. Toda la vida es para el ser activo,inteligente y diligente, un aprendizaje incesante; todo lo queencontramos en nuestro camino puede y debe ser un provechosomaterial de construccin para el edificio simblico de nuestroprogreso, el Templo que as levantamos, cada hora, cada da y cadainstante a la G.. D.. G.. A.., es decir del Principio Constructivoy Evolutivo en nosotros. Todo es bueno en el fondo, todo puede ydebe ser utilizado constructivamente para el Bien, a pesar de quepueda presentarse bajo la forma de una experiencia desagradable, deuna contrariedad imprevista, de una dificultad, de un obstculo, deuna desgracia o de una enemistad. He aqu el programa que debeesforzarse en realizar el Aprendiz en la vida diaria; solamentemediante este trabajo inteligente, diligente y perseverante puedeconvertirse en un verdadero obrero de la Inteligencia Constructora,y compaero de todos los que estn animados por este mismo programa,por esta misma finalidad interior. El esfuerzo individual escondicin necesaria para este progreso. El aprendiz no debecontentarse con recibir pasivamente las ideas, conceptos y teorasque le vienen del exterior, y simplemente asimilarlos, sinotrabajar con estos materiales, y as aprender a pensar por s mismo,pues lo que caracteriza a nuestra Institucin es la ms perfectacomprensin y realizacin armnica de los dos principios de Libertad yAutoridad, que se hallan a menudo en tan abierta oposicin en elmundo profano. Cada cual debe aprender o progresar por medio de supropia experiencia y con sus propios esfuerzos, aunque aprovechandosegn su discernimiento la experiencia de quienes le han precedidoen el mismo camino. La Autoridad de los Maestros es, simplemente,Gua, Luz y Sostn para el Aprendiz, mientras no aprenda a caminarpor s mismo, pero su progreso ser siempre proporcionado a suspropios esfuerzos. As es que esta Autoridad la nica que se reconoceen Masonera- no ser nunca el resultado de una imposicin o coercin,sino el implcito reconocimiento interior de una
  • superioridad espiritual o, mejor dicho, de un mayor adelanto enel mismo sendero que todos indistintamente recorremos: aquellaAutoridad natural que conseguimos conociendo la Verdad ypracticando la Virtud. El aprendiz que realice esta sublimeFinalidad de la Orden reconocer que en sus posibilidades hay muchoms de lo que se haba percatado cuando pidi primero su afiliacin yfue recibido como hermano. El impulso que le movi desde entoncesfue sin duda, en su raz, ms profundo que las razones conscientesdeterminantes: en aquel momento, actuaba en l una Voluntad ms altaque la de su personalidad ordinaria, su propia voluntad individual,que es la Voluntad de lo Divino en nosotros. Sea, pues, conscientede esta Razn Oculta y profunda que motiv su afiliacin a una OrdenAugusta y Sagrada por sus orgenes, por su naturaleza y por susfinalidades. A todos nos es dado el privilegio y la oportunidad decooperar al renacimiento inicitico de la Masonera, para el cualestn maduros los tiempos y los hombres: hagmoslo con aquelentusiasmo y fervor que, habiendo superado las tres simblicaspruebas, no se deja vencer por las corrientes contrarias del mundoprofano, ni arrastrar por el mpetu de las pasiones, ni desanimarpor la frialdad exterior, y que, llegando a tal estado de firmeza,madurar y dar ptimos frutos. Pero, antes que todo, aprendamos.Aprendamos lo que es la Orden en su esencia, cules fueron susverdaderos orgenes; el significado de la Iniciacin Simblica con laque hemos sido recibidos; la Filosofa Inicitica de la cual se nosdan los elementos, con el estudio de los primeros Principios y delos smbolos que los representan; la triple naturaleza y valor deTemplo alegrico de nuestros trabajos y la cualidad de stos; lapalabra que se nos da para el uso y que constituye el MinisterioSupremo y Central. Recibiremos as el salario merecido comoresultado de nuestros esfuerzos y nos haremos obreros aptos yperfectamente capacitados para el trabajo que se nos demanda.
  • PARTE PRIMERALOS ORIGENES DE LA INSTITUCINCONSIDERACIONES PRELIMINARES De las tres preguntas: De dndevenimos? Quines somos? y Adnde vamos?, en las que puedesubdividirse y expresarse el Gran Misterio de la experiencia, ascomo el principio de todo conocimiento verdadero y de todasabidura, la primera es la que especialmente le compete alAprendiz. Referida a nuestra Institucin, esta pregunta nos planteaen primer trmino, para tratar de conocer su esencia, el problema ensus orgenes o sean aquellas instituciones, sociedades, costumbres ytradiciones en las que la Masonera tiene su raz, su principioespiritual, aunque sin derivar directamente de ellas. Desde estepunto de vista es cierto, segn lo dicen los catecismos, que susorgenes se pierden en la noche de los tiempos, o sea en aquellasantiqusimas civilizaciones prehistricas de las que se han perdidolos vestigios y la memoria, y que se remontan probablemente acentenares de millares de aos antes de la era actual.1 Los primerosrituales, basados en las tradiciones bblicas (por descansar enellas principalmente la fe de sus redactores), nos dicen que Adnfue iniciado al Or.. del Edn, por el Gr.. A.. en todos los ritos dela Masonera, significando esto, evidentemente, que los orgenes dela Masonera deben hacerse remontar hasta la primera sociedadhumana, de la que Adn es un smbolo, correspondiendo con la EraSaturnina o Edad de Oro de la tradicin grecorromana, y el SatyaYuga de los hindes. Es cierto, pues, que nacieron, ya en la aurora(que todas las tradiciones concuerdan en considerar luminosa) de lacivilizacin, ese ntimo deseo de progreso, esa profunda aspiracinhacia la Verdad y la Virtud, ese deseo de obrar recta y sabiamente,de los que la masonera constituye, para sus adeptos, la encarnacin.Pero si el espritu masnico debi existir desde las primitivas pocasconocidas y desconocidas- de la historia, y no fue extrao al primerhombre (si tal existi), manifestacin natural de su deseo deprogreso, de sus esfuerzos constructivos para alcanzarlo, y si debide expresarse naturalmente en una forma adaptada y conveniente enlas primeras comunidades ntimas y por ende secretas- de hombres quese apartaban de los dems por su deseo de saber y penetrar elMisterio Profundo de las cosas, es cierto que no siempre semanifest exactamente en la forma en que hoy se conoce, se ejerce ypractica. Sin embargo, los principios inmutables sobre los cualesha sido establecida, y que constituyen su espritu y sucaracterstica fundamental, no pueden haber sufrido variacionessubstanciales, y establecidos en pocas de antigedad incalculable,han debido de permanecer los mismos a travs de todas susmetamorfosis o encarnaciones exteriores. Tambin debe remontarse(por su carcter y su transmisin ininterrumpida) a la ms remotaantigedad, los signos, smbolos y toques, la ntima esencia de lasalegoras y el significado de las palabras que corresponden a losdiferentes grados; aunque las alteraciones de las leyendas en suforma exterior- puedan haber sido notables, sin embargo, por elmedio elegido y reducido en el cual fueron transmitidas, por elaparato exterior, las pruebas y la fidelidad que se les pedan alos1 Hablando en lenguaje geolgico, al principio de la eracuaternaria o bien el mismo perodo terciario.
  • iniciados, siempre ha debido de reducirse a lo mnimo, y por serms bien intencionales (es decir, causadas por necesariasadaptaciones) que causales. Adems, girando dichas alegorasalrededor de un mismo tema o Idea Madre fundamental, estasalteraciones han debido de ser ms bien cclicas, gravitandoalrededor de un mismo punto y repasando, por consecuencia, ms deuna vez por una misma forma o por formas anlogas. A pesar delsecreto que debi de caracterizar constantemente la actividad de laOrden, en las diferentes formas asumidas exteriormente, doquierapodemos encontrar algunos vestigios que confirman esta asercin: enlos Templos sagrados de todos los tiempos y de todas lasreligiones, entre las estatuas, grabados, bajos relieves ypinturas; en los escritos que nos han sido transmitidos, enrepresentaciones simblicas de origen muy diferente, en las mismasletras del alfabeto, podemos encontrar varias trazas de unaintencin indudablemente inicitica o masnica (siendo los dostrminos, hasta cierto punto, equivalentes); y alguna vez noaparecen en estas representaciones los mismos signos dereconocimiento. Igualmente en la mitologa, y en las leyendas ytradiciones que constituyen el folklore literario y popular, haymuchas trazas de los misterios iniciticos, de aquella PalabraPerdida a la cual se refiere nuestra Institucin, con su enseanzaesotrica revelada en una forma simblica. El aspecto esotrico de lareligin conocida exotricamente- debe de haber conservado en todoslos tiempos esta doble caracterstica, cualquiera que haya sido laforma exterior particular en que se ha manifestado en losdiferentes pueblos y en pocas diversas de la historia.LA DOCTRINA INTERIORTodos los pueblos antiguos conocieron, adems del aspectoexterior o formal de la religin y de las prcticas sagradas, unaenseanza paralela interior o esotrica que se daba nicamente a losque se reputaban moral y espiritualmente dignos y maduros pararecibirla. El aspecto esotrico de la religin conocida exotricamentepor los profanos- lo suministraban especialmente los llamadosMisterios (palabra dericada de mysto, trmino que se aplicaba a losnefitos, y que significa etimolgicamente mudo o secreto,refirindose evidentemente a la obligacin de secreto, sellada porjuramento, que se le peda a todo iniciado), de los cuales laMasonera puede considerarse como heredera y continuadora, por mediode las corporaciones de constructores y otras agrupaciones msticasque nos transmitieron su Doctrina. Esta Doctrina Interior esotricay oculta- es esencialmente inicitica, por cuanto se alcanzarnicamente por medio de la iniciacin, es decir ingresando a unparticular estado de conciencia (o punto de vista interior), puesslo mediante l puede ser entendida, reconocida y realizada. LaDoctrina Interior ha sido siempre y sigue siendo la misma paratodos los pueblos y en todos los tiempos. En otras palabras,mientras para los profanos (los que se quedan delante o fuera delTemplo, es decir sujetos a la apariencia puramente exterior de lascosas) ha habido y hay diferentes religiones y enseanzas, enaparente contraste las unas con las otras, para los iniciados no hahabido ni hay ms que una sola y nica Doctrina, Religin y Enseanza:la Doctrina Madre Eclctica o Religin Universal de la Verdad, que esCiencia y Filosofa, al mismo tiempo que Religin. De esta enseanzainicitica, esotrica y universal, comn a todos los pueblos, lasrazas y los tiempos, las diferentes religiones y las distintasescuelas han constituido y constituyen un aspecto exterior ms omenos imperfecto e incompleto. Y las luchas religiosas siempre hancaracterizado
  • aquellos perodos en los cuales por la inmensa mayora de susdirigentes, fue perdida de vista aquella esencia interior queconstituye el Espritu de la religin, comprendindose nicamente elaspecto profano o exterior. Pues el fanatismo siempre ha sidoacompaante de la ignorancia.LOS MISTERIOS Hubo misterios instituidos en todos los pueblosconocidos por la historia en la era precristiana: en Egipto como enla India, en Persia, Caldea, Siria, Grecia y en todas las nacionesmediterrneas, entre los druidas, los godos, los escitas y lospueblos escandinavos, en la China y entre los pueblos indgenas deAmrica. Pueden observarse trazas de ellos en las curiosasceremonias y costumbres de las tribus de frica y Australia, y entodos los pueblos llamados primitivos, a los que tal vez, msjustamente, deberamos considerar como suprstites degenerados derazas y civilizaciones ms antiguas. Tuvieron fama especialmente losMisterios de Isis y de Osiris en Egipto; los de Orfeo y Dionisios ylos Eleusinos en Grecia, y los de Mitra, que, desde Persia, seextendieron, con las legiones romanas, por todos los pases delimperio. Menos conocidos y menos brillantes, especialmente en superodo de decadencia y degeneracin, fueron los de Creta y los deSamotracia, los de Venus en Chipre, los de Tammuz en Siria y muchosotros. Tambin la religin cristiana tuvo en el principio susMisterios, como surge de los indicios de naturaleza inequvoca queencontramos en los escritos de los primitivos Padres de la Iglesia,ensendose a los ms adelantados un aspecto ms profundo e interno dela religin, a semejanza de lo que haca el mismo Jess, que instruaal pueblo por medio de parbolas, alegoras y preceptos morales,reservando al pequeo crculo elegido de los discpulos los queescuchaban y ponan en prctica la Palabra- sus enseanzas esotricas.La esencia de los Misterios Cristianos se ha conservado en lasceremonias que constituyen actualmente los Sacramentos. Igualmentela religin musulmana, as como el Budismo y la antigua religinbrahmnica, tuvieron y tienen sus Misterios, que han conservado yconservan hasta hoy muchas prcticas sin duda anteriores alestablecimiento de dichas religiones, reminiscencia de aquellos quese celebraban entre los antiguos rabes, caldeos y arameos yfenicios, por lo que se refiere a la primera, y entre los pueblosdel Asia Central y Meridional, por los segundos. Aunque los nombresdifieran, y difieran ms o menos la forma simblica y losparticulares de la enseanza y de su aplicacin, ha sidocaracterstica fundamental y originaria de todos la transmisin deuna misma Doctrina Esotrica, en grados distintos y sucesivos, segnla madurez moral y espiritual de los candidatos, a los cuales sesometa a pruebas (muchas veces difciles y espantosas) parareconocerla, subordinndose la comunicacin de la enseanza simblica,y de los instrumentos claves para interpretarla, a la firmeza yfortaleza de nimo demostradas en superar estas pruebas. La propiaDoctrina nunca ha variado en s misma, aunque se haya revestido deformas diferentes (pero casi siempre anlogas o muy semejantes) einterpretada ms o menos perfecta o imperfectamente y de una manerams o menos profunda o superficial, por efecto de la degeneracin, ala que con el tiempo sucumbieron los instrumentos o medios humanosa los cuales se haba confiado. Esta unidad fundamental, as como laanaloga entre los medios, puede considerarse como prueba suficientede la unidad de origen de todos los Misterios de un mismo y nicoManantial, del cual han derivado igualmente, o fueron inspiradas,las diferentes instituciones y tradiciones religiosas, y laMasonera, en sus formas primitivas y recientes.
  • LA UNIDAD DE LA DOCTRINA Esta Coctrina Madre Eclctica que hasido perpetuamente la Fuente inagotable de las enseanzas mselevadas de todos los tiempos (faro de Luz inextinguible,conservado celosa y fielmente en el Misterio de la Comprensin y delAmor, que nunca dej de brillar, an en las pocas ms oscuras de lahistoria, para los que han tenido ojos para ver y odos para or) esla propia Doctrina Inicitica manifestada en los Misterios Egipcios,Orientales, Griegos, Romanos, Gnsticos y Cristianos, y es la mismaDoctrina Masnica que se revela por medio del estudio y lainterpretacin de los smbolos y ceremonias que caracterizan nuestraOrden. Es la Doctrina de la luz interior de los Misterios Egipciosque se despertaba en el candidato y se haca siempre ms firme yactiva en la medida en que l llegaba a osirificarse, o sea conocersu unidad e identidad con Osiris, el Primero y Unico Principio delUniverso. Y es la misma Doctrina de la Luz simblica que loscandidatos vienen a buscar en nuestros Templos, y que se realizaindividualmente en la medida en que uno se aparta de la influenciaprofana o exterior de los sentidos, y busca en secretoentendimiento en lo ntimo de su ser. Es la Doctrina de la VidaUniversal que se encierra en el simblico grano de trigo de Eleusis,que debe morir y ser sepultado en las entraas de la tierra, paraque pueda renacer como planta, a la luz del da, despus de abrirsecamino a travs de la oscuridad en que germina. Y es la mismadoctrina por la cual el candidato, habiendo pasado por una especiede muerte simblica en el cuarto de Reflexin, renace a una vidanueva como Masn y progresa por medio del esfuerzo personal dirigidopor las aspiraciones verticales que simboliza la plomada. Es laDoctrina de la redencin cristiana, que se consigue por medio de lafidelidad en la palabra, con la cual el Cristo o Verbo Divino(nuestra percepcin interior o reconocimiento espiritual de laverdad) nace o se manifiesta en nosotros, y nos conduce, segn laantigua expresin brahmnica, de la ilusin a la Realidad, de lastinieblas a la Luz, de la muerte a la Inmortalidad. Y es la mismadoctrina del Verbo o Logos sobre la cual colocamos nuestrosinstrumentos simblicos al abrirse la logia, es decir, al principiarla manifestacin del Logos. Es pues, siempre y doquiera, una mismaenseanza que se revela en infinitas formas, adaptndose a lainteligencia y capacidad comprensiva de los oyentes; una Doctrinasecreta o hermtica, revelada por medio de smbolos, palabras yalegoras que slo pueden entender y aplicar en su real sentido losodos de la comprensin; una doctrina vital que debe hacerse ennosotros carne, sangre y vida, para obrar el milagro de laregeneracin o nuevo nacimiento, que constituye el Tlos o fin de laIniciacin.LA JERARQUA OCULTA El reconocimiento de la identidad fundamentalde esta Doctrina en sus mltiples dispensaciones y manifestacionesexteriores, de la idntica finalidad de stas y de la identidad delos medios universalmente empleados para ensearla, en sus distintasadaptaciones, a las diferentes circunstancias de tiempo y lugar,como sello de su origen comn, nos hace patente la existencia de unaOculta Jerarqua, una Fraternidad de Sabios y Maestros, que ha sidoa travs de las edades su ntima, secreta y fiel depositaria,manifestndola exteriormente en formas anlogas o diferentes, segn lamadurez de los tiempos y de los hombres. Los orgenes de estaFraternidad Oculta de Maestros de Sabidura, llamada tambin GranLogia Blanca (y, en la Biblia, Orden de Melkizedek), puedentrazarse hasta las primeras civilizaciones
  • humanas, de las cuales estos Maestros, como Reyes-SacerdotesIniciados (segn lo indica el mismo nombre genrico Melkizedek),fueron Reveladores e Instructores, puede decirse, desde la aparicindel primer hombre sobre la tierra. Su existencia ha sido y puedeser reconocida por todos los discpulos adelantados, de los cualeslos Maestros se han servido y se sirven para su Obra en el mundo.Debemos a esta Jerarqua Oculta, formada por los genuinosIntrpretes, Depositarios y Dispensadores de la Doctrina Secreta, elprimitivo establecimiento de todos los Misterios y de todos loscultos, en sus formas ms antiguas, ms puras y originarias, as comode la Institucin Masnica, y de todo movimiento progresista ylibertador. Elevar y libertar a las conciencias, conducir a loshombres desde las tinieblas de la ignorancia y de la ilusin a laLuz de la Verdad, desde el vicio a la Virtud, desde la esclavitudde la materia a la libertad del espritu, ha sido siempre y esconstantemente la finalidad de estos Seres superiores, de estosverdaderos Maestros Incgnitos en sus actividades en el mundo. TodoMovimiento elevador y libertador debe considerarse, directa oindirectamente, inspirado por esta Jerarqua, formada por los que seelevaron y libertaron por s mismos, sobreponindose a todas lasdebilidades, limitaciones y cadenas (que atan a la mayora denosotros y nos hacen otros tantos esclavos de la fatalidad o de lanecesidad en apariencia, pero, en realidad, de nuestros mismoserrores e ilusiones), y realizando as el verdadero Magisterio. Porel contrario, todo movimiento (poltico, social u oculto) que tiendaa limitar, esclavizar, entorpecer y adormecer la conciencia de loshombres tiene una opuesta y diferente inspiracin, siendo obramanifiesta del Seor de la Ilusin, o sea el movimiento de reflujo delas olas espirituales. La libertad individual y el respeto pleno dela misma han sido siempre y son la caracterstica de la lnea derechade la Evolucin Ascendente, mientras esclavitud y coercin sealan elcamino izquierdo o descendente.LAS COMUNIDADES MSTICAS Al lado de las antiqusimas institucionesoficiales de los Misterios protegidas por los reyes y gobiernos conleyes y privilegios especiales, por su reconocida influenciabenfica y moralizadora, e instintivamente veneradas por lospueblos- existieron en todo Oriente, y especialmente en la India,Persia, Grecia y Egipto, muchas comunidades msticas que, mientraspor un lado pueden ser comparadas a los actuales conventos y rdenesmonsticas, por el otro algunas de sus caractersticas las relacionanntimamente con la moderna Masonera. Estas comunidades algunas delas cuales tuvieron, y otras no, carcter decididamente religioso-nacieron, evidentemente, de la necesidad espiritual de agruparsepara llevar, al abrigo de las condiciones contrarias del mundoexterior, una vida comn ms conforme con los ideales e ntimasaspiraciones de sus componentes. Las caractersticas de estascomunidades, que constituyen un trait dunion con nuestra Orden, serefieren igualmente a su doble finalidad operativa y especulativaen cuanto se dedicaban igualmente a trabajos y actividadesmateriales, as como a los estudios filosficos y a la contemplacin-,a la iniciacin como condicin necesaria para ser admitidos en ellas,y a los medios de reconocimiento (signos, palabras y toques) queusaban entre s y por medio de los cuales abran sus puertas alviajero iniciado que se haca reconocer como uno de ellos, y letrataban como hermano, cualquier que fuese su procedencia.
  • De estas msticas comunidades habla mucho Filstrato en su vida deApolonio de Tiana, basndose en los apuntes de Damis, discpulo (o,mejor dicho, compaero de viaje, pues por no ser Iniciado, casisiempre deba quedarse a la puerta de los Templos y Santuarios queno tenan misterios para su Maestro) del gran filsofo reformador delprimer siglo de nuestra Era, que viaj constantemente de una a otracomunidad, as como de Templo en Templo de distintas religiones, endonde siempre encontr hospitalidad y acogida fraternal,compartiendo con ellos el Pan de la Sabidura. Las ms conocidasfueron las de los Esenios entre los hebreos, de los Terapeutas delAlto Egipto, de los Gimnsofos en la India. Este ltimo trmino quesignifica literalmente sabios desnudos- parece muy bien aplicarse alos yoguis, en su triple sentido moral, material y espiritual, encuanto se despojaban de toda su riqueza o posesin material, reducansu traje a lo ms sencillo, y se desnudaban espiritualmente con laprctica de la meditacin, que, en sus aspectos ms profundos, es undespojo completo de la mente (la Creadora de la Ilusin) y de lasfacultades intelectuales, de las cuales est revestido nuestro Ego oAlma para su actuacin como ser mental.LAS ESCUELAS FILOSFICAS Tampoco hemos de olvidar, en estasinttica enumeracin de los orgenes de la Masonera, las grandesescuelas filosficas de la antigedad: la vedantina en la India, lapitagrica, la platnica y la eclctica o alejandrina en Occidente,las que, indistintamente, tuvieron su origen e inspiracin en losMisterios. De la primera diremos simplemente que su propsito fue lainterpretacin de los libros sagrados o Vedas (Vedanta significaetimolgicamente fin de los Vedas), antiguas escrituras brahmnicasinspiradas, obra de los Rishis, videntes o profetas, con propsitoclaramente esotrico, como lo muestra su caractersticaprimitivamente advaita (antidualista o unitaria), con elreconocimiento de un nico Principio o Realidad, operante en lasinfinitas manifestaciones de la Divinidad, consideradas stas comodiferentes aspectos de esta Realidad Unica. La escuela establecidapor Pitgoras, como comunidad filosfico-educativa, en Crotona, en laItalia meridional (llamada entonces Magna Grecia), tiene una ntimarelacin con nuestra institucin. A los discpulos se les sometaprimeramente a un largo perodo de noviciado que puede parangonarsecon nuestro grado de Aprendiz, en donde se les admita como oyentes,observando un silencio absoluto, y otras prcticas de purificacinque los preparaban para el estado sucesivo de iluminacin, en elcual se les permita hablar y que tiene una evidente analoga con elgrado de Compaero, mientras el estado de perfeccin se relacionaevidentemente con nuestro grado de Maestro. La escuela de Pitgorastuvo una decidida influencia tambin en los siglos posteriores, ymuchos movimientos e instituciones sociales fueron inspirados porlas enseanzas del Maestro, que no nos dej nada como obra suyadirecta, en cuanto consideraba sus enseanzas como vida y prefera,como l mismo deca, grabarlas (otro trmino caractersticamentemasnico) en la mente y en la vida de sus discpulos, ms bien queconfiarlas como letra muerta al papel.1 Con relacin a Pitgoras,cabe recordar aqu un curioso y antiguo documento masnico,2 en elcual se le atribuye al Filsofo por excelencia (fue l quien usprimitivamente este trmino,1 Confrntese con lo dicho por Jess: Mis palabras son espritu yvida. 2 El documento se llama Leyland-Locke Ms. Y su fecha sera del1436, estando escrito en el antiguo ingls de aquella poca.Refirindose a la Masonera, contesta a la pregunta: de dnde vino?,diciendo que empez con los primeros
  • distinguindose como amigo de la sabidura de los sofos osofistas, que ostentaban, con un orgullo inversamente proporcionalal mrito real, el de sabios) el mrito de haber transportado lastradiciones masnicas orientales al mundo occidental grecorromano.De la escuela platnica y de su conexin con las enseanzas masnicas,es suficiente que recordemos la inscripcin que haba en el atrio dela Academia (palabra que significa etimolgicamente oriente), endonde se celebraban las reuniones: Nadie entre aqu si no conoceGeometra; alusin evidente a la naturaleza matemtica de los PrimerosPrincipios, as como al simbolismo geomtrico o constructor que nosrevela la ntima naturaleza del Universo y del hombre, y de suevolucin. La filiacin de estas escuelas en los Misterios esevidente por el hecho de que Platn, como Pitgoras y todos losgrandes filsofos de aquellos tiempos, fueron iniciados en losMisterios de Egipto y Grecia (o en ambos), y todos nos hablan deellos con el ms grande respeto, aunque siempre someramente, por serentonces toda violacin del secreto castigada por las leyes civileshasta con la muerte. De la escuela eclctica o neoplatnica deAlejandra de Egipto diremos la doble caracterstica de su origen yde su finalidad, en cuanto naci de la convergencia de diferentesescuelas y tradiciones filosficas, iniciticas y religiosas, comosntesis y conciliacin de las mismas, desde aquel punto de vistainterior en el cual se revela y se hace patente su fundamentalunidad. Esta tentativa de unificacin de escuelas y tradicionesdiferentes, por medio de la comprensin de la Unidad de la Doctrinaque en ellas se encierra, fue renovada unos siglos despus porAmmonio Saccas, constituyendo, adems, un privilegio constante yuniversal caracterstico de los verdaderos iniciados en todos lostiempos.LA ESCUELA GNSTICA Directamente relacionada con la escuelaeclctica alejandrina, ha sido la tradicin o escuela gnstica delCristianismo, considerada y perseguida despus como hereja por laIglesia de Roma. El gnosticismo quiso conciliar y fundir hasta loposible el cristianismo entonces naciente con las religiones ytradiciones iniciticas ms antiguas, sustituyendo al dogma (doctrinaortodoxa, de la cual se nos pide una aceptacin incondicional comoacta de fe) la gnosis (conocimiento o comprensin por medio de lacual se llega a la Doctrina Interior). Segn esta escuela, elEvangelio, a semejanza de todas las escrituras y enseanzasreligiosas, debe interpretarse en su sentido esotrico, es decir,como expresin simblica y presentacin dramtica de Verdadesespirituales.hombres del Este, que fueron antes de los primeros hombres delOeste, siendo transmitida en Occidente por los venecianos. Despusde lo cual sigue literalmente as: How comede ytt yn Engelonde?Peter Gower, a Grecian journeyed for kunnynge yn Egypte and ynSyria, and yn everyche lande whereat the Venetians hadde plaunteddeMaconrye, and wynnynge entrance yn al Lodge of Maconnes, he learnedmuche, and retournedde and worked yn Grecia Magna wachsynge andbecommynge a myghitye wysacre and gratelyche renowned, and here heframed a grate Lodge at Groton, and maked many Maconnes, somewhereoffe dyd journeye yn France, and maked many Maconneswherefromme, yn process of tyme, the arte passed yn Engelonde. Esevidente que Peter Gower, Venetians y Groton son alteracionesfonticas, respectivamente, de Pitgoras, Fenicios (en inglsPhoenicians) primitivamente por los Fenicios en todas sus coloniasy esto concuerda perfectamente con el origen fenicio del arquitectoHiram del Templo de Salomn-, lleg por intermedio de Grecia aItalia, de donde, en tiempo de las conquistas romanas, franque sucamino en los dems pases de la Europa occidental.
  • El Cristo, ms bien que una atribucin personal de Jess, sera elconocimiento o percepcin espiritual de la Verdad que debe nacer ynace en todo iniciado, que se hace as su verdadero cristforo ocristiano. El mismo Jess sera tambin el nombre simblico de esteprincipio salvador del hombre, que lo conduce del error a la Verdady de la Muerte a la Resurreccin. La misma Fe (pistis) seconsideraba como medio para llegar a la Gnosis, ms bien que laaceptacin pasiva e incondicionada de alguna afirmacin dogmtica,presentada como una Verdad revelada. A pesar de las interpolacionesposteriores, es cierto que el Evangelio, las Epstolas y elApocalipsis de Juan revelan muy claramente un fundamento gnstico(la misma doctrina o tradicin gnstica se deca instituida por losdiscpulos o secuaces de San Juan), y esta tradicin gnstica ojuantica representa en el Cristianismo el punto de contacto msdirecto con la Masonera.LA CBALA HEBREA Las antiguas tradiciones orientales y hermticasencuentran en la Cbala y Alquimia dos nuevas encarnacionesoccidentales que no fueron extraas a los orgenes de la modernaMasonera. La Cbala (del hebraico qabbalah, tradicin) representa laTradicin Sagrada conocida por los hebreos, a su vez derivada deantiguas tradiciones caldeas, egipcias y orientales en general.Trata especialmente del valor mstico y mgico d elos nmeros y de lasletras del alfabeto relacionados con principios numricos ygeomtricos, que encierran en s otros tantos significados metafsicoso espirituales, de los cuales aparece la ntima concordancia y launidad fundamental de las religiones. La antigedad del movimientocabalista, cerca de los hebreos, ha sido negada por algunos crticosmodernos, pero generalmente se admite su existencia despus de lacaptividad de Babilonia, hacindose as manifiesta su afirmacin de ladoctrina de los magos caldeos. Especial importancia tienen en lacbala las palabras sagradas y Nombres Divinos, atribuyndose a losmismos un poder que se hace operativo por su correcta pronunciacindoctrina comn a todas las antiguas tradiciones, que tambin ha sidodesarrollada de una manera racional en la Filosofa de la India, endonde el sonido o Verbo es considerado como un espectro de laDivinidad (Shabdabrahman).ALQUIMIA Y HERMETISMO Como del Oriente asitico han venido lasdoctrinas cabalistas, al Egipto y a la tradicin hermtica (de HermesTrismegisto o Thot, el fundador de los misterios egipcios) se haceremontar la Alquimia (palabra rabe que parece significar laSubstancia) de los que se llamaban a s mismos verdaderos filsofos.El significado comn y familiar del adjetivo hermtico puede darnosuna idea de la secreteza por medio de la cual los alquimistasacostumbran ocultar la verdadera naturaleza de sus misteriosaspesquisas. No debe por lo tanto extraarnos si la mayora siguecreyendo an hoy que sus principales objetos fueran los deenriquecerse por medio de la piedra filosofal, que deba convertirel plomo en oro puro, y alargar notablemente la duracin de suexistencia, librndose al mismo tiempo de las enfermedades por mediode un elixir y de una milagrosa panacea. En esa mstica lapisphilosophorum, sin embargo, nosotros los masones no podemos dejarde reconocer una particular encarnacin, un estado de pureza,refinamiento y perfeccin de la misma piedra en cuyo trabajoprincipalmente consiste nuestra labor. Y cuando reflexionamos sobreel
  • secreto simblico, en el cual a nuestra semejanza envolvan sustrabajos, para ocultarlos a los profanos del Arte, no nos puedecaber la menor duda de que, por encima de esas finalidadesmateriales, que justificaban para los curiosos sus ocupaciones, losverdaderos esfuerzos de todos los verdaderos alquimistas fuerandirigidos hacia objetos esencialmente espirituales. La piedrafilosofal no puede ser, pues, sino el conocimiento de la Verdad,que siempre ejerce una influencia transmutadora y ennoblecedorasobre la mente que la contempla y se reforma en su imagen ysemejanza. Unicamente por medio de ese conocimiento, que esrealizacin espiritual, pueden convertirse las imperfecciones, laspasiones y las cualidades ms bajas y viles del hombre en aquellaperfeccin ideal de la que el oro es el smbolo ms adecuado. Con estaclave se nos hace relativamente fcil entender el misteriosolenguaje que los alquimistas emplean en sus obras, y cmo la propiapersonalidad del hombre sea el atanor, mantenido al calor constantede un ardor duradero, en donde tienen que desarrollarse todas lasoperaciones. El parentesco entre el simbolismo alqumico y elmasnico aparece con bastante claridad en el grabado quereproducimos, sacado de una ilustracin de la obra de BasilioValentino sobre la manera de hacer el oro oculto de los filsofos yaportado por otros autores.La Gran Obra de los alquimistas, y la que perseguimos ennuestros simblicos trabajos, nos presentan, efectivamente, unaidntica finalidad comn a todas las escuelas iniciticas, ya sea enel significado mstico de realizacin individual, como en unailuminada y bien dirigida accin social, que tiene por objeto elmejoramiento del medio y la elevacin, el bien y el progresoefectivos de la humanidad.TEMPLARIOS Y ROSACRUCES Las tradiciones hermticas orientalesencontraron en Occidente otros tantos canales para su expresin,durante la Edad Media y el principio de la Edad Moderna, en lasmuchas sociedades y rdenes msticas y secretas, aunque aparentementecon diversa finalidad exterior, que se manifestaron aqu y all,todas ntimamente relacionadas con la Tradicin Inicitica y ligadasinteriormente por la afinidad de los medios de manifestacin y unaidentidad fundamental de orientacin. Entre estos movimientos, losdos ms conocidos y que ms han influido en la Masonera, son la Ordendel Templo, que tuvo su apogeo y su perodo de esplendor en el sigloXIII, y la Fraternidad Rosacruz, que influy especialmente en elsiglo XVII.
  • La Orden de los caballeros del Templo naci de las Cruzadas y elcontacto que se estableci con ocasin de las mismas entre loscaballeros venidos del Occidente y las msticas comunidadesorientales depositarias de tradiciones esotricas. Como Orden fuefundada en 1118 por dos caballeros franceses, Hugues de Payens yGodefroid de St. Omer, con el fin de proteger a los peregrinos queiban a Jerusaln despus de la Primera Cruzada. Los caballeros hacanlos tres votos evanglicos de pobreza, castidad y obediencia, comolas dems rdenes religiosas, y la Orden comprenda en s misma uncuerpo eclesistico propio, dependiente directa y nicamente del GranMaestro de la Orden y del Papa. As los msticos secretos de loscuales la Orden se hizo depositaria podan ser guardados con todaseguridad. El secreto en el cual se desarrollaban las ceremonias derecepcin, y se comunicaban los misterios a los que se reputabandignos y maduros para poseerlos, fue el pretexto de las acusacionesde inmoralidad y hereja que se hicieron a la Orden, siendo enrealidad motivadas estas acusaciones por la ignorancia, el celo yla codicia de su inmensa riqueza. Esta ltima fue principalmente larazn que llev a Felipe el Hermoso, rey de Francia, en el ao 1307, aaprehender sin previo aviso a todos los Templarios, que fuerontorturados y juzgados muy sumariamente por el Tribunal de laInquisicin, con el preciso intento de acabar con la Orden, cuyo finfue sellado trgicamente en 1314 (cuatro meses despus de su abolicinprivada por obra del pontfice) por la brbara muerte inflingida a suGran Maestro Jacques de Molay, que fue quemado vivo delante de lacatedral de Ntre Dame de Pars. Tambin el movimiento filosficoconocido con el nombre de Fraternitas Rosae Va tuvo sus orgenes enel contacto de Occidente con el Oriente, y con las secretastradiciones que aqu pudieron conservarse ms libre y fielmente:Cristian Rosenkreutz, su mstico fundador, naci, segn la tradicin dela cual se habla en la Fama Fraternitatis, en 1378, y muy jovenviaj por Chipre, Arabia y Egipto, donde le fueron revelados muchosimportantes secretos, que llev consigo a Alemania, donde fund laFraternidad, destinada a reformar a Europa. Despus de su muerte fuesepultado secretamente en una tumba preparada expresamente para l,que deba permanecer desconocida para los miembros de la mismaFraternidad, hasta que fue casualmente descubierta, leyndose en lamisma la inscripcin: Post CXX aos patebo. Esta historia, as comolos secretos y maravillas que se encuentran en la tumba, esevidentemente simblica de la Tradicin Inicitica de la Sabidura,personificada por el mismo Cristian Rosenkreutz, que viene delOriente al Occidente, y se conserva celosamente en su tumbahermtica, en donde la buscan y la encuentran sus adeptos, losfieles buscadores de la Verdad. En cuanto a la influencia de estosdos movimientos sobre la Masonera, que es la que por el momento msnos interesa, es cierto que no solamente muchas tradicionestemplarias y rosacruces encontraron su camino en nuestra Orden,sino que tambin se hizo sta la intrprete y natural heredera de susfinalidades, ideales y de la Gran Obra que constituye el fin detodas las diferentes tendencias: hermetistas, templarios,rosacruces y filsofos siempre han debido fraternizar con losmasones, y de esta comunin espiritual ha nacido la Masonera segnhoy la conocemos.ESPRITU, ALMA Y CUERPO Podemos considerar estas fraternidades ymovimientos como el alma multiforme del Espritu Uno de la TradicinUniversal, que ha venido directamente y sin interrupcin hastanosotros de los antiguos Misterios. As, por lo que se refiere a suespritu inicitico como a la tradicin que le anima (y de la cual esheredera y continuadora), los orgenes de nuestra Institucin nopueden ser
  • ms gloriosos, siendo nosotros, como Masones, los herederos delos antiguos Reyes-Sacerdotes (simbolizados por Melquizedek ySalomn) y de los Grandes Iniciados de todos los tiempos. Y encuanto se refiere al cuerpo en el cual esta Alma tradicional se haencarnado es decir, a la forma que domina exteriormente nuestraInstitucin, que ha sido tomada particularmente del Arte deConstruir-, nuestros orgenes no son menos gloriosos, ya que serelacionan directamente con el origen de toda civilizacin, como lacausa con su efecto natural. Conocemos, por el estudio que hemoshecho en las pginas precedentes, algo de su alma, que es latradicin y Finalidad, comunes a las diferentes rdenes, escuelas,movimientos, sociedades y comunidades que acabamos de examinar unAlma formada por las ms elevadas aspiraciones humanas y expresadaconstantemente en trminos de comprensin, tolerancia y amorfraternal. Veamos ahora cmo tambin el cuerpo exterior de lainstitucin tiene sus orgenes en los tiempos de la ms remotahistoria y de la prehistoria humanas, habiendo dejado sus huellasen todas las grandes obras y monumentos que han llegado hastanosotros de las pocas pasadas.EL ARS STRUCTORIA Entre todas las artes, la Arquitectura ha sidovenerada y practicada en todos los tiempos como un arteespecialmente divino. No debemos maravillarnos de la especialconsideracin en que siempre ha sido tenida, por estar laconstruccin material ntimamente relacionada con la forma exteriorde toda civilizacin, de la cual puede considerarse al mismo tiempocomo causa, medio, condicin necesaria y expresin natural. La casarepresenta el principio de la vida civil y no carece de razn, sinduda, el que la segunda letra del alfabeto hebraico (que constituyela inicial de la palabra sagrada del Aprendiz) signifiqueexactamente casa, derivando su forma del jeroglfico simblico de lamisma. La Casa representa as la primera letra o principio de lacivilizacin, mientras su interpretacin esotrica en relacin con lasdems letras de la Palabra nos da otro significado ms propio para elAprendiz, que estudiaremos ms adelante. Cuando los hombres tuvieroncasas o abrigos protectores, y cuando los muros de las ciudadesconstituyeron para stas la base de la seguridad, fue cuandopudieron desarrollarse las artes, las ciencias y las institucionessociales. Entonces, elevndose la atencin y las aspiraciones de loshombres desde el reino de los efectos al de las causas, o desde laapariencia exterior a la realidad interior que en ella se esconde yla anima, fue cuando naci la idea y se sinti la necesidad deconstruir un Templo, de levantar un edificio o signo exterior delreconocimiento interior de la Causa Trascendente, de los efectosvisibles. Esta aspiracin interior constituye el principio de todainiciacin, o ingreso en una manera superior de pensar, de ver yconsiderar las cosas. Por lo tanto, podemos decir que la Masoneratuvo tanto moral como materialmente el origen en el primer Temploque se levant en reconocimiento de la Divinidad, y que el primerMasn fue quien lo levant, a pesar de lo rudo y elemental que fueraeste Templo primitivo, que bien pudo haber consistido en una solacolumna, o tronco de piedra o de madera, cuya tradicin fueperpetuada en seguida en los obeliscos.
  • MASONERA OPERATIVA Y ESPECULATIVA Es evidente, pues, que elelemento espiritual (especulativo o devocional) y el material(operativo o constructivo) se hallan ntimamente unidos desde elmomento en que primero se concibi y se realiz la idea de un Templo,como signo exterior de un reconocimiento interior, y que laMasonera surgi espontneamente de esta idea de levantar o establecerun signo a la Gloria del Principio o Realidad interiormentereconocidos, pues si los masones en el sentido material fueronconstructores en general, siempre han sido ms particularmente losque han elevado Templos para el espritu. Teniendo presentes estasconsideraciones, no hay nada de sorprendente en la transformacin dela masonera operativa en especulativa, es decir, de cmo unaInstitucin Moral y Filosfica haya podido desarrollarse sobre unarte material, tomando el lugar de las corporaciones medievales ycontinundolas. Ambos elementos operativo y especulativo- estuvieronjuntos desde un principio, y ello se evidencia en el desarrollocclico que hace prevalecer, segn los momentos histricos y lasnecesidades de una poca, una u otra tendencia, uno u otro de estosdos aspectos de nuestra Institucin, tan inseparables como las doscolumnas que dan acceso a nuestros Templos. Adems de que constituyeel sello de su origen, la construccin en general y la de un temploen particular- se ha prestado siempre y se presta admirablementecomo smbolo interpretativo de la actividad de la Naturaleza,pudindose considerar el Universo como una Gran Obra, como un Temploy al mismo tiempo un Taller de Construccin, dirigida, inspirada yactualizada por un Principio Geomtrico, cuyas diferentesmanifestaciones son las leyes naturales que lo gobiernan y lasfuerzas que, segn estas leyes, producen diferentes efectosvisibles. Esta Obra de Construccin puede el hombre observarla en smismo, en su propio organismo fsico (muchas veces parangonado conun templo), as como en su ntima organizacin espiritual, en el mundointerior de sus ideas, pensamientos, emociones y deseos. Todohombre viene a ser as un microcosmo o pequeo universo y un Templo(anlogo al Gran Templo del Universo que constituye el Macrocosmo),individualmente levantado a la Gloria del Principio Divino oespiritual que lo anima. A esta Obra universal que se desarrollaigualmente dentro y fuera de nosotros, en la cual todo serparticipa por lo general inconscientemente con su propia vida yactividad, el Masn o sea el iniciado en los Misterios de laConstruccin- tiene el privilegio y el deber de cooperarconscientemente, convirtindose en obrero inteligente y disciplinadodel Gran Plan que constituye la evolucin. As pues, el ArsStructoria es, para quienes saben interpretarla y realizarla, laverdadera Ciencia y Arte Real de la Vida, el divino privilegio delos iniciados que la practican especulativa y operativamente; dosaspectos ntimamente unidos e inseparables, aunque puedanmanifestarse en diferentes formas, segn la evolucin particular delindividuo. Y no hay altura o elevacin del pensamiento o del planode conciencia individual que no pueda ser interpretado, o al cualno puedan tilmente aplicarse las alegoras, los emblemas y losinstrumentos simblicos de la Construccin.LAS CORPORACIONES CONSTRUCTORAS Ninguna actividad, arte u obraimportante puede ser el resultado de los esfuerzos y de laexperiencia de un individuo aislado. Por consecuencia, los primerosconstructores debieron necesariamente
  • agruparse, sea para el aprendizaje y el perfeccionamiento (enlos que se aprovecha la experiencia de los dems), como para elejercicio y la prctica ordinaria del Arte, agregndose cada cual aotros miembros como ayudantes o aprendices, quienes deban cooperaren las ms rudas tareas sin conocer todava los principios y secretosque se adquieren con el tiempo, el esfuerzo y la aplicacin. Ladivisin en Aprendices, Compaeros y Maestros hubo de ser espontneaen cualquier agrupacin de obreros para un intento constructivo,debindose distinguir los manuales y novicios, que no podan poner msque su fuerza, su buena voluntad y sus facultades todavaindisciplinadas, de los obreros que ya conocan los principios delarte, cuya actividad poda ser utilizada ms provechosamente, y stosde los obreros consumados o perfectos que ya lo dominaban y estabancapacitados para ejecutar cualquier obra, as como para dirigir yensear a los dems. Como la unidad de una tarea requiere siempre unacorrespondiente unidad de concepto y de direccin, es claro tambinque estas tres categoras tuvieron que estar fielmente disciplinadas(en el doble sentido intelectual y moral de la palabra disciplina,es decir, tanto en la teora como en la prctica) bajo una Autoridadreconocida como tal, por su experiencia y conocimientos superiores,elegida o propuesta sobre ellos, el Magster por excelencia, oArquitecto, a cuya iniciativa y directa responsabilidad seencomendaba evidentemente la obra, un Maestro Venerable entre losMaestros del Arte, al cual todos los dems deban respeto yobediencia. As toda corporacin constructora o agrupacin de obrerospara un fin determinado debi constituirse espontneamente asemejanza de nuestras Logias, necesitndose, adems del MaestroArquitecto, director de la Obra, uno o dos Vigilantes que loayudaran y pudieran sustituirlo en caso de necesidad, y otrosmiembros que tuvieran cargos y atribuciones especiales, distintosde los dems. La primera logia fue constituida, consecuentemente,por el primer grupo de constructores que juntaron disciplinadamentesus esfuerzos para alguna obra importante, o para la realizacin deun Ideal comn. Y como las reglas morales son necesarias para elorden, la disciplina y la eficiencia en toda actividad material, esevidente que stas debieron ser inseparables de las normas y reglaspropias del Arte. El conjunto de estas normas y reglas, queconstituan una necesaria disciplina para los que se admitan paratomar parte en la Obra, o como miembros de la corporacin, form lacaracterstica de la Orden, pues sin ella no hubiera podido haberningn orden verdadero y la aceptacin de esta disciplina debinaturalmente exigirse como condicin preliminar para ser admitido enla Orden.LA RELIGIN DE LOS CONSTRUCTORES En las especulaciones, cultos ytradiciones primitivos, todo tiende a la unidad: poderes yatribuciones que hoy se distinguen cuidadosamente, como por ejemploel eclesistico y el civil, el legislativo y el judicial, estabanayer en manos de una misma autoridad. As el mundo antiguo nos dioele ejemplo de los Reyes-Sacerdotes que juntaban en s diferentesrepresentaciones y poderes que se consideran hoy enteramentedesglosados. Igualmente la Religin formaba entonces parte de lavida, y las instituciones civiles y religiosas se entrelazabanmutuamente, constituyendo un conjunto casi inseparable. Por eso, enlas primitivas corporaciones constructoras, el elementoreligioso-moral se debi considerar como formando una unidad con elelemento artstico-operativo, desarrollndose y transmitindoseigualmente, en estas corporaciones, los secretos del arte y ciertasespeciales tradiciones religiosas.
  • Ntese, con respecto a esto, que la misma palabra religin seidentifica, en su significado originario, con la de tradicin,indicando simplemente lo que es legado o se transmite. Tambin laMasonera en este sentido es religin aunque no una religin: lareligin operativa y especulativa, simblica e inicitica, nacidaespontneamente en las primeras corporaciones constructoras, amedida que sus adeptos se esforzaban en divinizar su Arte,convirtindose en vehculos y medios de los cuales pudo aprovecharsela Jerarqua Oculta para sus enseanzas, encontrando en ese medio unterreno particularmente frtil para sembrar la mstica semilla de laSabidura. Tambin el carcter particular de las corporaciones que seespecializaron en la construccin de Templos hizo que stas seidentificaran, en las diferentes pocas de la historia, condistintas tradiciones religiosas, y en algunos casos con los mismosMisterios (a los cuales algunos entre ellos debieron ser admitidoscomo participantes), y no hay que maravillarse si se asimilaronmuchas enseanzas esotricas, transmitidas como secreto patrimonioentre los maestros del Arte. Fuera de duda est que, en cualquierperodo de la historia, las corporaciones constructoras aparecenposeedoras de secretos y alegoras, algunos de los cuales provienende una poca remotsima, y otros representan antiqusimas tradicionesrevestidas de nombres y formas simblicas ms recientes. Mientrasque, por otro lado, bien sabemos que todas tuvieron reglas ymodalidades particulares para la dplice transmisin del secretomaterial del arte y de su interpretacin especulativa, as como parala admisin de candidatos como aprendices, exigindoseles el serlibres y de buenas costumbres, dando pruebas definidas demoralidad, diligencia y capacidad para la obra. Esta religin de losconstructores hubo de ser una religin eminentemente moral, es deciruna tica individual aplicada a la vida, como lo demuestra laTradicin Masnica, que ms directamente la contina.EL GRAN ARQUITECTO El concepto de un Gran Arquitecto, oPrincipio Divino Inteligente que constituye el foco espiritual y laBase Inmanente de la Gran Obra de la Construccin particular yuniversal, ha representado sin duda en todos los tiempos elfundamento de la Religin de los Constructores. Este mismo conceptoconstituye el Principio Cardinal de la Masonera Moderna, pues notienen valor masnico los trabajos que no sean hechos a la gloria deeste Principio, es decir, con el fin de que la espiritualidadlatente en todo ser y en toda cosa encuentre por medio de losmismos su expresin o manifestacin ms perfecta. Se trata, sinembargo, de un concepto eminentemente inicitico, es decir, en elcual ingresamos progresiva y gradualmente a medida que nuestrosojos espirituales se abren a la luz masnica. As pues, mientras enel principio se deja a cada masn en libertad de interpretar estaexpresin de Gran Arquitecto segn sus particulares ideas filosficas,opiniones y creencias (testas como atestas, considerndose en esteltimo caso el Gran Arquitecto como expresin abstracta de la LeySuprema del Universo), se le conducir despus gradualmente, pormedio de su propio trabajo interno o del esfuerzo personal con elcual se consigue todo progreso, a un reconocimiento ms perfecto, auna realizacin ms ntima y profunda de este Principio, al mismotiempo inmanente y trascendente, que constituye la base y esenciantima de todo lo existente. Alrededor de esta idea central (cuyocarcter inicitico la diferencia de todo concepto o creenciadogmticos) se han agrupado, como en torno de su centro natural, lasdiferentes tradiciones, smbolos y misterios que constituyen otrastantas aplicaciones y expresiones del Principio Fundamental a lainterpretacin de la vida y a su perfeccionamiento.
  • De esta manera, sin imponer opinin o creencia alguna, perodejndole a cada cual en libertad de interpretar esta expresinsimblica segn su particular educacin y sus convicciones, todos sonconducidos naturalmente hacia una misma Verdad, esforzndose enpenetrar cada cual ms adentro, llegando al fondo de su propia visiny creencia, que (como todas) tiene que ser tolerada, respetada einterpretada como uno de los infinitos caminos que conducen a laVerdad.LAS PRIMERAS CORPORACIONES Esta digresin sobre uno de los puntosfundamentales de la Masonera nos ha parecido necesaria para mostrarel carcter inicitico, eclctico y universal de la Orden en susmismos conceptos y smbolos en apariencia ms vulgares, pero queencierran en s un propsito y una profunda doctrina. Volviendo anuestro tema de los orgenes masnicos, nos queda por trazarsumariamente la historia de las corporaciones constructoras desdelas primeras civilizaciones hasta nuestros das. Las huellas de lasantiguas corporaciones constructoras se encuentran en todos lospueblos que nos dejaron alguna noticia de su experiencia. Entre losms antiguos e importantes monumentos que nos quedan de antiguascivilizaciones, debemos poner en primera lnea las pirmides deEgipto. Al principio se consideraron como tumbas magnficas de losreyes, pero un estudio ms atento ha revelado que se trata ms biende monumentos simblicos, en los cuales y cerca de los cuales contoda probabilidad se desarrollaban ritos y ceremonias iniciticas.Esto parece particularmente cierto con respecto a la Gran Pirmide,cuyas medidas y proporciones calculadas escrupulosamente hanrevelado en sus arquitectos conocimientos geogrficos, astronmicos ymatemticos no menos exactos que los que se consideran exclusivaconquista de nuestros tiempos. Es suficiente decir que la unidad demedida de esta pirmide, el codo sagrado (que puede identificarsecon la regla masnica de 24 pulgadas) es exactamente ladiezmillonsima parte del radio terrestre polar una medida ms justay ms exactamente determinada que el metro, base de nuestrosistema-. Su permetro revela un conocimiento perfecto de la duracindel ao; su altura, la exacta distancia de la Tierra al Sol, y elparalelo y el meridiano que se cruzan en su base constituyen elparalelo y meridiano ideales, dado que atraviesan el mayor nmero detierras. Por otro lado, la precisin con la cual estn cortados ydispuestos los enormes bloques de piedra de que se componen, daramucho que pensar a un ingeniero moderno que quisiera imitar estasobras. A pesar de que el Egipto ha sido siempre considerado como latierra clsica de la esclavitud, ya que realmente, en pocasposteriores, los obreros, dirigidos por los sacerdotes, no tenanninguna libertad o iniciativa, es muy difcil pensar que una obracomo la Gran Pirmide obra caractersticamente masnica- hay podidoser otra cosa que la Obra Maestra de la ms sabia y celebradacorporacin constructora de todos los tiempos. Adems, es posible quenuestra Era Masnica (que empieza en el ao 4000 a.C., y que nosviene desde antiguas tradiciones) date precisamente de laconstruccin de la Gran Pirmide, que algunos, sin embargo, hacen msreciente, y otros mucho ms antigua. Otra importante construccin dela antigedad (adems de los templos, cuyas trazas se encuentrandondequiera) parece haber sido la Torre de Babel, de bblicamemoria, diferencindose esta construccin de la precedente por elempleo de ladrillos en lugar de piedras cortadas y de otra materiaen lugar de cal. El mito de la confusin de las lenguas antes de quese acabase la obra, y de la consecuente dispersin de lascorporaciones de constructores que se haban reunido paraejecutarla, da mucho que pensar al estudiante de las tradicionesantiguas.
  • LOS CONSTRUCTORES FENICIOS En pocas ms recientes (cerca de 1000aos a.C.), encontramos las corporaciones y la obra de ConstructoresFenicios en todos los pases del Mediterrneo en los cuales estepueblo haba establecido sus colonias y la influencia de sucivilizacin. Estas corporaciones viajaban, evidentemente, de un pasal otro, segn se necesitaba y se solicitaba su concurso, levantandocon igual habilidad y facilidad templos y santuarios para losdiferentes cultos y misterios, aunque siempre eran erigidos segn elmismo tipo fundamental que revela, en las obras de las idnticascorporaciones o de corporaciones afines, una misma identidad deconcepto. Podemos considerar como un ejemplo tpico (y como la obrasimblicamente maestra de los constructores fenicio) el Templo deJerusaln, levantado en la poca indicada en el libro de las Crnicas(cerca de 1000 aos a.C.) por los obreros que Hiram, rey de Tiro,envi a Salomn para este efecto, construccin sobre la cual se basanuestra actual tradicin masnica.CONSTRUCTORES GRIEGOS Y ROMANOS En Grecia las corporaciones quese formaron, sin duda por influencia y a semejanza de las fenicias,se dedicaron especialmente a la construccin de templos y tomaron elnombre de dionisacas, relacionndose evidentemente con los Misterioshomnimos en honor de Yaco o Zeus Nisio. La arquitectura griega,caracterizada por el uso del arquitrabe (en vez del arco empleadoposteriormente por los romanos), tiene, por su sencillez hiertica,mucha analoga con la egipcia, de la cual se diferencia por lagracia y la esbeltez que sustituyen a la poderosa majestad deaqulla. Sus tres estilos, drico, jnico y corintio, que sedistinguen por la forma de los capiteles y de las decoraciones quelos acompaan, son caractersticamente emblemticos de los tres gradosmasnicos. Y la Masonera Simblica puede muy bien parangonarse,alegricamente, con la Arquitectura Griega, correspondiendoperfectamente sus tres cmaras a los tres rdenes fundamentales desta. A semejanza de las dichas corporaciones de obreros dionisacos,Numa Pompilio, el rey iniciado de Roma, instituy, segn la tradicin,los collegia fabrorum que, como los precedentes, tenan sus propiosmisterios y guardaban y transmitan con los secretos del Arte,ciertos secretos y tradiciones de naturaleza religiosa. Como lasLogias Masnicas, estaban dirigidos por un tringulo (como lotestifica la clsica expresin tres faciun collegium) formado por unMagister y dos Decuriones, y comprendan tres grados anlogos a losactuales, usando una especial interpretacin emblemtica de susinstrumentos. Estos colegios se extendieron despus por todo elimperio, siguiendo como fuerzas constructoras el camino de laslegiones y levantando doquiera aquellos monumentos y edificios delos cuales nos quedan todava mltiples vestigios. Ya en el sigloprimero antes de Cristo varias de estas corporaciones pasaron y seestablecieron en la Galia, Alemania e Inglaterra, dondeconstruyeron especialmente campos atrincherados que despus seconvirtieron en ciudades (la terminacin inglesa de chester de losnombres de muchas localidades revela muy claramente su origenlatino, de castrum, campamento).
  • LAS CORPORACIONES MEDIEVALES Con el triunfo del Cristianismo,que se convirti en religin oficial durante el ltimo perodo delImperio Romano, mientras los Misterios tuvieron que desaparecer,los collegia fabrorum resolvieron adaptar sus tradiciones paganas ala nueva fe y esto se hizo muy hbilmente, sustituyndose la leyendade la construccin del Templo de Salomn a otra transmitidaanteriormente, y los nombres de santos y personajes cristianos alos antiguos dioses paganos: naci as un San Dionisio, en lugar delhomnimo dios griego (el Baco de los latinos), y San Juan fuehonrado como protector de la Orden, en lugar del antiguo diosbifronte Jano. As renovada, la tradicin de los colegios romanossigui en Oriente la suerte del Imperio Bizantino, adaptndosedespus, con igual facilidad, a la fe islmica, mientras enOccidente, con la cada del imperio y la invasin de los vndalos y delos godos, encontr un seguro asilo en una pequea isla, cerca de laciudad italiana de cmo, en Lombardia (pas llamado as a consecuenciade la invasin de los longobardos, los de luengas barbas), de dondetomaron su nombre los magistri comacini, que fueron originadores deaquel estilo derivado del romano y llamado romnico, que hizo suprimera aparicin cerca del 600 y sigui dominando por varios siglosdespus en Italia y en los pases contiguos, hasta que el estilogtico, producido por las corporaciones nrdicas, obtuvo despus elpredominio. En las obras de estos artistas encontramos variossmbolos masnicos, y la expresin de una singular independencia delpensamiento que se revela en curiosas y mordaces stiras en contrade la Iglesia, grabadas con una audacia sorprendente en las mismasesculturas de las catedrales. A pesar del hermtico secreto con quese guardaban sus tradiciones y creencias, parece que a estascorporaciones (que existan en varias ciudades de Italia, entreotras en Siena, desde el siglo XI) no era extrao el conocimiento deun G.. A.. D.. U.., ni la leyenda de Hiram. En el fervor religiosoque caracteriz este perodo, tambin algunas rdenes monsticas de laIglesia se dedicaron, especialmente en Francia y Alemania, al Artede Construir, levantando templos con la ayuda de los obreros nmadasque encontraban y contribuyendo as indirectamente a la organizacinde stos en corporaciones que despus se hicieron independientes. Porla obra y los esfuerzos de las corporaciones independientes que seformaron en distintos pases naci entonces y se afirm rpidamente elllamado estilo gtico, que convierte el simple arco romano y romnicoen el ojival, magnfico smbolo del fervor religioso y de las msardientes aspiraciones humanas que se levantan, como cnticomajestuoso, de la tierra al cielo. En los dos estilos orientales,rabe y ruso, encontramos un desarrollo ulterior de esta idea quehizo revolucionar el arco gtico del romano, con el arco de formaespecial que caracteriza dichos estilos. Estas corporaciones,dedicadas especialmente al arte gtico, constituyeron en Inglaterralos guilds de obreros, en Francia el compagnonnage (de los cualesexistan tres secciones distintas que tomaban el nombre,respectivamente, de hijos de Salomn, de Matre Jacques y de MatreSoubise) y en Alemania los talleres y uniones de canteros(Steinmetzen), entre los cuales tom justo renombre aquella quelevant la catedral de Estrasburgo, erigida en el siglo XV. Losdocumentos que nos queda de ellas prueban que los obreros sehallaban divididos en aprendices, compaeros y maestros, que sereunan en pequeas casas y empleaban de una manera emblemtica lostiles de su profesin, llevndolos consigo como insignias; adems, sereconocan por medio de palabras y signos que llamaban saludos. Losnefitos eran recibidos con particulares ceremonias y juraban elsecreto ms profundo sobre lo que se les iba a comunicar oensear.
  • La palabra masn (del latn medieval macio, equivalente decantero, de donde vino tambin el alemn Metzen) parece se us porprimera vez en el siglo XIII, siendo exportada de Francia aInglaterra. La expresin francmasn (masn afrancado o libre deimpuestos) aparece por primera vez en 1375. El origen de esa ltimapalabra se ha relacionado con los especiales privilegios yexenciones concedidos por los pontfices Nicols III y Benito XII, envista de la reconocida moralidad d eestas corporaciones y de lasobras piadosas a las cuales se dedicaban como constructores deIglesias. Pero el real significado originario de este atributo defrancos o libres ( en ingls freemasons) es un asunto todavadiscutido y discutible.LOS MASONES ACEPTADOS Debilitndose despus, en el siglo XVII, conel renacimiento clsico y la corrupcin de la Iglesia (que ocasion lareforma y las nuevas teoras filosficas), el fervor religioso de lossiglos pasados, el arte sagrado tuvo necesariamente que decaer, ycon l las corporaciones de masones operativos que de esta actividadderivaban su razn de ser y su subsistencia. Pero aqu y all, yespecialmente en Inglaterra, algunas de ellas subsistieron, si bienen forma muy reducida, pasando natural y gradualmente de laactividad constructiva que ocasion su formacin, hasta ocuparseexclusivamente de los asuntos que antes eran para ellos desecundaria importancia, como por ejemplo de estudio y debeneficencia. Sin duda contribuy notablemente a esta nuevaorientacin de la actividad de las logias la admisin que se hizodesde entonces siempre ms liberal y numerosa (segn iba decreciendosu valor como asociaciones profesionales) de masones aceptados(accepted freemasons), es decir miembros honorarios que nunca habanejercido una profesin relacionada con el arte de construir. Losnuevos asociados, muchas veces hombres de estudio y filsofoseminentes, tuvieron que influir grandemente en estas agrupacionesde antiguos constructores, las que llegaron fcilmente a dirigir. Asfue como las logias masnicas profesionales se transformaronnaturalmente en logias de masonera especulativa, naciendo de estamanera la Masonera como actualmente la conocemos. Y as tambinmuchas doctrinas y tradiciones iniciticas y msticas, de origen odescendencia diferente, pasaron a incorporarse a la naciente, omejor dicho, renaciente institucin. Especialmente las tradiciones,templarias y rosacruces tuvieron parte importante en estatransformacin. Mientras las Logias masnicas encontraban en aquellasdoctrinas el alma que les infunda una vida nueva, stas encontraronen aquellas el cuerpo, el vehculo o medio exterior ms adaptado parauna expresin que de otra manera hubiera quedado estril ydeficiente. Con el siglo XVII termina as el estudio de los orgenesmasnicos; desde el siglo XVII empieza su historia como institucinmoderna y se prepara el porvenir, de los cuales hablaremos en losdos siguientes Manuales de esta serie.LA LOGIA DE S.. J..El problema de los orgenes masnicos se halla planteado yresuelto sintticamente en pocas palabras en la pregunta ritual delVen.. M.. a todo hermano visitante: De dnde vens?, y en lacontestacin de ste: De la Logia de S.. J..
  • Esta pregunta es fundamental para el Aprendiz y, a semejanza deEdipo, debe esforzarse en contestarla satisfactoriamente, buscandoen s mismo la solucin del problema de los orgenes: el origen de suser y del universo que lo rodea. Qu representa, pues, para losmasones la expresin Logia de S.. J..? Ya sabemos que la TradicinMasnica guarda relacin muy estrecha con la Tradicin Juantica omstica del Cristianismo (como claramente lo demuestra lasuperposicin de nuestros instrumentos sobre la primera pgina delEv., de S.. J.., que representa la Tradicin Cristiana ms pura, ascomo las Tradiciones gnstica e inicitica anteriores). Igualmentesabemos que S.. J.. fue tomado como patrn por las CorporacionesConstructoras de la Edad Media, y conocemos tambin el uso queremonta a una poca remotsima- de festejar los dos solsticios, encuyas fechas caen respectivamente las fiestas cristianas de los S..J.. Estas mismas fiestas se celebraban dondequiera tambin antes delcristianismo, siendo cerca de los romanos en honor de Jano, el diosde las dos caras que muy bien simboliza a la Tradicin, estando unade sus caras constantemente vuelta al pasado y la otra al porvenir.Este nombre se relaciona etimolgicamente con el latn janua, puerta,de donde viene igualmente el latn januarius,Enero.1 Y esinteresante notar a este respecto que puerta es tambin elsignificado originario de la letra griega delta (del semticodalet), representada por un tringulo, y que la antigua puerta delas iniciaciones era triangular. Este dios presida todos loscomienzos (en latn initium, de donde tambin initiare, iniciar), yen particular el ingreso del Sol en los dos hemisferios celestes, yla iniciacin cuya llave tena y guardaba. Ahora es evidente que elnombre Jano tiene tambin en latn (Janus) un parecido muy singularcon el de Juan (Johannes) y no fue por azar que ste ltimo fuepuesto en el exacto lugar del primero.Por otro lado, el hebraico Jeho-hannam o Juan significa Gracia ofavor de Dios, es decir, hombre iluminado o iniciado. As es que ajusto ttulo puede ste ltimo llamarse hermano o discpulo de S.. J..La importancia inicitica de esta eleccin se hace as ms evidente poresta doble o bifronte etimologa: la primera pagana o vuelta alpasado (tradicin inicitica de la cual constituye la puerta oconducto) y la otra cristiana o vuelta al porvenir (los elegidos ofavorecidos de Dios que continan y continuarn la tradicin en todoslos siglos) La expresin Logia de S.. J.. viene a ser as un nombresimblico de toda unin o agrupacin de iniciados, de hombresiluminados y favorecidos espiritualmente, aplicndose en su acepcinms general a todos los que han sido admitidos en los Misterios, yms particularmente a los verdaderos HH.. de S.. J.., los Maestrosde Sabidura que constituyen la Gran Logia Blanca, la ms justa yperfecta Logia de S.. J.., en la cual debemos buscar la inspiraciny el origen profundo y verdadero de nuestra orden.1 Aunque, tal vez, el origen ms probable de la palabra Janusdeba buscarse en un hiptetico Dianus (masculino de Diana), anlogo adivinus en el sentido de celestial, o Divinidad del Cielo.
  • SEGUNDA PARTELA INICIACIN SIMBLICACONSIDERACIONES PRELIMINARES La ceremonia con la cual se recibea los candidatos en nuestra Asociacin, es una pura frmulaarbitraria o existe en ella un significado y una importancia queescapan a la observacin superficial y se revelan a una consideracinms atenta y a un estudio ms profundo? A esta pregunta cada masntiene el privilegio de contestar individualmente en proporcin de suentendimiento, y la iniciacin, as como la Masonera en general, sernpara l lo que l mismo las reconozca y realice: ser sta una sociedadmundana, y aqulla una simple ceremonia exterior, para quien lasconsidere con espritu profano y mundano; sern una InstitucinInicitica y una ceremonia simblica (cuya comprensin despertar suespritu) para quien la estudie y considere con el propsito deencontrar la Verdad: Realidad profunda que constantemente se ocultabajo la apariencia exterior de las cosas. Para este fin esnecesario examinar y estudiar los diferentes elementos que componenesta ceremonia, buscando el ntimo significado de cada uno de ellosy su valor en trminos de vida, para su aplicacin operativa en elmstico Camino de la existencia al que deben referirse, para que laceremonia pueda ser individualmente vivida y realizada, y el que hasido recibido Masn, de una manera puramente formal y simblica, sehaga efectivamente tal, transformndose, con el de piedra bruta enpiedra labrada o filosfica, del estado del hombre esclavo de susvicios, errores y pasiones, el Obrero Iluminado de la InteligenciaCreativa que mora en su corazn, y en el del mundo exterior. Pormedio de este estudio veremos cmo las dos caractersticasfundamentales de nuestra Institucin (la inicitica y la simblica)estn perfectamente expresadas en la ceremonia de recepcin delAprendiz, y cmo, en este grado, se resume todo el programa de laMasonera. As, en la misma ceremonia se encuentran alegricamentereunidos todos aquellos elementos cuya ntima comprensin y prcticarealizacin hacen operativa la ceremonia de la iniciacin.SIGNIFICADO DE LA INICIACIN Llegando a este punto, la primeracosa que se hace necesaria es comprender el significado de lapalabra iniciacin y cmo debe interpretarse. Iniciacin es palabraderivada del latn initiare, que tiene la misma etimologa deinitium, inicio o comienzo, viniendo las dos de in-tere, ir dentroo ingresar. As es que hay en ella el doble sentido del ingreso en ydel comienzo o principio de una nueva cosa. En otras palabras,iniciacin es la puerta que conduce a ingresar en un nuevo estadomoral o material, en el cual se inicia o comienza una nueva manerade ser o de vivir. Este nuevo estado, esta manera de ser y vivir,son los que caracterizan al iniciado y lo distinguen del profano,en cuanto el primero, habiendo ingresado en l, lo conoce desdeadentro, mientras el segundo queda fuera del mismo, fuera delTemplo de la Sabidura o de un real conocimiento de la Verdad y dela Virtud, de las cuales reconoce nicamente los aspectos profanos oexteriores que constituyen la moneda corriente del mundo.
  • As pues, este ingreso no es ni puede considerarse nicamente comomaterial, no es ni puede ser solamente la recepcin o aceptacin enuna determinada asociacin, sino que debe considerarse, primero yfundamentalmente, como el ingreso en un nuevo estado de conciencia,a una manera de ser interior, de la cual la vida exterior es efectoy consecuencia. Se necesita, en otros trminos, una palingenesia, unnacimiento o renacimiento interior, una transformacin otransmutacin del ntimo estado de nuestro ser para efectivamenteiniciarse, o ingresar, en una nueva visin de la realidad: enaquella nueva manera de pensar, vivir y obrar que ca
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