La ciencia ficcion en mexico · Directorio LIC. MIGUEL ÁNGEL CORREA JASSO Director General LIC. JAIME A. VALVERDE ARCINIEGA Secretario General

  • LA CIENCIA FICCINEN MXICO
  • DirectorioLIC. MIGUEL NGEL CORREA JASSODirector GeneralLIC. JAIME A. VALVERDE ARCINIEGASecretario GeneralDR. JOS ENRIQUE VILLA RIVERASecretario AcadmicoLIC. JOS MANUEL DEL RO VIRGENSecretario TcnicoLIC. RICARDO M. HERNNDEZ RAMREZSecretario de Apoyo AcadmicoDR. BONIFACIO EFRN PARADA ARIASSecretario de Extensin yDifusinING. RUBN VILCHIS MELGAREJOSecretario de AdministracinLIC. FRANCISCO GUTIRREZ VELZQUEZSecretario Ejecutivo de laComisin de Operaciny Fomento de Actividades AcadmicasING. MANUEL QUINTERO QUINTEROSecretario Ejecutivo delPatronatode Obras e Instalaciones
  • Gonzalo MartrLA CIENCIA FICCINEN MXICO(Hasta el ao 2002)I N S T I T U T O P O L I T C N I C O N A C I O N A L M X I CO
  • La ciencia ficcin en Mxico. (Hasta el ao 2002).Primera edicin: 2004D.R. 2004 INSTITUTO POLITCNICO NACIONALDireccin dePublicacionesTresguerras 27, 06040, Mxico, DFISBN 970-36-0127-8Impreso en Mxico / Printed in Mexico
  • Mi ms expresivo reconocimientoa la colaboracin de lossiguientescienciaficcioneros:Miguel ngel Fernndez DelgadoJorge Martnez VillaseorFederico SchafflerAndrs Tonini
  • 9NDICEPuerta al hiperespacioHacia una vindicacin de la ciencia ficcin mexicanaEn los lmitesde la gran TechnotitlnLa gran TechnotitlnAcademia einvestigacinQu papel juega en el conjunto de la ciencia ficcin mexicanaelescritor que incursiona una sola vez en el gnero?Diez autores que escaparon a las antologasMarco Aurelio AlmaznUn hombre sencillo de FobosPeligros de laantimateriaJorge Tenorio BahenaEl blancoEl anillo de Santa ClaraManuel Becerra AcostaEl mecanismo del dolorJuan CerveraLos albores de la invasinRen Avils FabilaLa mquina de mquinasLa mquina supremaAgustn Corts GavioCmprame una bomba papAndrs ToniniEl rescate
  • 10 La ciencia ficcin en MxicoJorge Snchez QuinteroCorreo electrnicoMartn FragosoTeologa naturalVctor Hugo FloresTerminal 410Catlogo general clasificadocronolgicamenteAnlisis estadstico del catlogo generalHitos de la CFmexicanaConcursosAntologa del I Certamen de Cuento de Ciencia Ficcindel InstitutoPolitcnico NacionalAntologa del II Certamen de Cuento de Ciencia FiccindelInstituto Politcnico NacionalAntologa del III Certamen de Cuento de Ciencia FiccindelInstituto Politcnico NacionalPremio Kalpandice onomstico
  • 11Puerta al hiperespacioCuando result por designacin presidente de la AsociacinMexicanade Ciencia Ficcin y Fantasa, A.C. (AMCYF), en abril de1996, mand hacerunas bonitas tarjetas de presentacin donde meostentaba como tal. Comenccon ellas, a tratar de abrirle a la AMCYFalgunos espacios en los medios y mehall, a menudo, con una actitudescptica o francamente despectiva y, a ve-ces con una preguntairnica Es que existe la CF mexicana? Pese a queargumentaba y ponaejemplos, en la mayora de los casos no lograba conven-cer de surealidad, quiz por mi torpeza dialctica o mi incapacidadoratoria.Fue as que me vino la idea de elaborar un catlogo generalque reuniera, porprimera vez, los autores mexicanos y sus obras engnero tan discriminado enMxico y pudiera, con l, apoyar mispretensiones.Comenc la tarea y, a poco, me di cuenta de que no era para unsoloindividuo, sino para un equipo de investigadores, tal fue lacantidad de mate-riales hallados de sopetn, que hizo nacer lasospecha de que eran muchosms de lo supuesto.Entonces lanc un SOS a travs del Charrobot, nuestro rganoinformati-vo y a poco me fueron tirando cabos: el primero, JorgeMartnez Villaseor,erudito de Jiquilpan, escritor internacional deCF; l mismo, remitindomeresmas de fotocopias aturrullndome dedatos. Pero no se limit a ello, mecontact con Gabriel Trujillo ycon Miguel ngel Fernndez Delgado; poste-
  • 12 La ciencia ficcin en Mxicoriormente tambin me auxiliaron Andrs Tonini, Jos Luis Ramrez yFedericoSchaffler.A ellos mi profundo agradecimiento, pero especialmente a JorgeMartnezy a Miguel ngel Fernndez, sin cuya colaboracin esto nohubiese pasado deser un catlogo anmico.Tambin mi agradecimiento a Bernardo Ruiz quien, cuando fuedirectorgeneral de Difusin Cultural de la Universidad AutnomaMetropolitana, in-tent darle la edicin que merece este trabajoaunque la burocracia universi-taria se lo impidi.Como marco terico, ped un ensayo a Jorge Martnez y otro aMiguelngel Fernndez, quienes aceptaron el encargo.Con el fin de restarle aridez a este trabajo, agregu unaseleccin de cuen-tos de autores no incluidos en las antologas de CFpor falta de informacin oespacio, pero evidentemente valiosos,entre los cuales hay tres inditos, re-presentantes de la generacinms joven de cienciaficcioneros.El trabajo en su primera etapa ocup poco ms de un ao y medio debs-queda, recopilacin, estructuracin y pasado en limpio; en susegunda etapaactualizacin un ao completo. Encontramos algunosautores cuyas fichasestn incompletas, por fortuna son casosaislados, fue imposible redondear-las, pero nos pareci injustoomitirlos porque no representan sino el 1.55%del total. No es eluniverso de la CF mexicana tan grande como para darnosese lujo. Eltrabajo vali la pena. Juzguen los cienciaficcioneros, y no yo.
  • Hacia una vindicacinde la ciencia ficcin mexicanaPOR MIGUEL NGEL FERNNDEZ DELGADOLa ciencia ficcin mexicana tiene una larga, aunque discontinuahistoria dems de doscientos aos, que puede dividirse en cuatroetapas:a) Precursores (1775-1933), que comienza con el intento delfraile ManuelAntonio de Rivas por mezclar a Descartes y losPrincipia de Newton con elMicromegas de Voltaire, para imaginar unviaje a la Luna en un carro vola-dor; contina a lo largo del sigloXIX con diez cuentos cortos, la primeranovela mexicana de cienciaficcin (Querens de Pedro Castera,1890), loscuentos cortos del poetaAmado Nervo y la novela Eugenia (1919) de Eduar-do Urzaiz,precursora de Un mundo feliz de Huxley.b) Primeras revistas especializadas (1934-1963).Traducciones deciencia ficcin anglosajona e incursiones eventuales deescritoresdel mainstream literario.c) Primera generacin de autores mexicanos de ciencia ficcin1964-1983.d) Autores contemporneos (1984-2002).Hasta hace unos diez aos todava se escuchaba a ciertos autores oinves-tigadores afirmar que la CF nunca haba existido en este pas;o que era tanpoca y tan mala que no vala la pena molestarse enleerla; o bien, que ellos13
  • 14 La ciencia ficcin en Mxicohaban dado inicio al gnero en Mxico. Aunque haba la tesisdoctoral deRoss Larson, publicada en forma de libro en 1977, con uncaptulo sobre eltema ignorada hasta 1977, el principal obstculopara estudiar la CFmexicana ha sido siempre un problema declasificacin, ya que hasta la fechalos editores consideran un malaugurio publicar cualquier libro bajo la etique-ta de cienciaficcin.En 1964, el chileno-judo-francs-mexicano Alexandro Jodorowski yelcolombiano Ren Rebetez, dieron a conocer los dos nicos nmeros delarevista de CF surrealista, Crononauta, donde colaboraron variosautores mexi-canos e hispanoamericanos, con ilustraciones de JosLuis Cuevas y EnriqueBessonart. A Rebetez se debe incluso el ensayoLa ciencia ficcin: Cuarta dimen-sin de la literatura (1966), quepublic la Secretara de Educacin Pblica y seutiliz como libro detexto en las secundarias oficiales. Gracias a este impulso,en lossicodlicos aos sesenta, surgi tambin la primera generacin deescri-tores mexicanos de CF (Juan Aroca Sanz, Carlos Olvera, AgustnCortsGavio, Jaime Crdena, Antonio Snchez Galindo, Arturo e IreneGutirrez yJorge Tenorio Bahena), comenzaron a llegar revistastraducidas como Enig-mas, Pistas del Espacio, Ciencia y Fantasa,Fantasas del futuro y la ya clsica revis-ta espaola Nueva Dimensin.Tambin vinieron colecciones de libros traducidosdesde Espaa yArgentina, a las que pronto se sumaron las colecciones mexi-canas,sobresaliendo las de editorial Novaro y Diana.En la dcada de 1970 aparecieron dos revistas especializadas,Espacio yCosmos 2000 que seguan ofreciendo en su mayoratraducciones de cuentos,incluyendo adems autores soviticos. Otraconstante hasta el siglo XXI hasido la publicacin ocasional decuentos y novelas de CF por parte de recono-cidos autores deliteratura general, citando a Marcela del Ro, Carlos Fuentes,MaraElvira Bermdez, Homero Aridjis, Hugo Hiriart, Guillermo Sheridan,yToms Mojarro entre otros.Entre las dcadas de 1970 y 1980, algunas revistas noespecializadas pu-blicaban en cada uno de sus nmeros cuentos de CF,principalmente de auto-res extranjeros. Casi todas ellas estabandedicadas a temas como ovnis yfenmenos paranormales. La nicarevista de prestigio que segua esta lneaera Ciencia y Desarrollo,rgano de divulgacin cientfica del Consejo Nacionalde Ciencia yTecnologa (Conacyt). A partir de 1983, Ciencia y Desarrollo cedienforma exclusiva sus pginas de CF a los autores de lenguacastellana. Nopasara ni un ao, cuando la propia revista y larepresentacin del Conacyt enPuebla, gracias a la iniciativa deCeline Armenta, convocaron al Primer Con-curso Nacional de Cuentode CF. No fue la primera convocatoria de su tipo en
  • 15Hacia una vindicacin de la ciencia ficcin mexicanael pas, pues la Universidad de Guanajuato (1975-1982) y elInstituto Politc-nico Nacional (1989-1991), realizaron certmenessemejantes y publicaron alos ganadores, lamentablemente sin mayoresrepercusiones pues de ah nosurgieron cienciaficcionerosperseverantes. Sin embargo, el prestigio y la dis-tribucin nacionalde Ciencia y Desarrollo le dieron al Premio Puebla y a laCFmexicana la fuerza y difusin suficiente como para crear elmovimiento actual.Los ganadores y finalistas del concurso Puebla aparecanpublicados enCiencia y Desarrollo, donde muy pronto demostraron alos lectores que la CFmexicana tena presencia propia, aunque decalidad muy irregular, y que susautores provenan de las ms lejanasy a veces insospechadas regiones deMxico. En la capital mexicana sefund la Asociacin Mexicana de CienciaFiccin y Fantasa (AMCYF) en1992, la cual ha celebrado hasta ahora tresconvenciones nacionales,y entreg anualmente hasta 1999 el premioKalpa por votacin de susmiembros; en 1998, los premios Charrobot, y actual-mente, auxiliadopor el Crculo Puebla de Ciencia Ficcin y Divulgacin Cien-tfica, lospremios Zizigias as nombrados por el ttulo del primer cuento delaCF mexicana, que consiste en una estatuilla y un diploma, otorgadoa losms sobresalientes en la denominada literatura de gnerosalternativos, estoes, la literatura fantstica en sus principalesmanifestaciones.Federico Schaffler, primer presidente de la AMCYF, logr reunir a42 auto-res en su antologa en tres tomos, Ms all de lo imaginado(1991-1994).En los lmites de la gran TechnotitlanHay que sealar en el pas algunas ciudades o regiones en donde laCF hapresentado un desarrollo considerable:Los estados de la frontera con Estados Unidos han tenido muchaactividaddesde la dcada de los 80. En Mexicali, B.C., un autor,historiador y acadmi-co de la CF tan prolfico como Gabriel TrujilloMuoz, ha trabajado sin cesarpara que se reconozca esta corrientedentro y afuera del pas, obteniendo elpremio estatal de literatura(1990 y 1995), el segundo lugar ex aequo de novelacorta de laUniversidad Politcnica de Catalua, Espaa (1998) y el premionacionalde narrativa Colima (1999), todos ellos con ensayos y novelas deCF.Adems, tambin en Baja California, el Centro Cultural Tijuanapublicadesde hace unos aos la coleccin de libros Yoremito, programaeditorial paradifundir el trabajo de autores que residen al nortede Mxico, donde no hanfaltado los ttulos de CF.
  • 16 La ciencia ficcin en MxicoEn Michoacn, exactamente en Jiquilpan vive el ingeniero, pintor,maes-tro y escritor Jorge Martnez Villaseor, sin duda elcienciaficcionero mspublicado en el extranjero.En Monterrey se formaron a comienzo de los 90 varios escritoresjvenesen talleres literarios, algunos con premios nacionales yestatales, pero que alpresente se encuentran dispersos; no obstantehay que destacar el trabajo deLuis Eduardo Garca Guerra, cuyaambiciosa novela Technotitlan: Ao Cero(1997) se complementa con supropia pgina web.Tamaulipas es uno de los principales productores de la CFmexicana denuestros das. En Ciudad Victoria, Jos Luis Velarde yGuillermo Lavn fun-daron en 1985 la multipremiada revista deliteratura general A quien corresponda(que ha celebrado concursosinternacionales de cuento y lleva ms de 100nmeros publicados; hoyse puede consultar en aquiencorresponda.spedia.net),en cuyas pginasaparecen con frecuencia cuentos y nmeros especiales dedica-dos a laCF. En Nuevo Laredo, Federico Schaffler lanz otra revista deliteraturafantstica Umbrales (50 nmeros desde 1992), que harecibido ms de un reco-nocimiento a nivel nacional. Con ayuda delos alumnos de su taller literario,Schaffler public la coleccin delibros Terra Ignota y, a partir de 2001, convoca-ron al premiointernacional de cuento fantstico Terra Ignota, organizado juntoconla AMCYF, el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes, laDirec-cin de Cultura del Ayuntamiento de Nuevo Laredo y un juradointernacionalde Argentina, Espaa y Mxico, en el que participaron317 cuentos de autores de26 pases.Puebla contina como la sede anual del concurso nacional decuento deimaginacin cientfica, abierto igualmente desde 1998 a losautores de fanta-sa, con lo cual los organizadores desvirtuaron lospropsitos originales delcertamen. En el presente el galardnconsiste en diploma y ocho mil pesos.Poco despus de creado esteconcurso, Jos Luis Zrate Herrera Zarrata yGerardo Horacio PorcayoVillalobos, dos incansables promotores y jvenesprolficos autoresque han logrado distinciones por su obra de CF dentro yfuera delpas, fundaron el Crculo Puebla de Ciencia Ficcin y DivulgacinCientfica,ayudaron en la organizacin de las primeras convencionesnacionales de auto-res del gnero, publicaron algunos nmeros delfanzine Prolepsis el primerode Mxico y la revista virtual Lalangosta se ha posado.En la capital de Tlaxcala se celebra anualmente desde 1997 elFestivalInternacional de Ciencia Ficcin y Fantasa gracias al apoyode AlejandroRosete Sosa, de la Universidad Autnoma de Tlaxcala ydel Proyecto Goliardos.
  • 17Hacia una vindicacin de la ciencia ficcin mexicanaEl estado de Yucatn y su capital Mrida son el punto de partidade la CFmexicana, pues en el convento de San Francisco en Mrida(hoy Museo deAntropologa), el errabundo fraile Rivas escribi elprimer cuento de esta lite-ratura en 1775; Jernimo del CastilloLenard public el segundo cuento delsiglo XIX (1849) y, EduardoUrzaiz, la primera novela del siglo XX (1919).La gran TechnotitlanEn la ciudad de Mxico se concentran la mayora de las editorialesy eventosrelacionados con la CF. Aunque no naci aqu estaliteratura, sino, como se hadicho, en Mrida, Yuc., gran parte delos autores de los siglos XIX, XX y XXI,surgieron y publicaron enesta capital. Aqu aparecieron tambin las primerasrevistasprofesionales y semiprofesionales de CF: Emocin, en la dcada delos30; Los cuentos fantsticos, en los 40 y 50; Enigmas, Ciencia yFantasa y Fantasas delfuturo, en los 50; Crononauta en los 60;Espacio y Cosmos 2000 en los 70; yAsimov Ciencia Ficcin en los 90;a ellas hay que aadir la revista de literaturaEquipo mensajero quecelebra regularmente concursos de cuento de CF y otrosgneros, ascomo los fanzines Anual y Sub, este ltimo ha llamado la atencinanivel internacional por su diseo vanguardista.Entre 1995 y 1997, se celebr la Convencin de Ciencia Ficcin,Comics yFantasa (MECYF), cuya organizacin corra a cargo de laeditorial VID, quelanz al mercado la coleccin de libros MECYF yconvoca anualmente al con-curso internacional de CF y literaturafantstica para escritores de habla his-pana. El premio es de 40,000mil pesos y publicacin de la obra ganadora.Desde 1999, la editorial Selector publica varios ttulos de CF, eincluyeuna serie especializada en el lector infantil, Que la fuerzate acompae! Jos LuisTrueba dirigi, entre 1998 y 1999, la coleccinde literatura fantstica deTimes Editores. En los aos 2000 y 2001,Gonzalo Martr estuvo a cargo de laeditorial marginal La TintaIndeleble, sello editorial que incluy varios ttulosde CF.H. Pascal, el ms prolfico autor nacional de fantasa, fund en1998 elCrculo Independiente de Ciencia Ficcin y Fantasa (CIFF) y elproyecto editorialGoliardos, dio vida al fanzine Azoth, el cualemigr, luego de cinco nmeros,a la world wide web; despus lanz lacoleccin Terra Virtual junto con la edito-rial Ramn Llaca, lasmicronovelas Azoth y, recientemente, las plaquetas ylibrosGoliardos, casi siempre en coedicin con la Universidad AutnomadeTlaxcala y otras instituciones culturales, con las que Goliardosorganiza mlti-
  • 18 La ciencia ficcin en Mxicoples festivales nacionales e internacionales en la ciudad deMxico,Tlaxcala y Puebla. H. Pascal tambin rene, desde 1999, a losmiembros delCIFF y el proyecto editorial Goliardos, que buscanreconocer no solamente lacreacin literaria, sino por igual a lo msdestacado en la investigacin y estu-dio de la literatura fantstica.El premio consiste en una escultura hecha porun artistareconocido.Academia e investigacinJorge Cubra, escritor y acadmico, imparti en la dcada de 1990 uncursosobre CF en la Universidad Iberoamericana; a partir de 1997,Rafael Bernal yAlberto Chimal, entre otros, imparten uncurso-diplomado de literatura fan-tstica y sus diversas ramas en laUniversidad del Claustro de Sor Juana.Miguel ngel Fernndez Delgado particip en el proyectoInnovativeTechnologies from Science Fiction for Space Applications(ITSF) de la Agencia Espa-cial Europea (ESA) y entreg un informe enfebrero del 2001.Hasta ahora, el estudio ms completo sobre la CF mexicana es elcaptuloIV de la tesis doctoral de Ross Larson, Fantasy andImagination in the MexicanNarrative (1977), aunque omite algunasnovelas y por completo las revistas, yabarca la produccin de Mxicohasta 1973. Gabriel Trujillo ha publicado dosestudios, LosConfines: Crnica de la Ciencia Ficcin Mexicana (1999) yBiografasdel Futuro (2000), ambos de gran utilidad, sin embargo,tambin incompletos yen los que no quedan claros los criteriosseguidos por su autor para distinguirla literatura de CF de otrosgneros emparentados. Ramn Lpez Castro dio aconocer en el 2001 suExpedicin a la Ciencia Ficcin Mexicana, en el que faltanasimismottulos y autores, y solamente es de cierta uilidad para los aos1984-2000. La fuente ms completa para el estudio de la CF mexicanaal presente,es la pgina web: www.ciencia-ficcion.com.mx
  • 19Qu papel juega en el conjuntode la ciencia ficcin mexicanael escritor que incursionauna sola vez en el gnero?POR JORGE MARTNEZ VILLASEOREsta pregunta inquietante puede muy bien servir de ttulo alpresente ensayosobre los escritores mexicanos que han escrito unasola vez alguna novela, cuento,relato o ensayo incursionando, pordecirlo as, en el gnero literario de CienciaFiccin en Mxico. Cabepreguntarnos: la obra de estos monoautores cien-ciaficcioneros haejercido alguna influencia en el desarrollo de la CF mexicana?Antes de proseguir, y a manera de prembulo, cabe aclarar que sloa grossomodo, podremos tocar ciertos puntos sobre el tema;especialmente por dos gran-des motivos: el primero, que a travs deltiempo se han perdido muchos valio-sos artculos y obras nicas deCF, escritas y publicadas por diversos autoresmexicanos.El segundo, que damos por hecho que algn autor tiene en el gnerounasola publicacin y resulta que aos antes (o despus) public otraobra uotras, o que no falta alma compasiva que ya una vez terminadoy publicado elcatlogo, nos seale que fulanito public antes enalguna revista o edicin deautor imposible de hallar.A pesar de tales limitaciones, este ensayo tratar de responder avarias delas interrogantes que se formulan la mayora de loslectores sobre losmonoautores del gnero. Y stas son:Si escribi esa obra, por qu no sigui escribiendo ms?
  • 20 La ciencia ficcin en MxicoLas respuestas son mltiples. La mayora, escribi por moda o porprobarseen un gnero nuevo y dej de hacerlo para continuar con sutemtica habitual.Ejemplo tpico, Toms Mojarro.Otros, porque consideraron que slo la CF les daba el ambientepropiciopara desarrollar una historia determinada. Ejemplo tpico,Martn Luis Guzmn.Algunos, por presiones extremas de la sociedad de su tiempo,cuando secrea que escribir ficciones cientficas era un ataque a lareligin y las creen-cias establecidas. Ejemplo tpico, fray ManuelAntonio de Rivas.Los menos, porque sintieron de repente el chispazo de lainspiracin, y yano siguieron porque nadie les publicaba su nicaobra, esto es, no pasaron deuna edicin de autor.Sin embargo, tales esfuerzos no fueron en vano, ya que todosejercieron yejercen una gran influencia en el desarrollo de la CFmexicana y son, porderecho propio, parte de la gran familiacienciaficcionera mexicana.Pero hay quienes se hacen preguntas escabrosas:Se puedenconsiderar como obras de CF los trabajos escritos por algunosautores que se han dedicado a escribir antes y despus en otrosgneros?Indudablemente que s, pese a ellos mismos, que absurdamenteniegan ha-ber escrito CF y titulan pomposamente a sus cuentos o novelas deanticipa-cin poltica o anticipacin ecolgica , ucrona o cualquierotra zarandajaparecida. Y lo son porque cumplen al menos con dos delas premisas funda-mentales de toda obra de CF:a) Hacen intervenir a la ciencia en su historia.b) Se mantienendentro de una realidad lgica que les impide saltar a lafantasa pura.Ejemplo tpico del renegado: Sandro Cohen.Quines y cuntos sonaquellos autores que, hasta el momento, se sabede ellos que tan slo han escrito una obra?Esta pregunta es muyfcil de contestar, basta con consultar el apndiceestadstico que figura al final del catlogo, para saber que 70%corresponde a estecaso.Esta cifra nos orilla a una reflexin. Cul es la composicin deesta por-cin?El anlisis del quin nos indica que la mayora pertenece a losescritoresbisoos, especialmente a quienes concursan y obtienen unpremio o una men-cin, a quienes envan una colaboracin a lasrevistas o a quienes publican
  • 21Qu papel juega en el conjunto de la ciencia ficcinmexicana…una edicin de autor. Esta mayora hace en s mismo inestablenuestro catlo-go, pues estamos imposibilitados de saber si acualquiera de ellos algn da sele ocurrir volver a concursar, volvera publicar y convertirse as en plenoescritor, y nos lleva aconcluir que nuestro catlogo debe revisarse cuandomenos cada cincoaos, aadiendo a quienes se convierten en cienciaficcione-ros decarrera y colocando a los casuales o de chiripazo en un apartado,deesta manera depurado, ser el indicador ms preciso del desarrollode la CFmexicana. La mayora surgi del certamen Concurso de Cuentode Ciencia FiccinPuebla, sa fue la cantera que provey de muchsimosescritores que no pasa-ron de un cuento, pese a haber ganado elprimer premio, pero tambin de otrosque siguieron en la brega.Pero quedan los que no fueron producto de una casualidad, sinoque ma-duraron pacientemente su obra nica. A estos los podramosclasificar princi-palmente en tres categoras:a) Los precursoresb) Los propagadoresc) Los innovadores.Ejemplo tpico de precursor es fray Manuel Antonio de Rivas,quien publi-c en 1775, y tambin quienes publicaron en el siglo XIXy primeras dcadasdel XX, antes de que a Hugo Gernsback se leocurriera denominar a este gne-ro especulativo, ciencia-ficcin.Entre los propagadores se encuentran escritores famosos, comoMartnLuis Guzmn, Francisco L. Urquizo, Gerardo Murillo (Dr. Atl),Enrique Gon-zlez Martnez, Ermilo Abreu Gmez y otros, quienesabrieron los caminos yespacios de la CF mexicana, aunque no lahayan cultivado sistemticamente.Los innovadores monoautores, ya se dijo antes, son autoresmodernossurgidos del Premio Puebla y de la revista Umbrales, elloshan obtenido 25 men-ciones honorficas desde 1984 a 1997 en elPuebla, en el Kalpa, 25 monoautoreshan sido nominados comofinalistas, y en los certmenes del IPN, 15 hanobtenido menciones yprimeros lugares.Algunos de estos monoautores son ensayistas que han contribuidoa in-formar e interesar al pblico mexicano en la lectura ydesarrollo de las obras deCF mexicana, as como a la divulgacin queha tenido ms all de nuestrasfronteras.Finalmente, insisto, si bien la presente cronologa refleja condecorosaaproximacin el estado actual de la CF mexicana, debeajustrsele peridica-mente con el fin de precisar el exactodesarrollo y perspectivas del gnero.
  • 23Diez autores que escaparona las antologasExisten hasta el ao 2002, diez antologas de narrativa mexicanade CienciaFiccin, predominando en ellas el cuento. Ah encontramos alos autores msrenombrados de la CF mexicana, sin embargo, comosucede siempre en mate-ria de antologas, por causas diversasalgunos escaparon a los compiladoresno obstante poseer trabajos muyimportantes dentro de este gnero.Con el fin de subsanar algunas de estas omisiones involuntarias,aqu in-cluyo diez de estos autores los cuales naturalmente, figuranen el catlogo,incluyendo a dos escritores prcticamente inditos,parte de la generacinms joven del gnero.Estn agrupados por el orden cronolgico de su nacimiento.En todoslos casos se anexa una pequea noticia del autor.UN HOMBRE SENCILLO DE FOBOSMarco Aurelio Almazn (1922)Es un autor eminentemente humorstico y, como tal, susfrecuentesincursiones por la CF llevan ese sello.La otra noche logr atrapar un Objeto Volador No Identificado(OVNI), aun-que en esta ocasin s pude identificarlo plenamente. Eraun ovni pequeo.
  • 24 La ciencia ficcin en MxicoA eso de las once me encontraba leyendo en mi despacho con laventanaabierta para el calor, cuando de pronto se col algo quevolaba vertiginosa-mente y en zigzag, esquivando la lmpara, lassillas y los libreros. Creyendoque se trataba de un murcilago alque le tengo mana porque se fuma mispuros y defeca sobre mispapeles, rpidamente cerr la ventana y ech el pes-tillo. La puertaque comunica a la habitacin con el resto de la casa tambinestabacerrada, o sea que el intruso no tena escapatoria. Por algunossegun-dos continu revoloteando, hasta que se pos delicadamentesobre mi escri-torio. Fue entonces cuando pude darme cuenta de quese trataba de un ovni.Era un objeto de forma lenticular, de unosveinte centmetros de dimetro, decolor acerado y con una serie deventanillas alrededor. Una de stas se abri ypor ella asom unhombrecillo de color verde con reflejos tornasolados.Vaya! Dijo en correcto espaol, aunque con acento un pocoextraoque no pude localizar. Ahora s que la he regado…Quin es usted? Le pregunt cuando recuper el habla.Si le dijerami nombre repuso un poco impaciente, no podra pro-nunciarlo; pero puede llamarme Pepe. Soy habitante de Fobos, elms peque-o de los satlites del planeta Marte. Sabe dnde queda?Hombre, naturalmente. Nunca he estado ah, pero s que Fobos yDeimosson los dos satlites de Marte, ambos muy pequeos, de sloalgunas docenasde kilmetros de dimetro y que fueron descubiertos(telescpicamente hablan-do) por el clebre astrnomo Asaph Hall en1879. Los dos son muy veloces ysus periodos de revolucin alrededorde Marte son casi centroamericanos.Cmo que casi centroamericanos? Pregunt el hombrecilloextraado.Quiero decir que son muy frecuentes: de treinta horas paraDeimos ysiete horas cuarenta minutos para Fobos. Por cierto que esteltimo, a diferen-cia de los treinta y dos satlites conocidos, giraa mayor velocidad que supropio planeta, lo cual plantea una de lasms arduas dificultades a la hipte-sis cosmognica de Laplace, ademsde que nos pone en un brete a quienestratamos de explicarla.Visiblemente complacido por mi erudicin astronmica, elhombrecillosalt de su artefacto y se aproxim al borde delescritorio. Tena toda la formade un ser humano, excepto que medacinco centmetros de estatura, era decolor verde con reflejostornasolados como ya se dijo y tena siete dedos encada pie. Estoltimo no se adverta a primera vista, ya que vena calzado,pero l melo dijo despus.Es usted astrnomo? Me pregunt.
  • 25Diez autores que escaparon a las antologasNo, seor repuse. Yo soy solamente exnufrago del AndreaDoria;pero hace diez aos me compr la Enciclopedia Britnica paracultivarme unpoco. Todos los das leo un captulo en el bao. Ahoravoy en la letra M y pre-cisamente hoy en la maana le el captulocorrespondiente a Marte, razn porla cual estoy tan enterado. Lasemana pasada me chup a Armando Manzanero,que es casi de laestatura de usted.Y no se le moja? Volvi a preguntar el hombrecillo.No se me mojaqu? Pregunt a mi vez.La enciclopedia. Como dice usted que la lee enel bao…Bueno, hombre, pero no la leo precisamente bajo la ducha.La leo cuandoestoy sentado, en postura semejante a la de El Pensador, deAugusto Rodin.Ah, vaya! Sonri el hombrecillo. Es un modo un pocoextravagantede asimilar cultura, pero algo es algo.El marcianito se sentsobre un diccionario y encendi un minsculo ci-garrillo.Y usted? Le pregunt al cabo de un rato. Qu hace porestosmundos?Estoy en viaje de rutina contest encogindose dehombros.Imagino que pertenece usted a esa plyade de seresultraterrestres quedesde hace aos nos observan desde sus platillos voladores, no esas?As es, en efecto.Y dgame usted volv a preguntar: Para qu nosobservan? Acasopiensan ustedes conquistarnos y luego colonizarnos? O ser que sehan alar-mado por nuestras explosiones nucleares y temen quevayamos a alterar elorden csmico?El hombrecillo de Fobos solt una carcajada.No hombre, qu va! Loque sucede es que casi todos nosotros somosargumentistas, y dibujantes de tiras cmicas y de folletines deciencia ficcin,por lo que peridicamente venimos a la Tierra pararecopilar material. Sin pre-tender ofenderlo, ustedes losterrestres nos resultan extraordinariamente chus-cos y hastagrotescos. Con decirle a usted que siempre los representamoscomominsculos hombrecillos de color verde y con cinco dedos en cadapie. Losnios y muchos adultos de nuestro planeta y satlitematerialmente devoranlas historias e historietas de terrcolas. Porcierto que los representamos comoseres rarsimos y hasta un pocoidiotas. Para nosotros, ustedes son una inago-table fuente deentretenimiento y diversin.
  • 26 La ciencia ficcin en MxicoPELIGROS DE LA ANTIMATERIASe llama antimateria a la sustancia formada por antipartculas,tales como elantiprotn, el antielectrn, el anticuerpo, etc. Suspropiedades son exacta-mente las contrarias de la materia. A todamateria corresponde una antimateriay viceversa, es decir, queexiste un caballo, tambin existe un anticaballo; siexiste unsubmarino, existe un antisubmarino. Si existe un seorRodrguez,igualmente existe un seor antiRodrguez, y as por elestilo.Afortunadamente, materia y antimateria moran en lugares deluniversotan alejados entre s, que una colisin resulta altamenteimprobable. Sin em-bargo, si a causa de un descuido o de un azarcualquiera la materia entra encontacto con su correspondienteantimateria, se produce una violenta explo-sin y ambas sevolatilizan.El conocimiento de esta teora esclarece muchos enigmas que antescare-can de explicacin, como en el caso de las sbitasdesapariciones de personas,atribuidas a crmenes, suicidios,secuestros o a simple brujera. La ciencia citacasos de jovencitasen camiseta con letreros sicalpticos, que desaparecieransbitamenteal entrar en un cine. Desaparecieron no solamente los letreros,sinotambin la camiseta y la jovencita que llevaba adentro. O el deavionesque salieron de la ciudad X y nunca llegaron a su destino.Y, sin que hubierahabido secuestro de por medio, el de maridos quesalieron a comprar cigarrosy jams volvieron a sus hogares; o el depjaros que hicieron explosin en elaire al rozar con sus alas lasalas de otros pjaros.Qu fue lo que ocurri en todos estos casos? Pues sencillamenteque esasjovencitas, esos aviones, esos maridos y esos pjarosentraron en contactocon sus antiellos acaso invisibles para lapupila humana; estallaron, sedesintegraron y desaparecieron sindejar el menor rastro.Se ha esgrimido este argumento para justificar la vacuidad deciertas cabe-zas, cuya ausencia casi absoluta de ideas es causa deasombro para propios yextraos, y nos deja a todos perplejos. Perono es que estas cabezas alegan losdefensores de la tesis yprincipalmente los dueos de las cabezas, hayancarecido siempre deideas. Estas testas una vez tuvieron ideas, estuvieronllenas deellas, saturadas de ideas, pero chocaron con suscorrespondientesantiideas, que flotaban en el espacio, y puff!, noqued huella de unas ni deotras.Sin embargo, lo que s es evidente es que en algn lugar deluniverso existeun antimundo exactamente igual a ste en que vivimos,slo que de signo
  • 27Diez autores que escaparon a las antologascontrario: un antimundo con sus anticontinentes, sus antimares,sus antimon-taas, antisenadores, antiterroristas y antioficialesquintos de Hacienda.Ahora bien, determinados seres vivientes y algunos objetosinanimados deese distante antimundo a veces pasan a nuestro mundo,sin que se sepa cmo lolograron, ni qu medios de transporteutilizaron. El caso es que llegan aqu,entran en contactoaccidentalmente con sus equivalentes de signo contrario ysurge latragedia; es decir, se topan el ser y el antiser y zas!, surge laexplosiny ambos se volatilizan, sin que vuelva a saberse nada deellos en este mundoni en su antimundo.Yo s que en algn lugar del Cosmos y no queda excluida laposibilidadde que en esta misma galaxia, existe mi antiyo,individuo extremadamentepeligroso para m, como yo para l; y cuyotrato me conviene rehuir. De ahque siempre vea con sospecha y meprevenga contra individuos cuya presen-cia fsica se asemeja a lama. Nunca puedo estar seguro de que no sea miantiyo, con el riesgode que, si nos rozamos, ambos quedaremos convertidosenchicharrn.Tal vez resulte pusilnime mi actitud, pero ante cada sujetodesconocidoque me presentan y que se parece a m, cuya mano me veoobligado a estre-char, no puedo evitar en el momento de tomarcontacto con su epidermis, elcerrar los ojos y volver el rostro aotro lado mientras recorre mi mdula unrpido escalofro de terror,esperando que se produzca el traquidazo. Por esoruego atentamente alas personas que se parezcan a m en lo fsico, que meperdonen si noles estrecho la mano ni les doy una palmadita en la espalda. Lohagoen bien de los dos; porque a lo mejor somos anticuerpos,antimateria eluno del otro y la explosin se va a or hasta lafrontera con la hermana rep-blica de Guatemala.
  • 28 La ciencia ficcin en Mxico
  • 29Diez autores que escaparon a las antologasEL BLANCOJorge Tenorio Bahena (1932)Fue un escritor prolfico, pero de temas educativos.Sin Ventajaparece ser el nico libro de CF que escribi.Lstima, se adelant mucho a su poca.Ya est todo previsto doctor, confieso que unas partes no sonobra nuestra,tuvimos que recurrir a la colaboracin cientfica detodo el Sistema. No slohemos utilizado sus conocimientos sino latcnica tambin. Por ejemplo, esosdiapasones de microrresonancia sonaportacin del exterior. El acelerador li-neal fue tambin construidofuera de nuestro planeta, as como los trescientosmagnetos.Entiendo, en estos tiempos ya nada pertenece a un planetadetermina-do… He revisado planos y clculos, todo essatisfactorio. Desde luego queesto es secundario, ms an si losexperimentos del doctor 28 G pueden con-siderarse como un slidoantecedente. Todos los blancos fueron perfectos.Confe usted, doctor, tenga la seguridad de que podr obtenerlafluorografa del rompimiento. Con su detector ser posible filmartodas laspartculas y obtener el videograma de cada una de ellas. Laonda de choquequedar registrada aqu en el flotador.Hablo de precisin porque sin ella no podremos tener una pruebaacep-table de la eficacia de mi detector. Del xito de esteexperimento depende quelo coloquen en el lanzamiento de maana. Nolo aceptan hasta tener unaprueba satisfactoria. En los experimentoshechos en otros sincrotones, no hasido posible demostrar suefectividad por la falta de precisin. Este ensayo esdefinitivo parami detector. Conozco su perfeccin, pero es necesario conven-cer amis colegas.Este sincrotn ha sido utilizado varias veces, y el protn siemprehadado en el blanco, con una exactitud absoluta. Por eso preferimosesa partcu-la, los electrones hacen ms complicado el proceso.Todo est listo para el disparo. Qu blanco se pondr?Arsenato deGalio, tiene mayor fluidez en los campos, y en caso de quela ruptura no sea terminada, podr obtener las grficas de lasondas de cho-que. As quedar completo el fluorograma… Permtameverificar personal-mente el disparo… me asombra la sutilidadtcnica con que ha logrado controlarel trote del protn.
  • 30 La ciencia ficcin en MxicoEl encargado de colocar el objetivo extrajo del tablero elblanco sealado,un pequeo dispositivo semejante a una lupa,conteniendo en el centro de lapelcula una mancha del Arsenato deGalio. Luego lo coloc en el lugar desti-nado.Todo listo, aparatos y campos estn en situacin correcta.Bien,haga el disparo. Dentro de dos minutos estar convencido de laprecisin de este acelerador de partculas.El sincrotn funcion ala potencia graduada, la vigilancia del doctor 17 Treforz la mantenida por los tcnicos. Los computadorescontrolaron el pti-mo funcionamiento de los aparatos.Doctor Roldn, venga a ver esto. He descubierto un cometa, sedesplazaa gran velocidad. Est cerca de Altair.Djeme ver… Cambie la placa cada ocho segundos, no debemosperdersu trayectoria. Tiene un comportamiento muy interesante,parece una Desbo-cada, pero demasiado rpida y con cauda.Es muy rpido… Doctor!, est emitiendo seales de radio. Loenfococon el receptor?-S, pronto. Es raro que emita seales de radio, hasta hoy no seha regis-trado algo parecido.Mire el osciloscopio. La seal es igual a las que despiden loscuazar tipoHaro.Enve mensajes a Jodrell Banck, Monte Wilson, a Palomar… y alprofe-sor Ronald en Australia. Notifique posicin y frecuencia.Tengo la seguridadde que este cuerpo es de naturalezadiferente.Su situacin est cambiando alternativamente, parece oscilar.Pondrel espectrgrafo para obtener la intensidad del brillo en lacauda.Al da siguiente todos los peridicos dieron a conocer eldescubrimientodel doctor Hernndez. El cometa de Hernndez quedregistrado en el cat-logo como H-306. Fue objeto de acuciosasobservaciones. Sus caractersticascomo el movimiento, fluctuacin delintensidad de la luz, emisor de ondas deradio, desplazamientoondulatorio… lo hicieron el principal foco de estudio entodos loobservatorios del mundo. Las teoras surgieron, se fueronsucediendohasta llegar a la simple especulacin.Despus de tres semanas el H-306 era tema obligado en todos losmediosnoticiosos. Las investigaciones y conjeturas semultiplicaban.El comportamiento de la cauda es muy especial, tal parece que nofor-ma parte de l, es provocada con su movimiento. Es semejante ala que dejanlos cuerpos que se mueven en un cuerpo denso.
  • 31Diez autores que escaparon a las antologasDoctor Hernndez, verifique direccin y calcule trayectoriaprobable.He obtenido datos que es indispensable corroborar; tanpronto obtenga elresultado comunquemelo.Los reportes se cruzaron entre los principales observatorios. Seacordguardar absoluta discrecin.Doctor!, los clculos dan un resultado alarmante; en ochenta ynuevedas se encontrar con el Sol; el choque es inminente. A menosque…Analic las interacciones gravitacionales y no es posible pensaren unadesviacin… Los reportes recibidos concuerdan con nuestrosclculos.En la tarde de ese mismo da, los doctores Hernndez y Roldnrecibieronorden de trasladarse a las Naciones Unidas; el Consejo deSeguridad haba con-vocado a una reunin de hombres de ciencia. Laconferencia se realizarainmediatamente. Se dispusieron todas lasfacilidades para intensificar las ob-servaciones al H-306.La conferencia reuni a los novecientos hombres de ciencia msdestaca-dos del orbe: principalmente fsicos, astrnomos yastrofsicos.El cometa Hernndez era visible en las horas que precedan a laaurora ydurante las primeras horas de la noche.Las sesiones de los cientficos se efectuaban en privado. Losparticipanteseran acosados por los periodistas de las agencias denoticias ms importantes,procurando reveladoras entrevistas. Porresolucin de la Asamblea Generalde la ONU, todos los gobiernosdeban hacer un llamado a sus astrnomospara que se abstuviesen dedivulgar el producto de sus observaciones. Los me-dios propagadoresde noticias fueron sometidos a una serie de restricciones.A los sesenta das de la inminente colisin, los datos del H-306eran lossiguientes: Distancia del Sol, 155 520 millones dekilmetros; velocidad, 108millones de kilmetros por hora un dcimo dela velocidad de la luz;intensidad de brillo, 1900 bujas. Poda servisto las 24 horas del da.Las reuniones en la ONU se hicieron cada vez ms frecuentes,hasta insta-larse las sesiones permanentes (CPO-H-306). Seconsideraron varios proyec-tos y se acord llevar a cabo ladesintegracin del cometa. A la prensa se leinform que el objeto delas reuniones era aprovechar al mximo los estudiosque podanderivarse del fenmeno.La nica persona autorizada para dar comunicados a las agenciasinforma-tivas era el secretario general.Seores, la situacin es apremiante, el H-306 se desplaza a unaveloci-dad que nos obliga a efectuar los lanzamientos cuando menosveinticinco dasantes de la fecha de colisin, una hora despus serademasiado tarde. Los
  • 32 La ciencia ficcin en Mxicoproyectiles ms rpidos de que disponemos tienen una velocidadpromedio detres mil kilmetros por segundo, lo que significa untiempo de recorrido alafelio de la rbita de Plutn de veinticincodas. Para mayor seguridad, elcontacto debemos hacerlo a tres ocuatro mil millones de kilmetros de esepunto; o sea que la fecha delos disparos debe hacerse entre los das veintio-cho y veintinueveantes de la hora cero.Da 45 antes de la hora cero: Distancia al Sol del H-306, 116 640millonesde kilmetros; intensidad de brillo, 6×10 bujas, tres vecesms que la del Sol.La duracin de la noche se ha reducido al mnimo. Comienza aaumentarla temperatura. Los tcnicos indican los medios apropiadospara evitar lascatstrofes que se prevn a causa del deshielopolar.En el Centro Permanente de Observacin de H-306, se recibencontinua-mente reportes de los grandes centros industrialesencargados de fabricar elequipo para la destruccin del cometa. Elmovimiento areo se concreta altrasporte de tcnicos y materiales.Las comunicaciones sufren interferencias.En todas partes los gobiernos aplican fuertes sanciones a losnoticierosque hacen circular rumores alarmantes.El pnico es inminente.Segn lo acordado, los disparos se harndesde Siberia, Australia, Indo-nesia, el Sahara, Chile, California y Tobago. En los primerosproyectiles irncargas de explosivos nucleares. Dos das despus selanzarn los portadoresdel detonador Lieben, que de acuerdo a susdispositivos provocarn una reac-cin en cadena con los tomos delH-306, causando su desintegracin inme-diata.Da 35 antes de la hora cero: Distancia del cometa, 90 720millones dekilmetros. Intensidad de brillo y emisin radiactiva enaumento gradual. Suresplandor ha eliminado las noches. Debido a sumovimiento ondulatorio apa-rece en diferentes puntos delfirmamento.Los puestos de observacin metereolgica registran alarmantescambios.Es imposible seguir ocultando la realidad al pblico, la ONUacuerda sesionarante los periodistas. La noticia del peligro querepresenta el cometa es dado aconocer por los cientficos, as comolos trabajos que se estn efectuando parasu destruccin.La psicosis causada por la noticia dio motivo a la creacin delorganismoencargado de mantener una serie de programas para ladifusin mundial, conla directa participacin de psiclogos…. Afortunadamente la mayora de los grupos ha cumplido con suscomi-siones. En algunas bases se est terminando el montaje de losproyectiles, los
  • 33Diez autores que escaparon a las antologasprimeros disparos se harn dentro de cinco das. Los detonadoresLieben serndisparados cuarenta y ocho horas despus debido a unretraso en su construc-cin. En caso de alguna contingencia elcondensador de ondas ser instaladoen las Islas Galpagos en quincedas ms. Todos sabemos que nadie desearecurrir a l, de hacerloprovocaremos la fuga de nuestra atmsfera.Da 28 antes de la hora cero: Distancia al Sol, 72 576 millonesde kilme-tros. Aumento del tamao visible del cometa, su brillo haopacado al Sol.El espectculo infunde terror. Siguen las advertencias de noexponerse alas radiaciones. El histerismo colectivo sigue causandoestragos. Las autorida-des redoblan sus esfuerzos para impedir losbrotes de pnico, intensificandolas conferencias televisadas a cargode psiclogos, cientficos y sacerdotes.Los mensajes del Vaticano sehacen ms frecuentes, recomiendan plegarias yresignacin.De los noventa proyectiles lanzados; tres fueron destruidos, dosen elespacio y uno en tierra. En este ltimo no explot la carga sinembargo pere-cieron quince expertos en balstica. Las plataformas enel espacio corrigen ladireccin de los cohetes. Muchos de ustedesvan a ser puestos en rbita paraasesorar al personal que ahoramanipula los controles… Se han realizado losdisparos con losdetonadores Lieben, nuestras esperanzas estn en ellos.Cada uno de ustedes tiene instrucciones para sus grupos detrabajo; losque van a ser puestos en rbita salen la tarde de hoy asus respectivas bases.El grupo que va a las Islas Galpagos saldrmaana temprano.Da 15 antes de la hora cero: Distancia al Sol 38 886 millones dekilme-tros. Distancia entre los ltimos proyectiles y el cometa: 35193 400 millonesde kilmetros. Los cohetes lanzados dos das antesestn a 33 696 millones dekilmetros de su objetivo.Se veta la informacin en detalle de las catstrofes ocasionadaspor losfenmenos atmosfricos. El cometa aparenta tres veces el tamaodel Sol; laluz es cegadora y el calor asciende.Todos los aviones y barcos son ocupados en la diseminacin desustanciasvaporizadoras en el mar tratando de atenuar as el aumentodel nivel causadopor el deshielo polar.Da 5 antes de la hora cero: Distancia del H-306, 13 288 millonesde kil-metros. Los primeros proyectiles harn contacto dentro dealgunas horas. Losque lleven los detonadores Lieben estn a 518 400millones de kilmetros delpunto de contacto.La mayor parte de la poblacin habita en edificios y tnelesacondiciona-dos. El nmero de suicidios aumenta. Los animales soninyectados con sus-
  • 34 La ciencia ficcin en Mxicotancias que reducen la pupila para evitarles la ceguera, los mssusceptiblesson recogidos en depsitos especiales para preservar lasespecies.A causa de la alta temperatura y la fuerte radiactividad, hancesado lasactividades a la intemperie; las brigadas de auxiliotransitan las calles cubier-tas con trajes especiales. Loscristales de los edificios son oscurecidos parareducir laintensidad de la luz.Las perturbaciones atmosfricas se hacen cada vez ms graves;masas deaire se desplazan vertiginosamente originando bruscoscambios de tempera-tura. La densidad de la atmsfera aumenta debidoa la vaporizacin. Los cam-pos se llenan de cadveres en proceso decalcinacin.Comunicados de los observatorios astronmicos anuncian la fuga deunsatlite de Saturno y ven con temor que la zona de los asteroidesempieza adespoblarse. Hay contradiccin en los clculos que prevn laruptura de lasrbitas de Urano y Saturno en las prximas treinta yseis horas.Los gobiernos levantan las restricciones y facilitan a lapoblacin el uso detranquilizantes y dems drogas. Desde hace das lostemplos estn abarrota-dos, la gente rie por lograr un lugardentro.En las Islas Galpagos se trabaja intensamente en el ensamble delCon-densador de Ondas. Los comunicados del secretario general de laONU soncontinuos….Los primeros proyectiles han hecho contacto… no lograron sucometido;se desprendieron algunas partes, pero la situacin sigueigual. Confiamos en eldetonador Lieben. El prximo contacto eradentro de cuarenta y seis horas.El Consejo de Seguridad acord el lanzamiento de las cpsulas deltiempo.Durante 10 000 aos viajarn por el espacio despidiendo sealesen una clavebasada en las constantes de la ciencia. Adentro para lahistoria de la humani-dad, hasta los ltimos datos del H-306,posible causa de su destruccin.Tres das antes de la hora cero:60, 59, 58… Dios mo…! 47, 46,45… todo marcha a la perfeccin, 30,29, 28, 27… Estn terminando el montaje del Condensador. Maanapodrfuncionar… Maana ser demasiado tarde… 13, 12, 11, 10, 9,8… GranDios…! 5, 4, 3, 2, 1…El cielo se cubri con una intensa luz fosforescente acompaada deml-tiples destellos. Los murmullos de los templos y demanifestaciones de histe-rismo cesaron. El planeta permaneci ensilencio largo rato.Los cientficos realizaban las lecturas de sus aparatos con larespiracinen suspenso…
  • 35Diez autores que escaparon a las antologasLa humanidad seguir viviendo acaso un rato para que elsecretariogeneral pueda seguir hablando, gracias a los hombres detodos los continen-tes. Nunca antes el gnero humano estuvo tanunido como ahora: Hernndez,Scott, OHara, Lieben, Min-Tauh,Kamashaki, Stantikov, Papanicolau… to-dos lo hemos logrado. Elpeligro dej de existir. Los fragmentos, si es que loshubo, quedaronfuera de nuestro Sistema. Las colisiones provocadas por elcometa enotras constelaciones no tendrn repercusin para nosotros…Ahorasabemos que hay otra clase de cuerpos celestes que sedesplazan siguiendoprincipios que nuestra ciencia an ignora y quesu conocimiento vendr arevolucionar los conceptos actuales… As,el H-306 ha sido el instrumento deunin ms fuerte de nuestracivilizacin.Los tumultos de jbilo surgieron en todas las ciudades, lasmanifestacio-nes de alegra siguieron a las palabras del secretariogeneral. La muchedumbrerindi homenaje a todo lo que representaciencia.Conforme pasaba el tiempo los diarios iban dando informacinsobre losdaos causados por el H-306. Aunque el planeta tardara aosen regularizarsus ciclos meteorolgicos, y se esperaba la escasez dealimentos, la alegra y elsentimiento fraternal disminuan laimportancia de los problemas futuros.Las vctimas humanas sobrepasaron los quince millones. La faunaquednotablemente reducida; a pesar de eso la restitucin de lasespecies se vio conoptimismo.La ciencia qued situada nuevamente ante los umbrales de unaperspecti-va que se abra ante los ojos del investigador.Listo doctor, saque el detector. La fluorografa ser perfecta.Lapuerta circular que da acceso al sincrotn se abri, el doctor 17 Tentransioso, ayudado por los tcnicos sac de su detector la esperadafluorografa,luego la puso en el dimensor.No hay nada registrado!No es posible doctor. Certifique en laCmara de Niebla.Por favor localicen el defecto y repitamos elexperimento.Lo siento, doctor, no es posible hacer otro disparo enlas prximas se-tenta y dos horas. Debemos esperar hasta que desaparezcan loscampos.Examinen el blanco.La pequea mancha de Arsenato de Galio, enla pelcula de celuloide, nomostraba alteracin alguna.Siempre hemos tenido blancosperfectos. La precisin de este sincrotnno puede ponerse en duda. Usted vio, fue un protn limpio. Esinadmisible un
  • 36 La ciencia ficcin en Mxicoerror como ste, ni en los pequeos aceleradores se encuentranestos errores. Elmargen de error en un acelerador normal es demilsimos de microunidad. Eneste caso excedi las veinte unidades quemide el dimetro del objetivo quecontiene el blanco.Doctor, los detectores registraron la partcula hasta undiezmillonsimode microunidad antes de llegar al objetivo. Despusdesapareci.Qu la desvi?No fue desviada. De haber sido as lo hubisemosdetectado, y no huboregistro alguno. Tal parece que se desintegr.Desintegrarse,pero…Habr que revisar tericamente el experimento, quiz estamosante unnuevo fenmeno.Dada la incertidumbre, se procedi a la verificacindel funcionamiento decada aparato. Todos registraron un trabajo normal, por lo que seacord hacerlos preparativos para otro disparo tan prontodesaparezcan los campos.Mientras el blanco qued colocado en el tablero con los demsobjetivos.EL ANILLO DE SANTA CLARATambin le sorprendi?Es fabuloso!Maana vendr un representantepara cerrar la operacin.La opinin pblica cubri de elogios a lamaqueta nmero nueve, expuestapor una firma desconocida.Los empresarios que lanzaron laconvocatoria para la construccin delque habra de ser el estadio ms grande del orbe, sonrieronsatisfechos. Esta-ban orgullosos de ser ellos los promotores de laobra.Se presentaron al concurso cincuenta y dos trabajos.Todos deinnegable calidad; la mayor parte conjugaban un diseo audazcon la tcnica moderna. Pero ninguno se aproxim a losimpresionantes datosdel proyecto sugerido por la Constructora Orin,S. A. Cupo: seiscientos no-venta mil espectadores, cmodamentesentados y con un ngulo visual quepermita la apreciacin del atletaen una proporcin de dos quintos de la esta-tura real (algosorprendente, si se tiene en cuenta el cupo).Las especificaciones tcnicas fueron objeto de controversias yadmiracinpor parte de los entendidos en la materia. Y como si nobastara para dejarboquiabierto a cualquiera, el plazo deconstruccin no excedera cuatro me-
  • 37Diez autores que escaparon a las antologasses, comprometindose la empresa a cubrir astronmicas sumas enmultas,por cada da que sobrepasara la fecha de entrega.Bien, seores, ahora no queda otra cosa ms que trabajar. Lesaseguroque han hecho una magnfica inversin. Mi compaa les garantizael xito. Porlo pronto estamos desplegando gran publicidad para quetengan lleno completoel da de la inauguracin…Miles de citadinos hicieron del lugar donde se inici la obra, elpreferidopara sus paseos. Surgieron problemas de trnsito por lainesperada afluenciade visitantes. A decir verdad, el desarrollo dela obra constitua un espectcu-lo. Adems de lo novedoso del sistemaempleado, como la levitacin magn-tica, se admiraba la efectividad ydisciplina de los trabajadores (que por sumanera de conducirse elpblico les dio el mote de robots).A cada minuto que transcurra iba tomando forma el inmenso anillodeplasticreto, material que la empresa explotaba en exclusiva segnexplicun tcnico, gracias a la patente que obra en su poder.Los empresarios levantaron encuestas para escoger los equipos deftbolque habran de presidir la inauguracin.Se acord enfrentar una seleccin americana a otra europea. Ambasten-dran para su entrenamiento el mismo tiempo utilizado en laconstruccin delAnillo de Santa Clara. As comenzaron a llamarlo losperiodistas por su formay lugar donde estaba erigindose.Los ltimos das del plazo avivaron la creciente emocin delpblico.Por fin, el anillo reluciente qued terminado.El da de lainauguracin la gente se volc en su interior desde muy tem-prano. El hecho de estar techado lo hizo ms confortable: Quasientos! Y elsistema de locomocin! Rampas movedizas instalabanautomticamente alespectador frente a la cancha. Una ovacinespontnea brot de todos, evi-dentemente tributada a losconstructores. A gritos los hicieron presentarse enel centro de lapista. Por un instante acapararon ms la atencin que el espera-doencuentro.Poco a poco el ambiente se fue serenando. An se escuchaba el ecode losltimos aplausos, cuando volvi a tronar una explosin dealegra. Aparecie-ron los jugadores de ambos equipos.La emocin alcanz el clmax cuando el rbitro se llev el silbato ala bocapara marcar el inicio del encuentro.Al sonar, el inmenso estadio comenz a ganar altura a unavelocidad vertigi-nosa. A los pocos segundos semejaba un anillo debodas en el firmamento.
  • 39Diez autores que escaparon a las antologasEL MECANISMO DEL DOLORManuel Becerra Acosta (1932-2002)Su fama, bien cimentada y digna, es de periodista.Pudo ser unbuen escritor de CF, pero su vida turbulentano le permiti sino escribir tres cuentos del gnero.Los tres,antologables.No tena aspecto de criminal aquel hombre sobre el cual converganlas miradasde los jueces, abogados, mdicos, testigos y curiosos quellenaban la sala deaudiencias.Impasible, con la mirada perdida en el artesonado cubierto depolicromadasfiguras, el acusado oa, casi indiferente, larequisitoria del Fiscal, quien tras delarga exposicin sintetizabael proceso.Nueve personas haban sido vctimas de su falsa ciencia, de su afndes-medido de gloria, de su ignorancia criminal. No era la vida,que ms valiera, loque haba arrebatado a aquellos seres, sino larazn, el ms preciado de losdones concedidos por Dios al hombre paradistinguirlo de los dems seresvivientes.Sus audaces y atrevidos experimentos haban provocado terriblestrastor-nos cerebrales en sus clientes, a quienes haba hundido enun caos al produciren ellos lesiones incurables en la fisiologanormal de sus centros nerviosos.Sosteniendo teoras insostenibles; proclamando principioscientficos sinbase y que fueron slo producto de su mente insana,ese hombre se hizo pasarcomo distribuidor supremo de la felicidad.Se deca capaz de hacer dichoso aldesgraciado, de dar ventura aldesventurado, tranquilidad al posedo y satis-faccin al ambicioso.Como Dios mismo, ofreca la felicidad, ofreca aguacristalina y puraa un pueblo que se mora de sed. No es la felicidad en laTierra elsupremo anhelo de los humanos?Su mercanca tena demanda extraordinaria y a l recurrieron loscrdulosy los ignorantes, pero tambin fueron los desdichados y losque, sin tener fe enla vida inmortal del alma, creyeron posibleencontrar en la Tierra la dichaperdurable.El resultado ya lo sabis por la lectura del expediente. All estnnueveenfermos impedidos, por las lesiones que recibieron, para elfuncionamientolibre de su razn. Todos ellos han sido clasificadospor los siquiatras teniendoen cuenta las desviaciones patolgicas desus sentimientos y de sus inclina-ciones, y todos han sidodeclarados incurables. Est all una mujer que padece
  • 40 La ciencia ficcin en Mxicodismnesia, un piromaniaco, tres imbciles y cuatro hombres aquienes faltantotalmente las aptitudes afectivo-activas que, con lamemoria, el juicio y lainteligencia, forman en cada hombre supersonalidad.Si pudiramos acusar a este falso apstol de la Felicidad, demltipleshomicidios, quiz aparecera en nosotros algn vestigio declemencia para lporque podramos aducir la irresponsabilidad mentalo la tendencia ingnitaal crimen; pero si este hombre no ha matado anadie, es mil veces peor lo queha hecho; ha respetado perversamentela vida de sus vctimas para que seanen el resto de su existenciaalgo menos que bestias: sombras fatdicas, espec-tros vivientes,cuerpos sin alma, personificacin diablica del dolor humano.La muerte para este criminal disfrazado de semidis que debihaber na-cido en el siglo V del vientre de una hechicera desalmada,sera ms que uncastigo, un premio. No hay que arrebatarle la vidasino alargrsela, para quesea su expiacin la tortura perenne de suconciencia que indudablemente ha-br de despertarse en la soledad deun calabozo por sus sufrimientos fsicos.Prisin perpetua y no penade muerte para el malvado.El acusado se levant de su asiento lentamente cuando se diocuenta deque haba acabado de hablar el Fiscal. Estaba ahoraerguido, sereno, inmuta-ble. Dirigi la vista hacia sus jueces yenseguida abarc con una mirada todala amplia sala llena de unamultitud expectante. Su actitud no era de reto perotampocodemostraba temor.Contrastaba el porte sereno, sin afectacin de aquel hombre, conla airaday descompuesta figura del Fiscal. Sus ojos luminosos,color de alga marina,daban intenso vigor a su rostro plido; sufrente amplia y convexa y sus labioscarnosos imponan un sellovaronil a su fisonoma enmarcada en una alboro-tada cabelleraentrecana y una barba triangular de color castao.Comenz a hablar pausadamente y sin inflexiones de voz, como unmaes-tro paternal habla a sus discpulos en la ctedra; sus palabrasllegaban hasta elms lejano rincn del recinto como si estuvieravaco.Quiz he sido un iluso comenz diciendo como si hablara paras,como si hiciera un examen de conciencia ante un confesorinvisible. Hesido un iluso, pero no un criminalY dando un nfasis extrao a su voz, tras de breve pausa, mirandofijamentea sus jueces, exclam:Pero si por criminal queris tomar mis afanes de largos aos deinquisi-ciones cientficas, acepto desde ahora sin protestas elcastigo que gustis. Hesido esclavo de la ciencia y no renuncio aser mrtir de ella.
  • 41Diez autores que escaparon a las antologasHoras ms amargas que las que he pasado aqu oyendorecriminacionesdictadas por la maldad y la ignorancia, heexperimentado cuando en mi gabi-nete de estudio he buscado, durantemuchos aos, el supremo bien para lahumanidad dolorida y vi a lapostre frustrados mis anhelos. Pero al llegar alfin, tan empeoso yfanticamente ambicionado, se me hunde en la celda deuna prisin, secambia mi nombre por un nmero y se me clasifica entre losmsperversos criminales.Mis primeros estudios cientficos despus de graduarme como doctorenBiologa, fueron encaminados a esclarecer el mecanismo del dolorfsico, lle-gando a travs de mis observaciones experimentales afijar definitivamentelas contracciones nerviosas producidas primeropor el alcohol, despus porun ligera lesin causada por un alfiler, yposteriormente por el hambre, el fro,la sed, el fuego…Mis primeras observaciones fueron hechas en piel transparente dela colade los renacuajos, susceptible de ser examinada almicroscopio horas antes deque se inicie la metamorfosis que obligala absorcin de ese apndice por elpropio animal.La inmersin en alcohol de una cola de renacuajo me dio a conocerlasusceptibilidad nerviosa; los efectos de la lesin me demostraronel procesoque ella origina, hasta la muerte del sujeto. La primerafase se presenta con unretorcimiento del nervio; viene despus laseparacin del tubo interior sueje de su cubierta o funda, y luegoocurre su desintegracin, quedando enlugar del filamento redondo yterso una cadena de fibras. Cuando se ha efec-tuado la formacin deesta cadena, los nervios manifiestan el poder de recu-peracin a suestado primitivo, siendo esta capacidad de reponerse una funcinquedirigen las celdillas de las fundas fibrosas, las que adquieren laforma degotitas de gelatina, distribuidas a lo largo de la capaexterior del nervio, ha-biendo podido determinar que esas celdillastienen la facultad de moverse a lolargo de l para reparar los daosque haya sufrido.La influencia del agua caliente motiva los cambios ms rpidos ylas reac-ciones ms poderosas y, en los casos de ayuno, losretorcimientos, la separaciny formacin de la cadena se efecta sintropiezos.Conocido el mecanismo nervioso, hube de buscar los modernosanest-sicos, sedantes, narcticos, etc., que han eliminado enabsoluto a los anticua-dos y peligrosos medicamentos, causantes demillares de muertes humanas.Brevemente y en la forma ms llana posible, he hablado de laprimeraetapa de mis investigaciones. En realidad no estabasatisfecho de lo que haba
  • 42 La ciencia ficcin en Mxicologrado e intent salir del campo de la Biologa para entrar enlos dominios dela Sicologa.Amenguar o curar el dolor fsico era para m bien poca cosa;conseguidolo que me haba propuesto, ya no tena para m mayortrascendencia y quisebuscar remedio para los sufrimientos quellamamos morales.Curar un mal del que padece la humanidad toda, me pareci unaobra quepor su grandeza era digna de m. Proporcionar tranquilidadal desesperado,resignacin completa al que languidece agobiado porhondo pesar; darle dichaal que muere de pena y dulce olvido al quesangra herido por sus cuitas, signi-ficaba nada menos queproporcionar la felicidad.Para muchos no existe en la Tierra la felicidad, es decir, eseestado denimo producido por la obtencin de un bien deseado. Para ms existe, auncuando pasajera. Un instante de dicha lo adquirimos acosta de das, meses yaos de sufrimiento. La relatividad en la fsicaastronmica sentada por lossabios, existe tambin en el ordenespiritual. De acuerdo con aquella, el movi-miento de unferrocarril sobre la Tierra slo lleva una velocidad relativa,por-que la Tierra se mueve sobre su eje y tiene adems un movimientode traslacinalrededor del Sol. Pero el Sol, a su vez, se mueve conlos dems planetas de susistema a una velocidad poco ms o menos deveinte kilmetros por segundohacia la constelacin de Hrcules y enesta forma podramos llegar a lo ilimi-tado. Los valores de lavelocidad; de ese ferrocarril o de un hombre que vayaen l caminandoen determinada direccin, no son, pues, sino relativos.Estos principios son aplicables en la vida squica. El dolor o lafelicidadtal como los sentimos no son absolutos; tienen relacin muyntima con elestado interior de nuestro nimo y su intensidad esmayor o menor aparente-mente y sus efectos causan en nosotrosmayores o menores trastornos mora-les en relacin al estado denuestro espritu. Como el ejemplo del movimiento,este caso de laMetafsica podramos sujetarlo a una forma algebraica peroprefierodemostrar con razonamientos ms asequibles lo que es en elterrenosicolgico, puramente, la felicidad y lo que cuesta a loshumanos conseguirla.Desde este lugar y a travs de la ventana, veo,en el parque contiguo a unamadre que acaricia deliciosamente a supequeo hijo que ha jugado por losprados y que vuelve fatigado alregazo materno. La madre est sintiendo enestos momentos unainefable felicidad al besar a su hijo. Cunto habr costa-do a esamadre, cunto costar an ese instante de dicha?Pensemos en las noches de angustia que habr pasado al lado de lacunadel pequeo; pensemos en sus largos sufrimientos ante la simpleidea pro-ducto de una natural preocupacin de que su nio enfermara omuriera.
  • 43Diez autores que escaparon a las antologasCalculemos sus aflicciones inacabables a medida que su hijocrezca y pienseen su porvenir, en los peligros constantes de que sever rodeado y valorice-mos los aos de congoja, de amarguras que leesperan y que sern el pago de unoscuantos minutos de felicidad, yas tendremos, sin recurrir a premisas filosfi-cas ni a frmulasmatemticas, lo que es y lo que cuesta la dicha a los humanos.Un dade gozo sobre la Tierra es un ao o un siglo de dolor.Y llegamos a lo que fue para m, primero un sueo descabellado yluegouna obsesin constante nacida de mi amor a la humanidad: buscaren la vidabiolgica del hombre la frmula para amenguar, hastahacerlo desaparecer, elsufrimiento moral.Recurr, como bilogo que soy, a la Fisiologa siguiendo el mismoderroteroque mis experimentos sobre el mecanismo del dolor fsico mehaban sealado.Explor todos los centros nerviosos; viaj con el ojoescrutador del microsco-pio a travs de la mdula espinal y lascircunvoluciones cerebrales en sujetoshumanos vivos que seencontraban bajo la influencia de bien definidos esta-dos de nimo.El bulbo raqudeo fue, durante diez aos consecutivos, elcentro demis experimentos en la clnica. Hombres satisfechos de la vida,otrossorprendidos por las ms inesperadas y venturosas noticias; sujetosen-riquecidos de la noche a la maana; enfermos desahuciados porincurableenfermedad que reciban la seguridad plena de su curacin;mujeres atribula-das por irreparables prdidas…Y escrut sistemas nerviosos de personas sacudidas por tragediasincruen-tas y estudi el arbol de la vida en jvenes pberes, cuandoacababan deapurar lo que para ellas era la suprema dicha de laexistencia y localic al fin elcentro sensor del sufrimientomoral.Producir la insensibilidad en aquella regin cerebral, fue yacosa bien sen-cilla, y mis primeros experimentos siempre realizadosen sujetos humanos,pues en este caso no era posible recurrir apruebas en animales irracionalesme dieron el convencimiento de mitriunfo cientfico.Centenares de personas han sido tratadas de acuerdo con lafrmula bio-lgica hallada por m, y ninguna de ellas sabe lo que esuna pena moral; hanquedado inmunizadas al dolor…Aqu se me presentan nueve de mis pacientes que los siquiatrashan cla-sificado en diferentes estados de locura. Acepto eldictamen de los mdicospero sostengo que no han perdido la razn porla leve operacin quirrgicaque practiqu en cada uno de ellos. Laprdida de sus facultades mentales sedebe a la predisposicinhereditaria; hijos de alcohlicos, de sifilticos o delocos, hannacido con el estigma de sus progenitores. Locos son porqueesta-
  • 44 La ciencia ficcin en Mxicoban destinados a serlo desde que se hallaban en el claustromaterno. Adems,vinieron a m para que yo mitigara sus penas morales,porque todos eran unosdesdichados y ahora no lo son; les di lo queme pedan con infinitos ruegos: des-canso y paz para sus espritus.Locos son y, como locos, no sufren. Por lodems, tampoco tienengoces. Una cosa se cumple con la otra. No he dicho,acaso, que lafelicidad de un instante se compra con el sufrimiento de aos?Ellos quedaron invulnerables al dolor moral a costa de su razn.La feli-cidad de la Tierra es el don de los locos…Tres aos ms tarde volv a encontrarme casualmente con eldescubridorde El Mecanismo del Dolor en un pabelln de distincin delmanicomio.Logr ver realizado el sueo de toda mi vida me dijo. Soyfeliz,completamente feliz viviendo entre los nicos hombres dichososque hay so-bre la Tierra…
  • 45Diez autores que escaparon a las antologasLOS ALBORES DE LA INVASINJuan Cervera (1933)Poeta andaluz, se form como periodista cultural bajo la guade supaisansimo Juan Rejano, en el extinto peridico El Nacional.Caa la tarde. Una tarde invernal, fra. La ciudad emanaba un vahoextrao.Yo senta la sensacin de haber traspasado una dimensindesconocida. Sinembargo, el resto de los ciudadanos viva como sinada fuera de lo habitualperturbara el medio ambiente. Pero yoestaba seguro de que suceda algo, nolo poda saber an, a escalacsmica, e increble, que lo penetraba todo. Ca-lles, edificios,tierra y cielo eran a mis ojos diferentes. Lo ordinario me dabalaviva sensacin de que comenzaba a ser extraordinario.S, algo muy ilgico, como si dos y dos fueran treinta y tres,suceda aquellatarde. Rosa se llamaba Mara y Mara responda por elnombre de Carmen. Elvino saba a t y el t a vinagre. Los pies nodejaban huellas y los rastreadoreshaban perdido los ojos y elolfato. Cien murcilagos esquizofrnicos fumabanmarihuana sobre eldesquiciado velo de una nube color lila. El tacto de laspalomasconfunda a las cigeas y las campanas de las torres sonaban atim-bres nostlgicos en las oficinas del olvido. Un perro cruz conla tibia de Al elde Tnger entre los dientes. Los doce platillosvoladores de Torcuato el aba-rrotero volaban en manos de los niosde sus mejores clientes. Rita la Fcil sedesesperaba en su carroesperando un cliente. Manolo el guardia estaba demal humor y alacecho de una mordida. Tilico el bolero contaba los tatuajesde subrazo y soaba con tacos de queso.Estaba sucediendo algo raro. Las bicicletas volaban en pie delos ngeles.Y en mano de los astrnomos los telescopios se moran demiedo. Dos aste-roides hablaban de guerra y un cometa loco buscabael ao 1000 en un viejolibro de historia.Yo, sin saber qu hacer, me apret la bufanda, met mis manos,amarillaspor falta de caricias, en los mechinales o bolsillos de mipantaln y, sbita-mente, descubr que el aire ola a flores. Pero, aqu flores?Sent que me mareaba entre las frgiles alas de todos los vrtigos.Me acordde Goethe. Y escup a la sombra de Mefistfeles que me mirabade reojo.Apresuradamente busqu un parque. Me acomod en un bancogris como losojos de Diego Lucifer, debajo de un fresno altsimo, yverde como las cejas dePedro Sirio. En el parque no haba ni unasola pareja. Faltos del rumor de los
  • 46 La ciencia ficcin en Mxicobesos, los sicomoros lloraban por lo bajo, como el gitanoBernardo cuando oaen las tascas de Triana cantar a Curro el Ciegopor siguiriyas.S, s, haca fro, mucho fro, como si un congreso de Siberia bajasepor Elmonte de los olivos hasta mis pies. Encend un cigarrillo. Metemblaban lospulsos. Esper, con tres golpes de humo coronndome lassienes de risas deheliotropos. Cre que esperaba. Sent que estabaesperando no s qu. Y nome importaba, no me import en absoluto labaja temperatura, ni la desespera-cin de los termmetros. Mi sangrecorra expectante por los atanores de misvenas. Comenc a flotar enuna especie de lago nervioso entre peces elctri-cos y sirenasenamoradas de piratas casados con nyades azules. Un vientopastoso,como la aurora del papel que ola, que continuaba oliendo,misteriosa-mente, a flores viudas, apretaba mi garganta, nublabamis sentidos de visionesextraas y me desvirtuaba la razn. Sospechque acaso estaba enfermo. Perono pas de una simple sospecha. Supever que aquello era otra cosa.La tarde se fue diluyendo en plidos oros y malvas tristonas. Unaro deluna, como ojo zanjado, brot por entre un horizonte deazoteas y cornisasestrbicas. Era una Luna menguante que confund conlos labios entreabier-tos de un clavel moribundo.El picoteo del miedo penetr por los poros de mi cuerpo. Quise, yno pudecerrar mis ojos. Intent caminar y me fue imposible; pesabanmis pies comotoneladas de piedra grantica. Una fuerza desconocidame detena all. Todosy cada uno de los tomos de mi cuerpo giraban ams velocidad de lo usual.Pareca como si algo, dentro de m, quisieraabandonarme. El fresno me causespanto. Cre que me hablaba. Mas nopoda averiguar en qu idioma. Pero yo es-taba seguro de que estabatratando de comunicarme algo muy importante almover sus verdesramas. Cmo crujan sus hojas! Mis nervios no obedecan ami razn. Mehaba vuelto loco? Estaba loco?Tembl, tembl, tembl. Comenc a llorar despacio. Luego el llantosehizo convulso. Llor y llor. Y el llanto me hizo mucho bien. Pocoa poco fuiexperimentando cierta calma.Al fin supe el significado de aquel olor a flores y me re acarcajadas. Merevolqu en el csped como un perrito Lul. Saba. S, erael regreso.No se vayan, eh?; no se vayan ustedes todava. Os voy a contar,os voy acontar, aunque no s si ser posible contaros con laspalabras de este tiempoy de todos los das la historia de su caminode vuelta.
  • 47Diez autores que escaparon a las antologasUna vez conoc a un hombre. Era un hombre que acababa de llegardeOriente. Nos conocimos por puro azar. As dira cualquiera, pero enreali-dad el azar nunca ha existido. Yo s, como el trigo y latierra, que no por puroazar. Ahora lo s. Lo supe en el parque. Alllo supe, bajo el fresno verdecomo las cejas de Pedro Sirio. Quindice por ah: vmonos ya, vmonos ya,no es ms que un loco? Hay unapalabra para se que anda diciendo vmonosya en mi lengua, en lapunta de mi lengua: Imbcil. Otro dijo no s cundoni dnde el nmero deimbciles es infinito. Y otro: slo la ignorancia sejacta de saber.Tambin dijo otro perdnalos Padre, porque no saben lo quehacen. Peroseguir con mi historia. Conoc a este extrao hombre que venadeOriente. Lo conoc? Fuimos amigos. Fuimos amigos? Fuimos amigoshastaque l muri. Bueno hasta que l… Me ense este hombre unosmiste-riosos ejercicios que, segn me dijo, a travs de los cualespoda alcanzar elconocimiento de m mismo. Durante aos los ejecutnoche tras noche. Ver-daderamente mi ser se senta aliviado de lascargas diarias y mi mente descan-saba hasta el alba sin sufrir jamsun mal sueo. Pero lo que yo ignoraba era…Era aquel hombre muyviejo y yo muy joven. Posea aquel hombre un conoci-miento tcnicoque yo no sospechaba. Mi nivel estaba muy por debajo delsuyo. Muri,muri, aparentemente, la maana del mes de julio. Pero la ver-dad, laverdad es que no estaba muerto. Dejadme ahora gritar, rer,llorar,llorar. Perder y ganar todas mis nadas. Aquel hombre habaabandonado elcuerpo fsico, pero su esencia me sigui siempre. Estaqu, viva, vivsima.Yo estuve, sin saberlo, trabajando paradesposeer a mi cuerpo de la ma yconvertirlo en habitacin de lasuya. Y fue en el parque donde por primeravez tuve conciencia deello. Pero an, no obstante, puedo comunicaros conlos restos de miesencia lo que he sabido. Muy pronto, muy pronto yo no seryo. Yquiero, antes de que amanezca, escribiros este relato, para que misami-gos lo sepan; para que mi mujer no confunda mi cuerpo conmigocuandovuelva de este viaje a mi casa. Aunque sospecho que estehombre huir denuestra ciudad con mi cuerpo porque yo s que l tienemuchas cosas quhacer por el mundo. Cuando esto suceda, yo ossuplico que no pensis que osabandon, que fui lo que no soy.Mi esencia ha sido asesinada y mi cuerpo va ser usado por otroespritu queno es el mo. Yo ya he muerto. Se ha cometido un crimen yel criminal, que sesabe mi vida de memoria, nunca ser castigado.Pero yo quiero deciros algoms. S que estas cosas suceden, estnsucediendo a diario en nuestro planeta.Cada segundo que transcurre,mientras escribo, s ms y ms y puedo decir
  • 48 La ciencia ficcin en Mxicomenos porque soy menos yo. Pero anso gritaros. Necesito decirosque estisalerta. Estamos siendo desplazados en esencia de nuestroscuerpos fsicos, yuna raza, ms que oriental, procedente de unagalaxia desconocida, invadenuestro mundo, nuestros cuerpos,empleando la tcnica ms sutil que hayapodido imaginarse. Atencin,atencin. Una raza… S ms… ms. Invade. Inva…Despertad,despertad, desper… An…
  • 49Diez autores que escaparon a las antologasLA MQUINA DE MQUINASRen Avils Fabila (1940)Escritor prolfico cuya amplia cuentstica est remarcada por lastira.Supongamos que logran crear una mquina indestructible y eternaque puedacrear otras mquinas y stas, a su vez, otras que sin ayudaexterior resuelvantodas las actividades manuales del hombre y que,incluso, piensen por l (so-lucionen ecuaciones, construyan cohetes,cocinen, hagan limpieza, realicenobras de arte pictrica yliteraria, filosofen, gobiernen); aun as, nada ni nadiepodra evitarque la mano que la ponga a funcionar e inicie el procesoseahumana.LA MQUINA SUPREMALa Mquina Suprema creada despus de mucho tiempo, esfuerzo ydineroconstruy mquinas a su imagen y semejanza para que poblaran elmundo yayudaran al hombre. Formaban la nueva especie y quiz la msperfecta decuantas han existido sobre la Tierra. Nada las igualabaen inteligencia y vigor.Una sola poda desarrollar el trabajo fsicoe intelectual de varios cientos depersonas. As el hombre entr delleno en el reino del espritu, de las purasideas; por ltimodesemboc en el ocio y la inactividad. Las mquinas hacantodo,incluso escriban las obras que los humanos lean, y pintaban loscua-dros que admiraban en galeras de arte, siempre muy concurridas.Tambincrearon religiones y filosofas que los hombres seguan casipor inercia, sinintereses reales y concretos. El gobierno y lajusticia estaban en manos derobots; robots construidos expresamentepara gobernar y para ser justos. Elhombre se dedicaba a vagar porsu planeta lamentando, inconsolable, la prdi-da del paraso. Sinembargo, cuando observ que las mquinas tampoco eranperfectas (unadirigente quiso perpetuarse en el poder sin estar programadaparaello y un autmata con problemas amorosos, borracho de aceitealcoho-lizado, se suicid volndose la tapa electrnica), decidi quehaba llegado elmomento de liberarse, acabar con la Mquina Suprema ycon su obra y comen-zar de nuevo, pero ahora msinteligentemente.
  • 51Diez autores que escaparon a las antologasCMPRAME UNA BOMBA PAP(Herodes tena razn)Agustn Corts Gavio (1946-2001)Camarada del viejo PartidoComunista Mexicano,mucho se esperaba de este autor,pero muri antes de cumplir los55 aos.A Santa Claus, Melchor, Gaspar y Baltazar.Bueno, pues el seor Crispn caminaba llevando de la mano a suhijo Crispinhi(por aquello de Crispn hijo), mejor conocido en sucasa y lugares aledaospor Pinhito.Pap, quiero un juguete.El nio, al pasar por una juguetera, sehaba detenido y sealaba un curio-so artefacto en forma de tringulo que luca un anuncio relucienteen la partebaja:Novedad bomba atmicaminiatura 1/50 de megatnno puede destruir msdeuna recmara ni matar ms detreinta personas, el regaloideal para sus hijosEl precio era realmente ridculo, doscientos pesos.No hijo, ahorano, tal vez en la semana que viene.Yo lo quiero ahorita!, el nioinici un berrinche de pronstico.Qu le hace usted al nio?El seorCrispn se dio vuelta inmediatamente para estrellarse ante unrapazde no ms quince aos, que lo miraba maliciosamente. El seorCrispn palide-ci al mirar la insignia que portaba el chamaco en ellado izquierdo de su uni-forme: PIPI (Polica Infantil de PrevencinInstantnea) saba de lo que esosescuincles eran capaces, los habavisto actuar en repetidas ocasiones, cuandosu amigo, el seor Josu,se haba negado a comprar a su hijo un tanque minia-tura paraperforacin de paredes, un PIPI le haba dejado ciego,destruyndolelos ojos con su lser-especial.
  • 52 La ciencia ficcin en MxicoEs que tartamude el seor Crispn quera un juguete que, porahora,no puedo comprarle.Que no puede comprarle?No, tengo varias deudas qu saldar antesque gastar tanto en un juguete.Le parecen demasiado doscientospesos para hacer feliz a su hijo?No creo que el hecho de nocomprarle ahora un juguete afecte su felici-dad, ademsAdems nada la voz del PIPI adquiri un tono insolenteno pode-mos admitir que se traume a un futuro ciudadano de esa manera.Unmomento pequeo demonio!El seor Crispn amenaz al agente con el puo.ste desenfund lenta-mente su lser especial y apunt al seor.Usted lo quiso, viejodijo, y luego, volvindose a Pinhito que, regoci-jado, contemplaba la escena, le pregunt Qu quieres que lehagamos a micuate?Espere el seor Crispn suplic le voy a comprar la bomba ylistoeh?No viejo, tienes que sufrir algn castigo por egosta.Que haga elburro! Qu haga el burro! palmote Pinhito.Bueno viejo, ya oy, hagael burro.El seor Crispn tuvo que tragarse la rabia que lo invada,se arrodill ycon las manos extendidas simul unas orejas.Eso est mejor, ahoravaya y cmprele la bombaIIQue te obligaron a gastar doscientos pesos en ese juguete?Smujer.Pero Necesitbamos ese dinero!Qu queras que hiciera? Haba unPIPI enfrente.La mujer apag la aspiradora y se dej caer en unsilln.Esto ya es intolerable exclam. Acaban de informarme quemurila comadre Lucha.Que se muri Lucha?S, estaba en la cocinamientras Monn jugaba a matar chinos.Y?Y nada, que el nio grit Mames china! Y le arroj una granada.No es posible Bonifacio no hizonada?
  • 53Diez autores que escaparon a las antologasEso fue lo peor, trat de castigar al nio y ste se quej con unPIPI.-No!S, y entre ste y otros dos que llegaron amarraron aBonifacio y se pu-sieron a jugar a indios y vaqueros, le arrancaron el cuerocabelludo y luegolo quemaron vivo.Qu horrible!Hay que hacer algo Crispn! Hay que hacer algo!Qu?Desde que se tom la determinacin de dar armas a los niospara evitar la sobrepoblacin sin cargos de conciencia, se hanvuelto omnipo-tentes, asesinan a mansalva, slo ayer hubo ocho milhomicidios.A Monn ya lo inscribieron como capitn para el juego delprximodomingo.Pobre criatura.S, pobre. De esos juegos dicen que no saleninguno vivo.Bueno, algunos. Renen a los muchachos en un parquecercado decoradocon fortificaciones simuladas; les entregan armas con aparienciade juguetes,les dan un caramelo relleno de estimulantes y loslanzan unos contra otrosconvencindoles de que se trata de unjuego.Ya no sigas!La mujer estaba llorando.Sera espantoso que aPinhito le hicieran eso.Ms espantoso sera que l nos hiciera lo queMonn hizo a los compa-dresParece que no quisieras a tu hijo recrimin la seora.Tienesrazn, hay veces que no concibo que ese pequeo monstruo seahijo mo.Crispn! Cmo te atreves a llamar monstruo a tu hijo?Mam,pap!El nio llam desde la puerta.Qu tiene mi tesoro? Pregunt lamadre.La muda respuesta lleg pronto: un curioso artefactotriangular, producien-do un raro zumbido cay entre ambos. El seor Crispn intentproteger conel cuerpo a su mujerUn simtrico y blanquecino hongo humeante se levant en la sala,frentea la mirada complaciente y placentera de Crispinhi (poraquello de Crispn hijo),mejor conocido en su casa y lugares aledaospor Pinhito.
  • 55Diez autores que escaparon a las antologasEL RESCATEAndres Tonini (1968)Bilogo de profesin creador del Fanzine Nahual! (6 nmeros)ydespus del ciberfanzine El oscuro retorno del hijo del Nahual!Cruelty has a human Herat,and jealousy a human face;terror the human form divineand secrecy the human dressThe human dress is forged ironthe human form a fiery forge,the human face e furnace sealdthe human heart its hungrygorge.WILLIAM BLAKEDespiertas.Tienes fro y ests asustada. No recuerdas nada de loque ha pasado, dndeests?, no lo sabes. Slo sabes que tienes miedo y fro. Tedescubres desnudasobre el duro suelo de cemento, desnuda ymaniatada. Te duele todo el cuer-po, sientes la boca hinchada y unsabor dulzn en ella, sangre?, quiz, nopuedes saberlo. Intentasescupir y entonces te das cuenta de que algo impidetu visin, condesesperacin mueves la cabeza y finalmente consigues retirarlabolsa que la cubra. No ha ayudado mucho, la habitacin se encuentraaoscuras, no puedes ver si hay ventanas y apenas se filtra un pocode luz por elresquicio de la puerta. Tratas de incorporarte pero nopuedes, te mareas ycaes. Has hecho ruido, te paralizas, el miedo seapodera de ti, no sabes si teescucharon, porque son ellos, verdad?Agudizas tu odo y te parece escucharalgo al otro lado de la puerta,te arrastras poco a poco, tratando de no hacerruido, despacio.Tienes miedo, pero necesitas saber quin est ah donde est laluzadems, la oscuridad te aterra, siempre lo ha hecho, o no?; desdeaquelda en que te caste en el pozo seco del rancho del abuelo, ylas ratas e insectossobre ti, sobre tu vestido, en tus piernas y enel rostro, recuerdas cmo pensas-te que nunca te encontraran y quemoriras ah, hace cunto tiempo?, nolo recuerdas, todo es tan vagopero sabes que te accidentaste o lo soas-te acaso? No.Has llegado a la puerta. Escuchas murmullos ininteligibles quepaulatina-mente van cobrando significado. Discuten, sabes quehablan de ti. Parecen
  • 56 La ciencia ficcin en Mxicoser varios, al menos tres hombres y espera, una mujer? S,definitivamentehay una mujer entre ellos. Intentas escuchar lo quedicen, pero hablan dema-siado quedo, no distingues ms que palabrassueltas. Pero esas pocas palabrasson suficientes paraaterrorizarte. Hablan de muerte, de tu muerte.Tus ojos poco a poco se acostumbran a la oscuridad y alcanzas adistin-guir algo del contorno del cuarto no, no hay ventanas,tampoco muebles; esuna habitacin desnuda, como t. Al recordar tuestado te sientes indefensa ylloras.Mal hecho, tus sollozos definitivamente han llamado la atencinde tuscaptores, porque son tus captores, ahora lo sabes. Recuerdasque viajabas enun auto y de pronto hay un ruido, mucho ruido, humoy gritos; la ltimaimagen en tu memoria es la cabeza de Eduardoestallando y su sangre y sucerebro sobre ti.La puerta se ha abierto. Te encoges y cierras los ojos, como side esa manerano te pudieran ver. Ilusa. Sientes un golpe y aterradagritas que ya no te gol-peen, que no hars nada pero que ya no tepeg
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