Harry potter y_el_caliz_de_fuego_04 – [PDF Document]

  • 1. 1HARRY POTTER Y EL CLIZ DE FUEGOJ.K. ROWLINGTras otroabominable verano con los Dursley, Harry se dispone a iniciarelcuarto curso en Hogwarts, la famosa escuela de magia y hechicera.Asus catorce aos, a Harry le gustara ser un joven mago como losdemsy dedicarse a aprender nuevos sortilegios, encontrarse con susamigosRon y Hermione y asistir con ellos a los Mundiales dequidditch. Sinembargo, al llegar al colegio le espera una gransorpresa que lo obligara enfrentarse a los desafos ms temibles detoda su vida. Si lograsuperarlos, habr demostrado que ya no es unnio y que est preparadopara vivir las nuevas y emocionantesexperiencias que el futuro ledepara.Ttulo original: Harry Potterand the Goblet of FireTraduccin: Adolfo Mu oz Garca y Nieves MartnAzofraCopyright J.K. Rowling, 2000Copyright Emec Editores,2001Publicaciones y Ediciones Salamandra, S.A.Mallorca, 237 – 08008Barcelona – Tel. 93 215 11 99ISBN: 84-7888-645-1Depsito legal:B-4.598-20011 edicin, marzo de 2001Printed in SpainImpresin: Romany-Valls, Pl. Verdaguer, 1Cepellades, BarcelonaPara Peter Rowling,enrecuerdo del seor Ridley,y para Susan Sladden,que ayud a Harry asalir de su alacena

2. 21La Mansin de los RyddleLos aldeanos de Pequeo Hangletonseguan llamndola la Mansin de losRyddle aunque haca ya muchos aosque los Ryddle no vivan en ella.Erigida sobre una colina quedominaba la aldea, tena cegadas con tablasalgunas ventanas, altejado le faltaban tejas y la hiedra se extenda a sus an-chaspor lafachada. En otro tiempo haba sido una mansin hermosa y,condiferencia, el edificio ms seorial y de mayor tamao en un radiode varioskilmetros, pero ahora estaba abandonada y ruinosa, y nadieviva en ella.En Pequeo Hangleton todos coincidan en que la viejamansin erasiniestra. Medio siglo antes haba ocurrido en ella algoextrao y horrible, algode lo que todava gustaban hablar loshabitantes de la aldea cuando los temasde chismorreo se agotaban.Haban relatado tantas veces la historia y le habanaadido tantascosas, que nadie estaba ya muy seguro de cul era la verdad.Todaslas versiones, no obstante, comenzaban en el mismo punto:cincuentaaos antes, en el amanecer de una soleada maana de verano,cuando laMansin de los Ryddle an conservaba su imponenteapariencia, la criadahaba entrado en la sala y haba hallado muertosa los tres Ryddle.La mujer haba bajado corriendo y gritando por lacolina hasta llegar a laaldea, despertando a todos los que habapodido.Estn all echados con los ojos muy abiertos! Estn fros comoel hielo!Y llevan todava la ropa de la cena!Llamaron a la polica, ytoda la aldea se convirti en un hervidero decuriosidad, de espantoy de emocin mal disimulada. Nadie hizo el menoresfuerzo en fingirque le apenaba la muerte de los Ryddle, porque nadie losquera. Elseor y la seora Ryddle eran ricos, esnobs y groseros, aunquenotanto como Tom, su hijo ya crecido. Los aldeanos se preguntabanpor laidentidad del asesino, porque era evidente que tres personasque gozan,aparentemente, de buena salud no se mueren la misma nochede muertenatural.El Ahorcado, que era como se llamaba la taberna dela aldea, hizo suagosto aquella noche, ya que todo el mundo acudipara comentar el tripleasesinato. Para ello haban dejado el calorde sus hogares, pero se vieronrecompensados con la llegada de lacocinera de los Ryddle, que entr en lataberna con un golpe deefecto y anunci a la concurrencia, repentinamentecallada, queacababan de arrestar a un hombre llamado Frank Bryce.Frank!gritaron algunos. No puede ser! 3. Frank Bryce era el jardinero delos Ryddle y viva solo en una humildecasita en la finca de susamos. Haba regresado de la guerra con la piernargida y una claraaversin a las multitudes y a los ruidos fuertes. Desdeentonces,haba trabajado para los Ryddle.Varios de los presentes seapresuraron a pedir una bebida para la3cocinera, y todos sedispusieron a or los detalles.Siempre pens que era un tipo raroexplic la mujer a los lugareos,que la escuchaban expectantes,despus de apurar la cuarta copa de jerez.Era muy hurao. Debo dehaberlo invitado cien veces a una copa, pero no legustaba el tratocon la gente, no seor.Bueno dijo una aldeana que estaba junto a labarra, el pobre Franklo pas mal en la guerra, y le gusta latranquilidad. se no es motivo para…Y quin aparte de l tena lallave de la puerta de atrs? lainterrumpi la cocinera levantando lavoz. Siempre ha habido un duplicadode la llave colgado en la casitadel jardinero, que yo recuerde! Y anoche nadieforz la puerta! Nohay ninguna ventana rota! Frank no tuvo ms que subirhasta la mansinmientras todos dormamos…Los aldeanos intercambiaron miradassombras.Siempre pens que haba algo desagradable en l, desde luegodijo,gruendo, un hombre sentado a la barra.La guerra lo convirti enun tipo raro, si os interesa mi opinin aadiel dueo de la taberna.Tedije que no me gustara tener a Frank de enemigo. A que te lodije,Dot? apunt, nerviosa, una mujer desde el rincn.Horrorosocarcter corrobor Dot, moviendo con bro la cabeza dearriba abajo.Recuerdo que cuando era nio…A la maana siguiente, en PequeoHangleton, a nadie le caba ningunaduda de que Frank Bryce habamatado a los Ryddle.Pero en la vecina ciudad de Gran Hangleton, enla oscura y srdidacomisara, Frank repeta tercamente, una y otravez, que era inocente y que lanica persona a la que haba vistocerca de la mansin el da de la muerte delos Ryddle haba sido unadolescente, un forastero de piel clara y pelo oscuro.Nadie ms enla aldea haba visto a semejante muchacho, y la polica tenalaconviccin de que eran invenciones de Frank.Entonces, cuando lascosas se estaban poniendo peor para l, lleg elinforme forense ytodo cambi.La polica no haba ledo nunca un informe tan extrao. Unequipo demdicos haba examinado los cuerpos y llegado a la conclusinde que ningunode los Ryddle haba sido envenenado, ahogado,estrangulado, apualado ni 4. herido con arma de fuego y, por lo queellos podan ver, ni siquiera habasufrido dao alguno. De hecho,prosegua el informe con manifiestaperplejidad, los tres Ryddleparecan hallarse en perfecto estado de salud,pasando por alto elhecho de que estaban muertos. Decididos a encontrar enlos cadveresalguna anormalidad, los mdicos notaron que los Ryddle tenanunaexpresin de terror en la cara; pero, como dijeron los frustradospolicas,quin haba odo nunca que se pudiera aterrorizar a trespersonas hastamatarlas?Como no haba la ms leve prueba de que losRyddle hubieran sidoasesinados, la polica no tuvo ms remedio quedejar libre a Frank. Se enterra los Ryddle en el cementerio dePequeo Hangleton, y durante una temporadasus tumbas siguieronsiendo objeto de curiosidad. Para sorpresa de todos y enmedio de unambiente de desconfianza, Frank Bryce volvi a su casita enlamansin.Para m l fue el que los mat, y me da igual lo que diga lapolica sentenci Dot en El Ahorcado. Y, sabiendo que sabemos que fuel, situviera un poco de vergenza se ira de aqu.Pero Frank no sefue. Se qued cuidando el jardn para la familia quehabit acontinuacin en la Mansin de los Ryddle, y luego para lossiguientesinquilinos, porque nadie permaneci mucho tiempo all. Quizera en parte acausa de Frank por lo que cada nuevo propietarioasegur que se perciba algohorrendo en aquel lugar, el cual, alquedar deshabitado, fue cayendo en elabandono.El potentado que enaquellos das posea la Mansin de los Ryddle no viva enella ni ledaba uso alguno; en el pueblo se comentaba que la haba adquiridopormotivos fiscales, aunque nadie saba muy bien cules podan seresosmotivos. Sin embargo, el potentado continu pagando a Frank paraque seencargara del jardn. A punto de cumplir los setenta y sieteaos, Frank estababastante sordo y su pierna rgida se haba vuelto msrgida que nunca, perotodava, cuando haca buen tiempo, se lo veaentre los macizos de floreshaciendo un poco de esto y un poco deaquello, si bien la mala hierba le ibaganando la partida.Pero lamala hierba no era lo nico contra lo que tena que bregar Frank.Losnios de la aldea haban tomado la costumbre de tirar piedras alasventanas de la Mansin de los Ryddle, y pasaban con lasbicicletas por encimadel csped que con tanto esfuerzo Frank mantenaen buen estado. En una odos ocasiones haban entrado en la casa araz de una apuesta. Saban que elviejo jardinero profesaba veneracina la casa y a la finca, y les diverta verlopor el jardn cojeando,blandiendo su cayado y gritndoles con su ronca voz.Frank, por suparte, pensaba que los nios queran castigarlo porque, comosuspadres y abuelos, crean que era un asesino. As que cuando sedespertuna noche de agosto y vio algo raro arriba en la vieja casa,dio por supuesto4 5. que los nios haban ido un poco ms lejos queotras veces en su intento demortificarlo.Lo que lo haba despertadoera su pierna mala, que en su vejez le dolams que nunca. Se levanty baj cojeando por la escalera hasta la cocina, conla idea derellenar la botella de agua caliente para aliviar la rigidez de larodilla.De pie ante la pila, mientras llenaba de agua la tetera,levant la vista hacia laMansin de los Ryddle y vio luz en lasventanas superiores. Frank entendi deinmediato lo que suceda: losnios haban vuelto a entrar en la Mansin de losRyddle y, a juzgarpor el titileo de la luz, haban encendido fuego.Frank no tenatelfono y, de todas maneras, desconfiaba de la policadesde que selo haban llevado para interrogarlo por la muerte de los Ryddle.Asque dej la tetera y volvi a subir la escalera tan rpido como lepermita lapierna mala; regres completamente vestido a la cocina, ycogi una llave viejay herrumbrosa del gancho que haba junto a laentrada. Tom su cayado, queestaba apoyado contra la pared, y salide la casita en medio de la noche.La puerta principal de la Mansinde los Ryddle no mostraba signo algunode haber sido forzada, nitampoco ninguna de las ventanas. Frank fue cojeandohacia la partede atrs de la casa hasta llegar a una entrada casicomple-tamentecubierta por la hiedra, sac la vieja llave, laintrodujo en la cerradura y5abri la puerta sigilosamente.Penetr enla cavernosa cocina. A pesar de que hacia aos que Frank nopisaba enella y de que la oscuridad era casi total, recordaba dnde sehallabala puerta que daba al vestbulo y se abri camino hacia ella atientas, mientrasperciba el olor a decrepitud y aguzaba el odo paracaptar cualquier sonido depasos o de voces que viniera de arriba.Lleg al vestbulo, un poco msiluminado gracias a las ampliasventanas divididas por parteluces queflanqueaban la puertaprincipal, y comenz a subir por la escalera, dandogracias a laespesa capa de polvo que cubra los escalones porqueamortiguaba elruido de los pies y del cayado.En el rellano, Frank torci a laderecha y vio de inmediato dnde sehallaban los intrusos: al finaldel corredor haba una puerta entornada, y una luztitilante brillabaa travs del resquicio, proyectando sobre el negro suelo unalneadorada. Frank se fue acercando pegado a la pared, con elcayadofirmemente asido. Cuando se hallaba a un metro de la entradadistingui unaestrecha franja de la estancia que haba al otrolado.Pudo ver entonces que estaba encendido el fuego en lachimenea, cosaque lo sorprendi. Se qued inmvil y escuch con todaatencin, porque delinterior de la estancia llegaba la voz de unhombre que pareca tmido yacobardado.Queda un poco ms en la botella,seor, si segus hambriento.Luego dijo una segunda voz. Tambin staera de hombre, peroextraamente aguda y tan ira como una repentinarfaga de viento helado.Algo tena aquella voz que eriz los escasospelos de la nuca de Frank. 6. 6Acrcame ms al fuego,Colagusano.Frank volvi hacia la puerta su oreja derecha, que era labuena. Oy queposaban una botella en una superficie dura, y luego elruido sordo que haca unmueble pesado al ser arrastrado por elsuelo. Frank vislumbr a un hombrepequeo que, de espaldas a lapuerta, empujaba una butaca para acercarla ala chimenea. Vesta unacapa larga y negra, y tena la coronilla calva.Enseguida volvi adesaparecer de la vista.Dnde est Nagini? dijo la voz ira.No… nolo s, seor respondi temblorosa la primera voz. Creo queha ido aexplorar la casa…Tendrs que ordearla antes de que nos retiremos adormir, Colagusanodijo la segunda voz. Necesito tomar algo dealimento por la noche. El viajeme ha fatigado mucho.Frunciendo elentrecejo, Frank acerc ms la oreja buena a la puerta.Hubo unapausa, y tras ella volvi a hablar el hombre llamadoColagusano.Seor, puedo preguntar cunto tiempo permaneceremosaqu?Una semana contest la fra voz. O tal vez ms. Este lugar escmododentro de lo que cabe, y todava no podemos llevar a cabo elplan.Sera una locura hacer algo antes de que acaben los Mundialesde quidditch.Frank se hurg la oreja con uno de sus nudosos dedos.Sin duda debido aun tapn de cera, haba odo la palabra quidditch,que no exista.Los… los Mundiales de quidditch, seor? preguntColagusano.Frank se hurg an con ms fuerza. Perdonadme, pero… nocomprendo.Por qu tenemos que esperar a que acaben losMundiales?Porque en este mismo momento estn llegando al pasmagosprovenientes del mundo entero, idiota, y todos losmangoneadores delMinisterio de Magia estarn al acecho de cualquiersigno de actividad anormal,comprobando y volviendo a comprobar laidentidad de todo el mundo. Estarnobsesionados con la seguridad,para evitar que los muggles se den cuenta dealgo. Por eso tenemosque esperar.Frank desisti de intentar destaponarse el odo. Le habanllegado con todaclaridad las palabras magos, muggles y Ministeriode Magia.Evidentemente, cada una de aquellas expresiones tena unsignificado secreto,y Frank pens que slo haba dos tipos de personasque hablaran en clave: losespas y los criminales. As pues, aferr elcayado y aguz el odo.Debo entender que Su Seora est decidido?pregunt Colagusanoen voz baja.Desde luego que estoy decidido,Colagusano. Ahora haba un tono deamenaza en la ira voz. 7. Siguiuna ligera pausa, y luego habl Colagusano. Las palabras seleamontonaron por la prisa, como si quisiera acabar de decir lafrase antes deque los nervios se lo impidieran:Se podra hacer sinHarry Potter, seor.Hubo otra pausa, ahora ms prolongada, y luego seescuch musitar a la7segunda voz:Sin Harry Potter? Ya veo…Seor, nolo digo porque me preocupe el muchacho! exclamColagusano, alzandola voz hasta convertirla en un chillido. El chico nosignifica nadapara m, nada en absoluto! Slo lo digo porque si empleramosa otromago o bruja, el que fuera, se podra llevar a cabo con ms rapidez.Sime permitierais ausentarme brevemente (ya sabis que se me da muybiendisfrazarme), podra regresar dentro de dos das con alguienapropiado.Podra utilizar a cualquier otro mago dijo con suavidad lasegundavoz, es cierto…Muy sensato, seor aadi Colagusano, quepareca sensiblementealiviado. Echarle la mano encima a Harry Potterresultara muy difcil. Esttan bien protegido…O sea que te prestasa ir a buscar un sustituto? Me pregunto si tal vez…la tarea decuidarme se te ha llegado a hacer demasiado penosa, Colagusano.Quinsabe si tu propuesta de abandonar el plan no ser en realidadunintento de desertar de mi bando!Seor! Yo… yo no tengo ningndeseo de abandonaros, en absoluto.No me mientas! dijo la segundavoz entre dientes. S lo que digo,Colagusano! Lamentas haber vueltoconmigo. Te doy asco. Veo cmo teestremeces cada vez que me miras,noto el escalofro que te recorre cuandome tocas…No! Mi devocin aSu Seora…Tu devocin no es otra cosa que cobarda. No estaras aqusi tuvierasotro lugar al que ir. Cmo voy a sobrevivir sin ti,cuando necesito alimentarmecada pocas horas? Quin ordear aNagini?Pero ya estis mucho ms fuerte, seor.Mentiroso musit lasegunda voz. No me encuentro ms fuerte, yunos pocos das bastaranpara hacerme perder la escasa salud que herecuperado con tus torpesatenciones. Silencio!Colagusano, que haba estado barbotandoincoherentemente, se call alinstante. Durante unos segundos, Frankno pudo or otra cosa que el crepitarde la hoguera. Luego volvi ahablar el segundo hombre en un siseo que era 8. 8casi unsilbido.Tengo mis motivos para utilizar a ese chico, como te heexplicado, y nousar a ningn otro. He aguardado trece aos. Unosmeses ms darn lomismo. Por lo que respecta a la proteccin que lorodea, estoy convencido deque mi plan dar resultado. Lo nico que senecesita es un poco de valor por tuparte… Un valor que estoyseguro de que encontrars, a menos que quierassufrir la ira de lordVoldemort.Seor, dejadme hablar! dijo Colagusano con una nota depnico en lavoz. Durante el viaje le he dado vueltas en la cabeza alplan… Seor, notardarn en darse cuenta de la desaparicin de BerthaJorkins. Y, si seguimosadelante, si yo echo la maldicin…Si?susurr la otra voz. Si sigues el plan, Colagusano, elMinisterio notendr que enterarse de que ha desaparecido nadie ms. Loharsdiscretamente, sin alboroto. Ya me gustara poder hacerlo por mmismo,pero en estas condiciones… Vamos, Colagusano, otro obstculomenos ytendremos despejado el camino hacia Harry Potter. No teestoy pidiendo que lohagas solo. Para entonces, mi fiel vasallo sehabr unido a nosotros.Yo tambin soy un vasallo fiel repusoColagusano con una levsimanota de resentimiento en lavoz.Colagusano, necesito a alguien con cerebro, alguien cuyalealtad nohaya flaqueado nunca. Y t, por desgracia, no cumplesninguno de esosrequisitos.Yo os encontr contest Colagusano, y estavez haba un claro tonode aspereza en su voz. Fui el que os encontr,y os traje a Bertha Jorkins.Eso es verdad admiti el segundo hombre,aparentemente divertido.Un golpe brillante del que no te hubieracredo capaz, Colagusano. Aunque, adecir verdad, ni te imaginabas lotil que nos sera cuando la atrapaste, a queno?Pen… pensaba quepoda serlo, seor.Mentiroso dijo de nuevo la otra voz con unregocijo cruel ms evidenteque nunca. Sin embargo, no niego que suinformacin result enormementevaliosa. Sin ella, yo nunca habrapodido maquinar nuestro plan, y por esorecibirs tu recompensa,Colagusano. Te permitir llevar a cabo una laboresencial para m;muchos de mis seguidores daran su mano derecha por tenerel honor dedesem pearla…De… de verdad, seor? Colagusano pareca de nuevoaterrorizado. Y qu…?Ah, Colagusano, no querrs que te lo descubray eche a perder lasorpresa! Tu parte llegar al final de todo…pero te lo prometo: tendrs el honorde resultar tan til como BerthaJorkins. 9. Vos… Vos… La voz de Colagusano son repentinamenteronca, comosi se le hubiera quedado la boca completamente seca.Vos… vais amatarme… tambin a m?Colagusano, Colagusano dijo lavoz ira, que ahora haba adquiridouna gran suavidad, por qu tendraque matarte? Mat a Bertha porquetena que hacerlo. Despus de miinterrogatorio ya no serva para nada,absolutamente para nada. Y,sin duda, si hubiera vuelto al Ministerio con lanoticia de que tehaba conocido durante las vacaciones, le habran hecho unaspreguntasmuy embarazosas. Los magos que han sido dados por muertosdeberanevitar encontrarse con brujas del Ministerio de Magia en lasposadasdel camino…Colagusano murmur algo en voz tan baja queFrank no pudo orlo, pero loque fuera hizo rer al segundo hombre:una risa completamente amarga, y tanfra como su voz.Que podramoshaber modificado su memoria? Es verdad, pero unmago con grandespoderes puede romper los encantamientosdesmemorizantes, como tedemostr al interrogarla. Sera un insulto a surecuerdo no dar uso ala informacin que le sonsaqu, Colagusano.Fuera, en el corredor,Frank se dio cuenta de que la mano que agarraba elcayado estabaempapada en sudor. El hombre de la voz fra haba matado auna mujer,y hablaba de ello sin ningn tipo de remordimiento, con regocijo.Erapeligroso, un loco. Y planeaba ms asesinatos: aquel muchacho,Harry Potter,quienquiera que fuese, se hallaba en peligro.Franksupo lo que tena que hacer. Aqul era, sin duda, el momento de irala polica. Saldra sigilosamente de la casa e ira directo a lacabina telefnicade la aldea. Pero la voz fra haba vuelto a hablar,y Frank permaneci dondeestaba, inmvil, escuchando con toda suatencin.Una maldicin ms… mi fiel vasallo en Hogwarts… HarryPotter esprcticamente mo, Colagusano. Est decidido. No lodiscutiremos ms.Silencio… Creo que oigo a Nagini…Y la voz delsegundo hombre cambi. Comenz a emitir unos sonidos queFrank no habaodo nunca; silbaba y escupa sin tomar aliento. Frank supusoque leestaba dando un ataque.Y entonces Frank oy que algo se mova detrsde l, en el oscuro9corredor. Se volvi a mirar, y el terror loparaliz.Algo se arrastraba hacia l por el suelo y, cuando se acerca la lnea deluz, vio, estremecido de pavor, que se trataba de unaserpiente gigante de almenos cuatro metros de longitud.Horrorizado, Frank observ cmo su cuerposinuoso trazaba un sendero atravs de la espesa capa de polvo del suelo,aproximndose cada vezms. Qu poda hacer? El nico lugar al que podaescapar era lahabitacin en la que dos hombres tramaban un asesinato, y, sisequedaba donde estaba, sin duda la serpiente lo matara. 10. Antes deque hubiera tomado una decisin, la serpiente haba llegado alpuntodel corredor en que l se encontraba e, increble, milagrosamente,pasde largo; iba siguiendo los sonido siseantes, como escupitajos,que emita lavoz al otro lado de la puerta y, al cabo de unossegundos, la punta de su colaadornada con rombos haba desaparecidopor el resquicio de la puerta.Frank tena la frente empapada ensudor, y la mano con que sostena elcayado le temblaba. Dentro de lahabitacin, la ira voz segua silbando, y aFrank se le ocurri unaidea extraa, una idea imposible: que aquel hombre eracapaz dehablar con las serpientes. No comprenda lo que pasaba.Hubieraquerido, ms que nada en el mundo, hallarse en su cama con labotella deagua caliente. El problema era que sus piernas no parecanquerer moverse.De repente, mientras segua all temblando eintentando dominarse, la fra vozvolvi a utilizar el idioma deFrank.Nagini tiene interesantes noticias, Colagusano dijo.De… deverdad, seor?S, de verdad afirm la voz. Segn Nagini, hay un muggleviejo al10otro lado de la puerta, escuchando todo lo quedecimos.Frank no tuvo posibilidad de ocultarse. Oy primero unospasos, y luego lapuerta de la habitacin se abri de golpe.Un hombrebajo y calvo con algo de pelo gris, nariz puntiaguda y ojospequeosy llorosos apareci ante l con una expresin en la que semezclaban elmiedo y la alarma.Invtalo a entrar, Colagusano. Dnde est tu buenaeducacin?La fra voz provena de la vieja butaca que haba delante dela chimenea,pero Frank no pudo ver al que hablaba. La serpienteestaba enrollada sobre lapodrida alfombra que haba al lado delfuego, como una horrible parodia deperro hogareo.Con una sea,Colagusano orden a Frank que entrara. Aunque todavaprofundamenteconmocionado, ste agarr el cayado con ms fuerza y pas elumbralcojeando.La lumbre era la nica fuente de luz en la habitacin, yproyectaba sobrelas paredes largas sombras en forma de araa. Frankdirigi la vista al respaldode la butaca: el hombre que estabasentado en ella deba de ser an ms pe-queoque su vasallo, porqueFrank ni siquiera poda vislumbrar la parte deatrs de su cabeza.Lohas odo todo, muggle? dijo la fra voz.Cmo me ha llamado? preguntFrank desafiante, porque, una vezdentro y llegado el momento dehacer algo, se senta ms valiente. As le habaocurrido siempre en laguerra. 11. Te he llamado muggle explic la voz con serenidad.Quiere decir11que no eres mago.No s qu quiere decir con eso de magodijo Frank, con la voz cadavez ms firme. Todo lo que s es que heodo cosas que mereceran elinters de la polica. Usted ha cometido unasesinato y planea otros! Y le dirotra cosa aadi, en un rapto deinspiracin: mi mujer sabe que estoy aqu,y si no he vuelto…T notienes mujer cort la fra voz, muy suave. Nadie sabe queests aqu. Nole has dicho a nadie que venas. No mientas a lord Voldemort,muggle,porque l sabe… l siempre sabe…Es verdad eso? respondi Frankbruscamente. Es usted un lord?Bien, no es que sus modales meparezcan muy refinados, milord. Vulvase yd la cara como un hombre.Por qu no lo hace?Pero es que yo no soy un hombre, muggle dijo lafra voz, apenasaudible por encima del crepitar de las llamas. Soymucho, mucho ms que unhombre. Sin embargo… por qu no? Dar lacara… Colagusano, ven a girarmi butaca.El vasallo profiri unquejido.Ya me has odo, Colagusano.Lentamente, con el rostrocrispado como si prefiriera hacer cualquier cosaantes queaproximarse a su seor y a la alfombra en que descansabalaserpiente, el hombrecillo dio unos pasos hacia delante y comenz agirar labutaca. La serpiente levant su fea cabeza triangular yprofiri un silbidocuando las patas del asiento se engancharon en laalfombra.Y entonces Frank tuvo la parte delantera de la butaca antes y vio lo quehaba sentado en ella. El cayado se le resbal al suelocon estrpito. Abri laboca y profiri un grito. Grit tan alto que nooy lo que deca la cosa que habaen el silln mientras levantaba unavarita. Vio un resplandor de luz verde y oyun chasquido antes dedesplomarse. Cuando lleg al suelo, Frank Bryce yahaba muerto.Atrescientos kilmetros de distancia, un muchacho llamado HarryPotterse despert sobresaltado.2 12. 12La cicatrizHarry se hallabaacostado boca arriba, jadeando como si hubiera estadocorriendo.Acababa de despertarse de un sueo muy vvido y tena las manossobrela cara. La antigua cicatriz con forma de rayo le arda bajo losdedoscomo si alguien le hubiera aplicado un hierro al rojo vivo.Seincorpor en la cama con una mano an en la cicatriz de la frente ylaotra buscando en la oscuridad las gafas, que estaban sobre lamesita denoche. Al ponrselas, el dormitorio se convirti en un lugarun poco ms ntido,iluminado por una leve y brumosa luz anaranjadaque se filtraba por lascortinas de la ventana desde la farola de lacalle.Volvi a tocarse la cicatriz. An le dola. Encendi la lmparaque tena asu lado y se levant de la cama; cruz el dormitorio, abriel armario ropero yse mir en el espejo que haba en el lado internode la puerta. Un delgadomuchacho de catorce aos le devolvi lamirada con una expresin dedesconcierto en los brillantes ojosverdes, que relucan bajo el enmaraadopelo negro. Examin ms de cercala cicatriz en forma de rayo del reflejo.Pareca normal, pero seguaescocindole.Harry intent recordar lo que soaba antes dedespertarse. Haba sido tanreal… Aparecan dos personas a las queconoca, y otra a la que no. Seconcentr todo lo que pudo, frunciendoel entrecejo, tratando de recordar…Vislumbr la oscura imagen deuna estancia en penumbra. Haba unaserpiente sobre una alfombra…un hombre pequeo llamado Peter y apodadoColagusano… y una voz fray aguda… la voz de lord Voldemort. Slo conpensarlo, Harry sinticomo si un cubito de hielo se le hubiera deslizado por lagargantahasta el estmago.Apret los ojos con fuerza e intent recordar quaspecto tena lordVoldemort, pero no pudo, porque en el momento enque la butaca gir y l,Harry, lo vio sentado en ella, el espasmo dehorror lo haba despertado… ohaba sido el dolor de la cicatriz?Yquin era aquel anciano? Porque ya tena claro que en el sueoaparecaun hombre viejo: Harry lo haba visto caer al suelo. Las imgeneslellegaban de manera confusa. Se volvi a cubrir la cara con lasmanos e intentrepresentarse la estancia en penumbra, pero era tandifcil como tratar de queel agua recogida en el cuenco de las manosno se escurriera entre los dedos.Voldemort y Colagusano habanhablado sobre alguien a quien haban matado,aunque no poda recordarsu nombre… y haban estado planeando un nuevoasesinato: elsuyo.Harry apart las manos de la cara, abri los ojos y observ a sualrededortratando de descubrir algo inusitado en su dormitorio. Enrealidad, haba una 13. cantidad extraordinaria de cosas inusitadasen l: a los pies de la cama habaun bal grande de madera, abierto, ydentro de l un caldero, una escoba, unatnica negra y diversoslibros de embrujos; los rollos de pergamino cubran laparte de lamesa que dejaba libre la jaula grande y vaca en la quenormalmentedescansaba Hedwig, su lechuza blanca; en el suelo, junto a lacama,haba un libro abierto. Lo haba estado leyendo por la noche antesdedormirse. Todas las fotos del libro se movan. Hombres vestidoscon tnicas decolor naranja brillante y montados en escobasvoladoras entraban y salan de lafoto a toda velocidad, arrojndoseunos a otros una pelota roja.Harry fue hasta el libro, lo cogi yobserv cmo uno de los magosmarcaba un tanto espectacular colando lapelota por un aro colocado a quincemetros de altura. Luego cerr ellibro de golpe. Ni siquiera el quidditch (enopinin de Harry, elmejor deporte del mundo) poda distraerlo en aquelmomento. DejVolando con los Cannons en su mesita de noche, se fue alotroextremo del dormitorio y retir las cortinas de la ventana paraobservar la calle.El aspecto de Privet Drive era exactamente el deuna respetable calle delas afueras en la madrugada de un sbado.Todas las ventanas tenan lascortinas corridas. Por lo que Harrydistingua en la oscuridad, no haba un almaen la calle, ni siquieraun gato.Y aun as, aun as… Nervioso, Harry regres a la cama, sesent en ella yvolvi a llevarse un dedo a la cicatriz. No era eldolor lo que le incomodaba:estaba acostumbrado al dolor y a lasheridas. En una ocasin haba perdidotodos los huesos del brazoderecho, y durante la noche le haban vuelto acrecer, muydolorosamente. No mucho despus, un colmillo de treintacentmetros delargo se haba clavado en aquel mismo brazo. Y durante elltimocurso, sin ir ms lejos, se haba cado desde una escoba voladoraaquince metros de altura. Estaba habituado a sufrir extraosaccidentes yheridas: eran inevitables cuando uno iba al ColegioHogwarts de Magia yHechicera, y l tena una habilidad especial paraatraer todo tipo deproblemas.No, lo que a Harry le incomodaba eraque la ltima vez que le haba dolidola cicatriz haba sido porqueVoldemort estaba cerca. Pero Voldemort no podaandar por all en esosmomentos… La misma idea de que lord Voldemort me-rodeara13porPrivet Drive era absurda, imposible.Harry escuch atentamente en elsilencio. Esperaba sorprender el crujidode algn peldao de laescalera, o el susurro de una capa? Se sobresalt al orun tremendoronquido de su primo Dudley, en el dormitorio de al lado.Harry sereprendi mentalmente. Se estaba comportando como unestpido: en lacasa no haba nadie aparte de l y de to Vernon, ta Petunia yDudley,y era evidente que ellos dorman tranquilos y que ningn problemanidolor haba perturbado su sueo.Cuando ms le gustaban los Dursley aHarry era cuando estabandormidos; despiertos nunca constituan paral una ayuda. To Vernon, taPetunia y Dudley eran los nicos parientesvivos que tena. Eran muggles (no 14. magos) que odiaban ydespreciaban la magia en cualquiera de sus formas, loque supona queHarry era tan bienvenido en aquella casa como una plaga determitas.Haban explicado sus largas ausencias durante el curso enHogwartslos ltimos tres aos diciendo a todo el mundo que estabainternado en elCentro de Seguridad San Bruto para DelincuentesJuveniles Incurables. LosDursley estaban al corriente de que, comomago menor de edad, a Harry no lepermitan hacer magia fuera deHogwarts, pero aun as le echaban la culpa detodo cuanto iba mal enla casa. Harry no haba podido confiar nunca en ellos, nicontarlesnada sobre su vida en el mundo de los magos. La sola ideadeexplicarles que le dola la cicatriz y que le preocupaba queVoldemort pudieraestar cerca, le resultaba graciosa.Y sin embargohaba sido Voldemort, principalmente, el responsable deque Harryviviera con los Dursley. De no ser por l, Harry no tendra lacicatrizen la frente. De no ser por l, Harry todava tendrapadres…Tena apenas un ao la noche en que Voldemort (el magotenebroso mspoderoso del ltimo siglo, un brujo que haba idoadquiriendo poder duranteonce aos) lleg a su casa y mat a suspadres. Voldemort dirigi su varitahacia Harry, lanz la maldicin conla que haba eliminado a tantos magos ybrujas adultos en su ascensinal poder e, increblemente, sta no hizo efecto:en lugar de matar albeb, la maldicin haba rebotado contra Voldemort. Harryhabasobrevivido sin otra lesin que una herida con forma de rayo en lafrente,en tanto que Voldemort quedaba reducido a algo que apenasestaba vivo.Desprovisto de su poder y casi moribundo, Voldemorthaba huido; el terror quehaba atenazado a la comunidad mgicadurante tanto tiempo se disip, susseguidores huyeron en desbandaday Harry se hizo famoso.Fue bastante impactante para l enterarse, elda de su undcimocumpleaos, de que era un mago. Y an haba resultadoms desconcertantedescubrir que en el mundo de los magos todosconocan su nombre. Al llegar aHogwarts, las cabezas se volvan y loscuchicheos lo seguan por dondequieraque iba. Pero ya se habaacostumbrado: al final de aquel verano comenzarael cuarto curso. Ycontaba los das que le faltaban para regresar al castillo.Perotodava quedaban dos semanas para eso. Abatido, volvi a repasarconla vista los objetos del dormitorio, y sus ojos se detuvieron enlas tarjetasde felicitacin que sus dos mejores amigos le habanenviado a finales de julio,por su cumpleaos. Qu le contestaranellos si les escriba y les explicaba lodel dolor de la cicatriz?Deinmediato, la voz asustada y estridente de Hermione Granger le vinoa14la cabeza:Que te duele la cicatriz? Harry, eso es tremendamentegrave… Escribe alprofesor Dumbledore! Mientras tanto yo ir aconsultar el libro Enfermedades ydolencias mgicas frecuentes…Quiz encuentre algo sobre cicatrices produci-daspormaldiciones…S, se sera el consejo de Hermione: acudir sin demoraal director deHogwarts, y entretanto consultar un libro. Harryobserv a travs de la ventana 15. el oscuro cielo entre negro yazul. Dudaba mucho que un libro pudiera ayudarloen aquel momento.Por lo que saba, era la nica persona viva que habasobrevivido a unamaldicin como la de Voldemort, as que era muy improbablequeencontrara sus sntomas en Enfermedades y dolenciasmgicasfrecuentes. En cuanto a lo de informar al director, Harry notena la ms remotaidea de adnde iba Dumbledore en sus vacaciones deverano. Por un instantele divirti imaginrselo, con su larga barbaplateada, tnica talar de mago ysombrero puntiagudo, tumbndose alsol en una playa en algn lugar delmundo y dndose locin protectoraen su curvada nariz. Pero, dondequiera queestuviera Dumbledore,Harry estaba seguro de que Hedwig lo encontrara: lalechuza de Harrynunca haba dejado de entregar una carta a su destinatario,aunquecareciera de direccin. Pero qu pondra en ella?15Querido profesorDumbledore: Siento molestarlo, pero la cicatriz me hadolido estamaana. Atentamente, Harry Potter.Incluso en su mente, las palabrassonaban tontas.As que intent imaginarse la reaccin de su otro mejoramigo, RonWeasley, y al instante el pecoso rostro de Ron, con sularga nariz, flotaba antel con una expresin de desconcierto:Que teduele la cicatriz? Pero… pero no puede ser que Quien-t-sabesestah cerca, verdad? Quiero decir… que te habras dado cuenta,no?Intentara liquidarte, no es cierto? No s, Harry, a lo mejor lascicatricesproducidas por maldiciones duelen siempre un poco… Lepreguntar a mipadre…El seor Weasley era un mago plenamentecualificado que trabajaba en elDepartamento Contra el UsoIncorrecto de los Objetos Muggles del Ministeriode Magia, pero notena experiencia en materia de maldiciones, que Harry su-piera.Encualquier caso, no le haca gracia la idea de que toda lafamiliaWeasley se enterara de que l, Harry, se haba preocupadomucho a causa deun dolor que seguramente durara muy poco. La seoraWeasley alborotaraan ms que Hermione; y Fred y George, los gemelosde diecisis aoshermanos de Ron, podran pensar que Harry estabaperdiendo el valor. LosWeasley eran su familia favorita: esperabaque pudieran invitarlo a quedarsealgn tiempo con ellos (Ron le habamencionado algo sobre los Mundiales dequidditch), y no quera queesa visita estuviera salpicada de indagacionessobre sucicatriz.Harry se frot la frente con los nudillos. Lo que realmentequera (y casi leavergonzaba admitirlo ante s mismo) era alguiencomo… alguien como unpadre: un mago adulto al que pudiera pedirconsejo sin sentirse estpido,alguien que lo cuidara, que hubieratenido experiencia con la magia oscura…Y entonces encontr lasolucin. Era tan simple y tan obvia, que no poda 16. 16creer quehubiera tardado tanto en dar con ella: Sirius.Harry salt de unbrinco de la cama, fue rpidamente al otro extremo deldormitorio yse sent a la mesa. Sac un trozo de pergamino, carg de tinta laplumade guila, escribi Querido Sirius, y luego se detuvo, pensandoculsera la mejor forma de expresar su problema y sin dejar deextraarse de queno se hubiera acordado antes de Sirius. Pero bienmirado no era nadasorprendente: al fin y al cabo, haca menos de unao que haba averiguadoque Sirius era su padrino.Haba un motivo muysimple para explicar la total ausencia de Sirius en lavida deHarry: haba estado en Azkaban, la horrenda prisin del mundomgicovigilada por unas criaturas llamadas dementores, unosmonstruos ciegos queabsorban el alma y que haban ido hasta Hogwartsen persecucin de Siriuscuando ste escap. Pero Sirius era inocente,ya que los asesinatos por losque lo haban condenado eran enrealidad obra de Colagusano, el secuaz deVoldemort a quien casitodo el mundo crea muerto. Harry, Ron y Hermione, sinembargo, sabanque la verdad era otra: el curso anterior haban tenido aColagusanofrente a frente, aunque luego slo el profesor Dumbledore leshabacredo.Durante una hora de gloriosa felicidad, Harry haba credo quepodraabandonar a los Dursley, porque Sirius le haba ofrecido unhogar una vez quesu nombre estuviera rehabilitado. Pero aquellaoportunidad se haba esfumadomuy pronto: Colagusano se haba escapadoantes de que hubieran podidollevarlo al Ministerio de Magia, ySirius haba tenido que huir volando parasalvar la vida. Harry lohaba ayudado a hacerlo sobre el lomo de un hipogrifollamadoBuckbeak, y desde entonces Sirius permaneca oculto. Harry sehabapasado el verano pensando en la casa que habra tenido siColagusano no sehubiera escapado. Haba resultado especialmente durovolver con los Dursleysabiendo que haba estado a punto de librarsede ellos para siempre.No obstante, y aunque no pudiera estar conSirius, ste haba sido decierta ayuda para Harry. Gracias a Sirius,ahora poda tener todas sus cosascon l en el dormitorio. Antes, losDursley no lo haban consentido: su deseo dehacerle la vida a Harrytan penosa como fuera posible, unido al miedo que lesinspiraba supoder, haban hecho que todos los veranos precedentesguardaran bajollave el bal escolar de Harry en la alacena que haba debajode laescalera. Pero su actitud haba cambiado al averiguar que susobrinotena como padrino a un asesino peligroso (oportunamente,Harry habaolvidado decirles que Sirius era inocente).Desde que habavuelto a Privet Drive, Harry haba recibido dos cartas deSirius. Nose las haba entregado una lechuza, como era habitual en elcorreoentre magos, sino unos pjaros tropicales grandes y debrillantes colores. AHedwig no le haban hecho gracia aquellosllamativos intrusos y se habaresistido a dejarlos beber de subebedero antes de volver a emprender el vuelo.A Harry, en cambio,le haban gustado: le haban hecho imaginarse palmeras yarena blanca,y esperaba que dondequiera que se encontrara Sirius (l nuncadecadnde, por si interceptaban la carta) se lo estuviera pasando bien.Harrydudaba que los dementores sobrevivieran durante mucho tiempoen un lugar 17. muy soleado. Quiz por eso Sirius haba ido hacia elsur. Las cartas de supadrino (ocultas bajo la utilsima tabla sueltaque haba debajo de la cama deHarry) mostraban un tono alegre, y enambas le insista en que lo llamara si lonecesitaba. Pues bien, enaquel momento lo necesitaba…La lmpara de Harry pareci oscurecersea medida que la fra luz gris queprecede al amanecer se introduca enel dormitorio. Finalmente, cuando losprimeros rayos de sol daban untono dorado a las paredes y empezaba a orseruido en la habitacin deto Vernon y ta Petunia, Harry despej la mesa detrozos estrujados depergamino y reley la carta ya acabada:17Querido Sirius:Gracias portu ltima carta. Vaya pjaro ms grande: casi no podaentrar por laventana.Aqu todo sigue como siempre. La dieta de Dudley novademasiado bien. Mi ta lo descubri ayer escondiendo en suhabitacinunas rosquillas que haba trado de la calle. Le dijeron quetendranque rebajarle la paga si segua hacindolo, y l se puso comoloco ytir la videoconsola por la ventana. Es una especie deordenador en elque se puede jugar. Fue algo bastante tonto,realmente, porque ahorani siquiera puede evadirse con suMega-Mutilation, tercera generacin.Yo estoy bien, sobre todogracias a que tienen muchsimo miedode que aparezcas de pronto y losconviertas en murcilagos.Sin embargo, esta maana me ha pasado algoraro. La cicatriz meha vuelto a doler. La ltima vez que ocurri fueporque Voldemortestaba en Hogwarts. Pero supongo que es imposibleque l rondeahora por aqu, verdad? Sabes si es normal que lascicatricesproducidas por maldiciones duelan aos despus?Enviar estacarta en cuanto regrese Hedwig. Ahora est por ah,cazando. Recuerdosa Buckbeak de mi parte.HarryS pens Harry, no est mal as. No habapor qu explicar lo delsueo, pues no quera dar la impresin de queestaba muy preocupado. Plegel pergamino y lo dej a un lado de lamesa, preparado para cuando volvieraHedwig. Luego se puso de pie,se desperez y abri de nuevo el armario. Sinmirar al espejo, empez avestirse para bajar a desayunar. 18. 183La invitacinLos tresDursley ya se encontraban sentados a la mesa cuando Harry lleg alacocina. Ninguno de ellos levant la vista cuando l entr y se sent.El rostrode to Vernon, grande y colorado, estaba oculto detrs de unperidicosensacionalista, y ta Petunia cortaba en cuatro trozos unpomelo, con loslabios fruncidos contra sus dientes de conejo.Dudleypareca furioso, y daba la sensacin de que ocupaba ms espaciodelhabitual, que ya es decir, porque l siempre abarcaba un lado enterode lamesa cuadrada. Cuando ta Petunia le puso en el plato uno delos trozos depomelo sin azcar con un temeroso Aqu tienes, Dudley,carin, l la mirceudo. Su vida se haba vuelto bastante msdesagradable desde que haballegado con el informe escolar de fin decurso.Como de costumbre, to Vernon y ta Petunia haban logradoencontrardisculpas para las malas notas de su hijo: ta Petuniainsista siempre en queDudley era un muchacho de gran talentoincomprendido por sus profesores, entanto que to Vernon asegurabaque no quera tener por hijo a uno de esosmariquitas empollones.Tampoco dieron mucha importancia a las acusacionesde que su hijotena un comportamiento violento. (Es un nio un poco inquie-to,perono le hara dao a una mosca!, dijo ta Petunia con lgrimas enlosojos.)Pero al final del informe haba unos bien medidoscomentarios de laenfermera del colegio que ni siquiera to Vernon yta Petunia pudieronsoslayar. Daba igual que ta Petunia lloriquearadiciendo que Dudley era decomplexin recia, que su peso era enrealidad el propio de un niito saludable,y que estaba en edad decrecer y necesitaba comer bien: el caso era que losquesuministraban los uniformes ya no tenan pantalones de su tamao.Laenfermera del colegio haba visto lo que los ojos de ta Petunia(tan agudoscuando se trataba de descubrir marcas de dedos en lasbrillantes paredes desu casa o de espiar las idas y venidas de losvecinos) sencillamente senegaban a ver: que, muy lejos de necesitarun refuerzo nutritivo, Dudley habaalcanzado ya el tamao y peso deuna ballena asesina joven.Y de esa manera, despus de muchasrabietas y discusiones que hicierontemblar el suelo del dormitoriode Harry y de muchas lgrimas derramadas porta Petunia, dio comienzoel nuevo rgimen de comidas. Haban pegado a lapuerta del frigorficola dieta enviada por la enfermera del colegio Smeltings, yelfrigorfico mismo haba sido vaciado de las cosas favoritas de Dudley19. (bebidas gaseosas, pasteles, tabletas de chocolate yhamburguesas) y llenadoen su lugar con fruta y verdura y todoaquello que to Vernon llamaba comidade conejo. Para que Dudley nolo llevara tan mal, ta Petunia haba insistidoen que toda la familiasiguiera el rgimen. En aquel momento le sirvi su trozode pomelo aHarry, quien not que era mucho ms pequeo que el de Dudley.A juzgarpor las apariencias, ta Petunia pensaba que la mejor maneradelevantar la moral a Dudley era asegurarse de que, por lo menos,poda comerms que Harry.Pero ta Petunia no saba lo que se ocultababajo la tabla suelta del piso dearriba. No tena ni idea de queHarry no estaba siguiendo el rgimen. En cuantoste se haba enteradode que tena que pasar el verano alimentndose detiras de zanahoria,haba enviado a Hedwig a casa de sus amigos pidindolessocorro, yellos haban cumplido maravillosamente: Hedwig haba vuelto decasa deHermione con una caja grande llena de cosas sin azcar parapicar(los padres de Hermione eran dentistas); Hagrid, elguardabosque de Hog-warts,le haba enviado una bolsa llena de bollosde frutos secos hechos por l(Harry ni siquiera los haba tocado: yahaba experimentado las dotes culinariasde Hagrid); en cuanto a laseora Weasley, le haba enviado a la lechuza de lafamilia, Errol,con un enorme pastel de frutas y pastas variadas. El pobreErrol,que era viejo y dbil, tard cinco das en recuperarse delviaje. Y luego, el dade su cumpleaos (que los Dursley haban pasadoolmpicamente por alto),haba recibido cuatro tartas estupendasenviadas por Ron, Hermione, Hagrid ySirius. Todava le quedaban dos,y por eso, impaciente por tomarse undesayuno de verdad cuandovolviera a su habitacin, empez a comerse elpomelo sin una queja.ToVernon dej el peridico a un lado con un resoplido de disgustoy19observ su trozo de pomelo.Esto es el desayuno? pregunt de malhumor a ta Petunia.Ella le dirigi una severa mirada y luego asinticon la cabeza, mirando deforma harto significativa a Dudley, quehaba terminado ya su parte de pomeloy observaba el de Harry con unaexpresin muy amarga en sus pequeos ojosde cerdito.To Vernon lanz unintenso suspiro que le alborot el poblado bigote ycogi lacuchara.Llamaron al timbre de la puerta. To Vernon se levant conmucho esfuerzoy fue al recibidor. Veloz como un rayo, mientras sumadre preparaba el t,Dudley le rob a su padre lo que le quedaba depomelo.Harry oy un murmullo en la entrada, a alguien rindose y a toVernonrespondiendo de manera cortante. Luego se cerr la puerta y oyrasgar unpapel en el recibidor.Ta Petunia pos la tetera en la mesay mir a su alrededor preguntndosednde se haba metido to Vernon. Notard en averiguarlo: regres un minutodespus, lvido. 20. T le grit aHarry. Ven a la sala, ahora mismo.Desconcertado, preguntndose qudemonios haba hecho en aquellaocasin, Harry se levant, sali de lacocina detrs de to Vernon y fue con lhasta la habitacin contigua.To Vernon cerr la puerta con fuerza detrs deellos.Vaya dijo, yendohasta la chimenea y volvindose hacia Harry como si20estuviera apunto de pronunciar la sentencia de su arresto. Vaya.A Harry lehubiera encantado preguntar Vaya qu?, pero no juzgprudente poner aprueba el humor de to Vernon tan temprano, y menosteniendo encuenta que ste se encontraba sometido a una fuerte tensin porlacarencia de alimento. As que decidi adoptar una expresin decortsdesconcierto.Acaba de llegar esto dijo to Vernon, blandiendoante Harry un trozo depapel de color prpura. Una carta. Sobre ti.Eldesconcierto de Harry fue en aumento. Quin le escribira a toVernonsobre l? Conoca a alguien que enviara cartas por correo?ToVernon mir furioso a Harry; luego baj los ojos al papel y empezaleer:Estimados seor y seora Dursley:No nos conocemospersonalmente, pero estoy segura de queHarry les habr hablado muchode mi hijo Ron.Como Harry les habr dicho, la final de los Mundialesde quidditchtendr lugar el prximo lunes por la noche, y Arthur, mimarido, acabade conseguir entradas de primera clase gracias a susconocidos en elDepartamento de Deportes y Juegos Mgicos.Espero quenos permitan llevar a Harry al partido, ya que es unaoportunidadnica en la vida. Hace treinta aos que Gran Bretaa noes laanfitriona de la Copa y es extraordinariamente difcil conseguirunaentrada. Nos encantara que Harry pudiera quedarse con nosotrosloque queda de vacaciones de verano y acompaarlo al tren que lollevarde nuevo al colegio.Sera preferible que Harry nos enviara larespuesta de ustedes porel medio habitual, ya que el cartero mugglenunca nos ha entregadouna carta y me temo que ni siquiera sabe dndevivimos.Esperando ver pronto a Harry, se despide cordialmenteMollyWeasley 21. 21P. D.: Espero que hayamos puesto bastantes sellos.ToVernon termin de leer, se meti la mano en el bolsillo superior ysacotra cosa.Mira esto gru.Levant el sobre en que haba llegado lacarta, y Harry tuvo que hacer unesfuerzo para contener la risa.Todo el sobre estaba cubierto de sellos salvo untrocito, delante,en el que la seora Weasley haba consignado en letradiminuta ladireccin de los Dursley.Creo que si que han puesto bastantes selloscoment Harry, como sicualquiera pudiera cometer el error de laseora Weasley.Hubo un fulgor en los ojos de su to.El cartero se diocuenta dijo entre sus dientes apretados. Estabamuy interesado ensaber de dnde proceda la carta. Por eso llam al timbre.Daba laimpresin de que le pareca divertido.Harry no dijo nada. Otra gentepodra no entender por qu to Vernonarmaba tanto escndalo porquealguien hubiera puesto demasiados sellos enun sobre, pero Harryhaba vivido demasiado tiempo con ellos para nocomprender hasta qupunto les molestaba cualquier cosa que se saliera de loordinario.Nada los aterrorizaba tanto como que alguien pudiera averiguarquetenan relacin (aunque fuera lejana) con gente como la seoraWeasley.To Vernon segua mirando a Harry, que intentaba mantener suexpresinneutra. Si no haca ni deca ninguna tontera, poda lograr quelo dejaran asistiral mejor espectculo de su vida. Esper a que toVernon aadiera algo, perosimplemente segua mirndolo. Harry decidirom per el silencio.Entonces, puedo ir? pregunt.Un ligero espasmocruz el rostro de to Vernon, grande y colorado. Se leeriz elbigote. Harry crea saber lo que tena lugar detrs de aquelmostacho:una furiosa batalla en la que entraban en conflicto dos delos instintos msbsicos en to Vernon. Permitirle marchar hara feliza Harry, algo contra lo queto Vernon haba luchado durante treceaos. Pero, por otro lado, dejar que sefuera con los Weasley lo quequedaba de verano equivala a deshacerse de ldos semanas antes de loesperado, y to Vernon aborreca tener a Harry encasa. Para ganaralgo de tiempo, volvi a mirar la carta de la seora Weasley.Quin esesta mujer? inquiri, observando la firma con desagrado.La conocesrespondi Harry. Es la madre de mi amigo Ron. Loestaba esperandocuando llegamos en el expreso de Hog… en el tren del 22.22colegio al final del curso.Haba estado a punto de decir expresode Hogwarts, y eso habrairritado a to Vernon. En casa de losDursley no se poda mencionar el nombredel colegio de Harry.ToVernon hizo una mueca con su enorme rostro como si trataraderecordar algo muy desagradable.Una mujer gorda? gru por fin. Conun montn de niospelirrojos?Harry frunci el entrecejo pensando quetena gracia que to Vernonllamara gordo a alguien cuando su propiohijo, Dudley, acababa de lograr loque haba estado intentando desdeque tena tres aos: ser ms ancho quealto.To Vernon volvi a examinarla carta.Quidditch murmur entre dientes, quidditch. Qu demonioseseso?Harry sinti una segunda punzada de irritacin.Es un deportedijo lacnicamente que se juega sobre esc…Vale, vale! interrumpito Vernon casi gritando.Con cierta satisfaccin, Harry observ que suto tena expresin de miedo.Daba la impresin de que sus nervios noaguantaran el sonido de las palabrasescobas voladoras en la sala deestar. Disimul volviendo a exam inar lacarta. Harry descubri quemova los labios formando las palabras que nosenviara la respuestade ustedes por el medio habitual.Qu quiere decir eso de el mediohabitual? pregunt irritado.Habitual para nosotros explic Harry y,antes de que su to pudieradetenerlo, aadi: Ya sabes, lechuzasmensajeras. Es lo normal entremagos.To Vernon pareca tan ofendidocomo si Harry acabara de soltar unahorrible blasfemia. Temblando deenojo, lanz una mirada nerviosa por laventana; pareca temeroso dever a algn vecino con la oreja pegada al cristal.Cuntas veces tengoque decirte que no menciones tu anormalidadbajo este techo? dijoentre dientes. Su rostro haba adquirido un tono ciruelavivo.Recuerda dnde ests, y recuerda que deberas agradecer un pocoesaropa que Petunia y yo te hemos da…Despus de que Dudley la uslo interrumpi Harry con frialdad; dehecho, llevaba una sudadera tangrande para l que tena que dar cinco vueltasa las mangas para poderutilizar las manos y que le caa hasta ms abajo de 23. 23lasrodillas de unos vaqueros extremadamente anchos.No consentir que seme hable en ese tono! exclam to Vernon,temblando de ira.Pero Harryno pensaba resignarse. Ya haban pasado los tiempos en quese habavisto obligado a aceptar cada una de las estpidas disposicionesdelos Dursley. No estaba siguiendo el rgimen de Dudley, y no se ibaa quedarsin ir a los Mundiales de quidditch por culpa de to Vernonsi poda evitarlo.Harry respir hondo para relajarse y luegodijo:Vale, no ir a los Mundiales. Puedo subir ya a mi habitacin?Tengoque terminar una carta para Sirius. Ya sabes… mi padrino.Lohaba hecho, haba pronunciado las palabras mgicas. Vio cmolacolorada piel de to Vernon palideca a ronchas, dndole el aspectode unhelado de grosellas mal mezclado.Le… le vas a escribir, deverdad? dijo to Vernon, intentandoaparentar tranquilidad. PeroHarry haba visto cmo se le contraan de miedolos diminutosojos.Bueno, s… contest Harry, como sin darle importancia. Hacetiempoque no ha tenido noticias mas y, bueno, si no le escribopuede pensar que algova mal.Se detuvo para disfrutar el efecto desus palabras. Casi poda ver funcionarlos engranajes del cerebro deto Vernon debajo de su grueso y oscuro cabellopeinado con una rayamuy recta. Si intentaba impedir que Harry escribiera aSirius, stepensara que lo maltrataban. Si no lo dejaba ir a los Mundialesdequidditch, Harry se lo contara a Sirius, y Sirius sabra que lomaltrataban. A toVernon slo le quedaba una salida, y Harry pudo veresa conclusin formrseleen el cerebro como si el rostro grandeadornado con el bigote fueratransparente. Harry trat de no rerse yde mantener la cara tan inexpresivacomo le fuera posible. Yluego…Bien, de acuerdo. Puedes ir a esa condenada… a esaestpida… a esaCopa del Mundo. Escrbeles a esos… a esos Weasleypara que vengan arecogerte, porque yo no tengo tiempo para llevartea ningn lado. Y puedespasar con ellos el resto del verano. Y dile atu… tu padrino… dile… dile que vas.Muy bien asinti Harry, muycontento.Se volvi y fue hacia la puerta de la sala, reprimiendo elimpulso de gritar ydar saltos. Iba a… Se iba con los Weasley! Ibaa presenciar la final de losMundiales! En el recibidor estuvo apunto de atropellar a Dudley, que acechabadetrs de la puertaesperando or una buena reprimenda contra Harry y sequeddesconcertado al ver su amplia sonrisa.Qu buen desayuno!, verdad?le dijo Harry. Estoy lleno, t no?Rindose de la cara atnita deDudley, Harry subi los escalones de tres 24. 24en tres y entr en suhabitacin como un blido.Lo primero que vio fue que Hedwig ya habaregresado. Estaba en la jaula,mirando a Harry con sus enormes ojosambarinos y chasqueando el pico comohaca siempre que estabamolesta. Harry no tard en ver qu era lo que le mo-lestabaen aquellaocasin.Ay! grit.Acababa de pegarle en un lado de la cabeza lo quepareca ser una pelotade tenis pequea, gris y cubierta de plumas.Harry se frot con fuerza la zonadolorida al tiempo que intentabadescubrir qu era lo que lo haba golpeado, yvio una lechuzadiminuta, lo bastante pequea para ocultarla en la mano, que,como sifuera un cohete buscapis, zumbaba sin parar por toda lahabitacin.Harry se dio cuenta entonces de que la lechuza habadejado caer a sus piesuna carta. Se inclin para recogerla, reconocila letra de Ron y abri el sobre.Dentro haba una nota escritaapresuradamente:Harry: MI PADRE HA CONSEGUIDO LAS ENTRADAS! IrlandacontraBulgaria, el lunes por la noche. Mi madre les ha escrito alos mugglespara pedirles que te dejen venir y quedarte. A lo mejorya han recibidola carta, no s cunto tarda el correo muggle. Detodas maneras, hequerido enviarte esta nota por medio de Pig.Harryrepar en el nombre Pig, y luego observ a la diminuta lechuzaquezumbaba dando vueltas alrededor de la lmpara del techo. Nuncahabavisto nada que se pareciera menos a un cerdo. Quiz no habaentendido bienla letra de Ron. Sigui leyendo:Vamos a ir a buscartetanto si quieren los muggles como si no,porque no te puedes perderlos Mundiales. Lo que pasa es que mispadres pensaban que era mejorpedirles su consentimiento. Si dicenque te dejan, enva a Piginmediatamente con la respuesta, e iremos arecogerte el domingo alas cinco en punto. Si no te dejan, envatambin a Pig e iremos arecogerte de todas maneras el domingo a lascinco.Hermione llegaesta tarde. Percy ha comenzado a trabajar: en elDepartamento deCooperacin Mgica Internacional. No mencionesnada sobre elextranjero mientras ests aqu a menos que quieras quete mate deaburrimiento.Hasta pronto,Ron 25. Clmate! dijo Harry a la pequealechuza, que revoloteaba porencima de su cabeza gorjeando como loca(Harry supuso que era a causa delorgullo de haber llevado la cartaa la persona correcta). Ven aqu! Tienesque llevar la contestacin.Lalechuza revolote hasta posarse sobre la jaula de Hedwig, que leechuna mirada fra, como desafindola a que se acercara ms. Harryvolvi acoger su pluma de guila y un trozo de pergamino, yescribi:25Todo perfecto, Ron: los muggles me dejan ir. Hasta maanaa lascinco. Me muero de impaciencia!HarryPleg la nota hasta hacerlamuy pequea y, con inmensa dificultad, la at ala diminuta pata de lalechuza, que aguardaba muy excitada. En cuanto la notaestuvoasegurada, la lechuza se march: sali por la ventana zumbando yseperdi de vista.Harry se volvi hacia Hedwig.Ests lista para unviaje largo? le pregunt. Hedwig ulul henchida dedignidad.Puedeshacerme el favor de llevar esto a Sirius? le pidi, cogiendolacarta. Espera: tengo que terminarla.Volvi a desdoblar elpergamino y aadi rpidamente una postdata:Si quieres ponerte encontacto conmigo, estar en casa de mi amigoRon hasta el final delverano. Su padre nos ha conseguido entradaspara los Mundiales dequidditch!Una vez concluida la carta, la at a una de las patas deHedwig, quepermaneca ms quieta que nunca, como si quisiera mostrarel modo en quedeba comportarse una lechuza mensajera.Estar en casade Ron cuando vuelvas, de acuerdo? le dijo Harry.Ella le pellizccariosamente el dedo con el pico y, a continuacin, con unzumbido,extendi sus grandes alas y sali volando por la ventana.Harry laobserv mientras desapareca. Luego se meti debajo de la cama, 26.tir de la tabla suelta y sac un buen trozo de tarta de cumpleaos.Se lo comisentado en el suelo, disfrutando de la felicidad que loembargaba: tena tarta,mientras que Dudley slo tena pomelo; era unradiante da de verano; se irade casa de los Dursley al dasiguiente, la cicatriz ya haba dejado de dolerle eiba a presenciarlos Mundiales de quidditch. Era difcil, precisamente enaquelmomento, preocuparse por algo. Ni siquiera por lordVoldemort.264Retorno a La MadrigueraA las doce del da siguiente, elbal de Harry ya estaba lleno de sus cosas delcolegio y de susposesiones ms apreciadas: la capa invisible heredada de supadre, laescoba voladora que le haba regalado Sirius y el mapa encantadodeHogwarts que le haban dado Fred y George el curso anterior. Habavaciadode todo comestible el espacio oculto debajo de la tablasuelta de su habitaciny repasado dos veces hasta el ltimo rincn desu dormitorio para no dejarseolvidados ninguna pluma ni ningn librode embrujos, y haba despegado de lapared el calendario en quemarcaba los das que faltaban para el 1 deseptiembre, el da de lavuelta a Hogwarts.El ambiente en el nmero 4 de Privet Drive estabamuy tenso. La inminentellegada a la casa de un grupo de brujos ponanerviosos e irritables a losDursley. To Vernon se asust muchocuando Harry le inform de que losWeasley llegaran al da siguiente alas cinco en punto.Espero que le hayas dicho a esa gente que sevista adecuadamente gru de inmediato. He visto cmo van. Deberantener la decencia deponerse ropa normal.Harry tuvo unpresentimiento que le preocup. Muy raramente haba visto alos padresde Ron vistiendo algo que los Dursley pudieran calificar denormal.Los hijos a veces se ponan ropa muggle durante las vacaciones,perolos padres llevaban generalmente tnicas largas en diversos estadosdedeterioro. A Harry no le inquietaba lo que pensaran los vecinos,pero s lodesagradables que podan resultar los Dursley con losWeasley si aparecancon el aspecto que aqullos reprobaban en losbrujos.To Vernon se haba puesto su mejor traje. Alguien podrainterpretarlocomo un gesto de bienvenida, pero Harry saba que lohaba hecho para 27. impresionar e intimidar. Dudley, por otro lado,pareca algo disminuido, lo cualno se deba a que su dieta estuvierapor fin dando resultado, sino al pnico. Laltima vez que Dudley sehaba encontrado con un mago adulto sali ganandouna cola de cerdoque le sobresala de los pantalones, y ta Petunia y toVernontuvieron que llevarlo a un hospital privado de Londres para que selaextirparan. Por eso no era sorprendente que Dudley se pasara todoel tiemporestregndose la mano nerviosamente por la rabadilla ycaminando de unahabitacin a otra como los cangrejos, con la idea deno presentar al enemigo elmismo objetivo.La comida (queso fresco yapio rallado) transcurri casi en total silencio.Dudley ni siquieraprotest por ella. Ta Petunia no prob bocado. Tena losbrazoscruzados, los labios fruncidos, y se morda la lengua comomasticandola furiosa reprimenda que hubiera querido echarle aHarry.Vendrn en coche, espero dijo a voces to Vernon desde el otrolado27de la mesa.Ehhh… Harry no supo qu contestar.La verdad eraque no haba pensado en aquel detalle. Cmo iran abuscarlo losWeasley? Ya no tenan coche, porque el viejo Ford Anglia quehabanposedo corra libre y salvaje por el bosque prohibido de Hogwarts.Sinembargo, el ao anterior el Ministerio de Magia le haba prestadoun coche alseor Weasley. Hara lo mismo en aquella ocasin?Creo que srespondi al final.El bigote de to Vernon se alborot con suresoplido. Normalmente hubierapreguntado qu coche tena el seorWeasley, porque sola juzgar a los demshombres por el tamao y preciode su automvil. Pero, en opinin de Harry, ato Vernon no le gustarael seor Weasley aunque tuviera un Ferrari.Harry pas la mayor partede la tarde en su habitacin. No poda soportarla visin de ta Petuniaescudriando a travs de los visillos cada pocossegundos como sihubieran avisado que andaba suelto un rinoceronte. A lascinco menoscuarto Harry volvi a bajar y entr en la sala. Ta Petunia colocabayrecolocaba los cojines de manera compulsiva. To Vernon haca comoquelea el peridico, pero no mova los minsculos ojos, y Harry supusoque enrealidad escuchaba con total atencin por si oa el ruido de uncoche. Dudleyestaba hundido en un silln, con las manos de cerditopuestas debajo de l yagarrndose firmemente la rabadilla. Incapaz deaguantar la tensin que habaen el ambiente, Harry sali de lahabitacin y se fue al recibidor, a sentarse enla escalera, con losojos fijos en el reloj y el corazn latindole muy rpido porla emociny los nervios.Pero llegaron las cinco en punto… y pasaron. ToVernon, sudandoligeramente dentro de su traje, abri la puerta de lacalle, escudri a un lado ya otro, y volvi a meter la cabeza en lacasa.Se retrasan! le gru a Harry. 28. Ya lo s murmur Harry. A lomejor hay problemas de trfico, yo qu28s.Las cinco y diez… lascinco y cuarto… Harry ya empezaba a preocuparse.A las cinco ymedia oy a to Vernon y a ta Petunia rezongando en la saladeestar.No tienen consideracin.Podramos haber tenido uncompromiso.Tal vez creen que llegando tarde los invitaremos acenar.Ni soarlo dijo to Vernon. Harry lo oy ponerse en pie ycaminarnerviosamente por la sala. Recogern al chico y se irn. No seentretendrn.Eso… si es que vienen. A lo mejor se han confundidode da. Me atrevera adecir que la gente de su clase no le da muchaimportancia a la puntualidad. Obien es que en vez de coche tienenuna cafetera que se les ha avena…Ahhhhhhhhhhhhh!Harry peg unsalto. Del otro lado de la puerta de la sala le lleg el ruidoquehacan los Dursley movindose aterrorizados y descontroladamente porlasala. Un instante despus, Dudley entr en el recibidor como unabala, com-pletamentelvido.Qu pasa? pregunt Harry. Qu ocurre? PeroDudley parecaincapaz de hablar y, con movimientos de pato yagarrndose todava las nalgascon las manos, entr en la cocina. En elinterior de la chimenea de los Dursley,que tena empotrada unaestufa elctrica que simulaba un falso fuego, se oangolpes yrasguos.Qu es eso? pregunt jadeando ta Petunia, que habaretrocedidohacia la pared y miraba aterrorizada la estufa. Qu es,Vernon?La duda slo dur un segundo. Desde dentro de la chimeneacegada sepodan or voces.Ay! No, Fred… Vuelve, vuelve. Ha habidoalgn error. Dile a George queno… Ay! No, George, no hay espacio.Regresa enseguida y dile a Ron…A lo mejor Harry nos puede or,pap… A lo mejor puede ayudarnos asalir…Se oy golpear fuerte conlos puos al otro lado de la estufa.Harry! Harry, nos oyes?LosDursley rodearon a Harry como un par de lobos hambrientos.Qu eseso? gru to Vernon. Qu pasa?Han… han intentado llegar con polvosflu explic Harry, conteniendo 29. unas ganas locas de rerse. Puedenviajar de una chimenea a otra… pero nose imaginaban que lachimenea estara obstruida. Un momento…Se acerc a la chimenea ygrit a travs de las tablas:Seor Weasley! Me oye?El martilleo ces.Alguien, dentro de la chimenea, chist: Shh!Soy Harry, seor Weasley…! La chimenea est cegada. No podrn29entrar por aqu.Maldita sea!dijo la voz del seor Weasley. Para qu diablostaparon lachimenea?Tienen una estufa elctrica explic Harry.De verdad? preguntemocionado el seor Weasley. Has dichoeclctica? Con enchufe? SantoDios! Eso tengo que verlo…! Pensemos…Ah, Ron!La voz de Ron seuni a la de los otros.Qu hacemos aqu? Algo ha ido mal?No, Ron, quva dijo sarcsticamente la voz de Fred. ste esexactamente el sitioal que queramos venir.S, nos lo estamos pasando en grande aadiGeorge, cuya vozsonaba ahogada, como si lo estuvieran aplastandocontra la pared.Muchachos, muchachos… dijo vagamente el seorWeasley. Estoyintentando pensar qu podemos hacer… S… el nicomodo… Harry, chateatrs.Harry se retir hasta el sof, pero toVernon dio un paso hacia delante.Esperen un momento! bram endireccin a la chimenea. Qu eslo que pretenden…?BUM!La estufaelctrica sali disparada hasta el otro extremo de la salacuandotodas las tablas que tapaban la chimenea saltaron de golpe yexpulsaron alseor Weasley, Fred, George y Ron entre una nube deescombros y gravillasuelta. Ta Petunia dio un grito y cay deespaldas sobre la mesita del caf. ToVernon la cogi antes de quepegara contra el suelo, y se qued con la bocaabierta, sin habla,mirando a los Weasley, todos con el pelo de color rojovivo,incluyendo a Fred y George, que eran idnticos hasta el ltimodetalle.As est mejor dijo el seor Weasley, jadeante, sacudindose elpolvode la larga tnica verde y colocndose bien las gafas. Ah,ustedes deben de 30. 30ser los tos de Harry!Alto, delgado y calvo,se dirigi hacia to Vernon con la mano tendida, peroto Vernonretrocedi unos pasos para alejarse de l, arrastrando a ta Petuniaeincapaz de pronunciar una palabra. Tena su mejor traje cubierto depolvoblanco, as como el cabello y el bigote, lo que lo haca parecertreinta aos msviejo.Eh… bueno… disculpe todo esto dijo el seorWeasley, bajando lamano y observando por encima del hombro elestropicio de la chimenea. Hasido culpa ma: no se me ocurri quepoda estar cegada. Hice que conectaransu chimenea a la Red Flu,sabe? Slo por esta tarde, para que pudiramosrecoger a Harry. Sesupone que las chimeneas de los muggles no debenconectarse… perotengo un conocido en el Equipo de Regulacin de la Red Fluque me hahecho el favor. Puedo dejarlo como estaba en un segundo, nosepreocupe. Encender un fuego para que regresen los muchachos, yrepararsu chimenea antes de desaparecer yo mismo.Harry saba que losDursley no haban entendido ni una palabra. Seguanmirando al seorWeasley con la boca abierta, estupefactos. Con dificultad,taPetunia se alz y se ocult detrs de to Vernon.Hola, Harry! saludalegremente el seor Weasley. Tienes listo elbal?Arriba, en lahabitacin respondi Harry, devolvindole la sonrisa.Vamos por l dijoFred de inmediato. l y George salieron de la salaguindole un ojo aHarry. Saban dnde estaba su habitacin porque en unaocasin lo habanayudado a fugarse de ella en plena noche. A Harry le dio laimpresinde que Fred y George esperaban echarle un vistazo a Dudley,porqueles haba hablado mucho de l.Bueno dijo el seor Weasley, balanceandoun poco los brazosmientras trataba de encontrar palabras con lasque romper el incmodosilencio. Tie… tienen ustedes una casa muyagradable.Como la sala habitualmente inmaculada se hallaba ahoracubierta de polvoy trozos de ladrillo, este comentario no agraddemasiado a los Dursley. Elrostro de to Vernon se ti otra vez derojo, y ta Petunia volvi a quedarse bo-quiabierta.Pero tanto unocomo otro estaban demasiado asustados para decirnada.El seorWeasley mir a su alrededor. Le fascinaba todo lo relacionado conlosmuggles. Harry lo not impaciente por ir a examinar la televisin yel vdeo.Funcionan por eclectricidad, verdad? dijo en tono deentendido.Ah, s, ya veo los enchufes! Yo colecciono enchufes aadidirigindose ato Vernon. Y pilas. Tengo una buena coleccin de pilas.Mi mujer cree queestoy chiflado, pero ya ve.Era evidente que toVernon era de la misma opinin que la seora 31. Weasley. Se moviligeramente hacia la derecha para ponerse delante de taPetunia,como si pensara que el seor Weasley poda atacarlos de unmomento aotro.Dudley apareci de repente en la sala. Harry oy el golpeteo delbal enlos peldaos y comprendi que el ruido haba hecho salir aDudley de la cocina.Fue caminando pegado a la pared, vigilando alseor Weasley con ojos desor-bitados,e intent ocultarse detrs de suspadres. Por desgracia, lasdimensiones de to Vernon, que bastabanpara ocultar a la delgada ta Petunia,de ninguna manera podan hacerlo mismo con Dudley.Ah, ste es tu primo!, no, Harry? dijo el seorWeasley, tratando de31entablar conversacin.S dijo Harry, esDudley.l y Ron se miraron y luego apartaron rpidamente la vista. Latentacin deecharse a rer fue casi irresistible. Dudley seguaagarrndose el trasero comosi tuviera miedo de que se le cayera. Elseor Weasley, en cambio, parecasinceramente preocupado por elpeculiar comportamiento de Dudley. Por eltono de voz que emple alvolver a hablar, Harry comprendi que el seorWeasley supona a Dudleytan mal de la cabeza como los Dursley lo suponana l, con ladiferencia de que el seor Weasley senta hacia el muchachomsconmiseracin que miedo.Ests pasando unas buenas vacaciones,Dudley? preguntcortsmente.Dudley gimote. Harry vio que se agarrabaan con ms fuerza el enormetrasero.Fred y George regresaron a lasala, transportando el bal escolar de Harry.Miraron a su alrededoren el momento en que entraron y distinguieron aDudley. Se lesilumin la cara con idntica y maligna sonrisa.Ah, bien! dijo el seorWeasley. Ser mejor darse prisa.Se remang la tnica y sac la varita.Harry vio a los Dursley echarse atrscontra la pared, como si fueranuno solo.Incendio! exclam el seor Weasley, apuntando con su varitaalorificio que haba en la pared.De inmediato apareci una hogueraque crepit como si llevara horasencendida. El seor Weasley se sacdel bolsillo un saquito, lo desanud,cogi un pellizco de polvos dedentro y lo ech a las llamas, que adquirieron uncolor verdeesmeralda y llegaron ms alto que antes.T primero, Fred indic elseor Weasley.Voy dijo Fred. Oh, no! Esperad… 32. A Fred se le caydel bolsillo una bolsa de caramelos, y su contenido rod32en todasdirecciones: grandes caramelos con envoltorios de vivoscolores.Fred los recogi a toda prisa y los meti de nuevo en losbolsillos; luego sedespidi de los Dursley con un gesto de la mano yavanz hacia el fuegodiciendo: La Madriguera! Ta Petunia profiri unleve grito de horror. Se oyuna especie de rugido en la hoguera, yFred desapareci.Ahora t, George dijo el seor Weasley. Con elbal.Harry ayud a George a llevar el bal hasta la hoguera, y lo pusode piepara que pudiera sujetarlo mejor. Luego, grit La Madriguera!,se volvi a orel rugido de las llamas y George desapareci a suvez.Te toca, Ron indic el seor Weasley.Hasta luego se despidialegremente Ron. Tras dirigirle a Harry unaamplia sonrisa, entr enla hoguera, grit La Madriguera! y desapareci.Ya slo quedaban Harryy el seor Weasley.Bueno… Pues adis les dijo Harry a losDursley.Pero ellos no respondieron. Harry avanz hacia el fuego;pero, justocuando llegaba ante l, el seor Weasley lo sujet con unamano. Observabaatnito a los Dursley.Harry les ha dicho adis dijo.No lo han odo?No tiene importancia le susurr Harry al seor Weasley.De verdad,me da igual.Pero el seor Weasley no le quit la mano delhombro.No va a ver a su sobrino hasta el prximo verano dijoindignado a toVernon. No piensa despedirse de l?El rostro de toVernon expres su ira. La idea de que un hombre que habaarmado aquelestropicio en su sala de estar le enseara modales erainsoportable.Pero el seor Weasley segua teniendo la varita en la mano, ytoVernon clav en ella sus diminutos ojos antes de contestar contono de odio:Adis.Hasta luego respondi Harry, introduciendo un pieen la hoguera decolor verde, que resultaba de una agradabletibieza. Pero en aquel momentooy detrs de l un horrible sonido comode arcadas y a ta Petunia que sepona a gritar.Harry se dio lavuelta. Dudley ya no trataba de ocultarse detrs de suspadres, sinoque estaba arrodillado junto a la mesita del caf, resoplando ydandoarcadas ante una cosa roja y delgada de treinta centmetros de largo33. que le sala de la boca. Tras un instante de perplejidad, Harrycomprendi queaquella cosa era la lengua de Dudley… y vio quedelante de l, en el suelo,haba un envoltorio de coloresbrillantes.Ta Petunia se lanz al suelo, al lado de Dudley, agarr elextremo de sularga lengua y trat de arrancrsela; como es lgico,Dudley grit y farfull msque antes, intentando que ella desistiera.To Vernon daba voces y agitaba losbrazos, y el seor Weasley no tuvoms remedio que gritar para hacerse or.No se preocupen, puedoarreglarlo! chill, avanzando hacia Dudley33con la mano tendida.Perota Petunia grit an ms y se arroj sobre Dudley para servirledeescudo.No se pongan as! dijo el seor Weasley, desesperado. Esunproceso muy simple. Era el caramelo. Mi hijo Fred… es unbromista redomado.Pero no es ms que un encantamiento aumentador…o al menos eso creo.Djenme, puedo deshacerlo…Pero, lejos detranquilizarse, los Dursley estaban cada vez msaterrorizados: taPetunia sollozaba como una histrica y tiraba de la lengua deDudleydispuesta a arrancrsela; Dudley pareca estar ahogndose bajo ladoblepresin de su madre y de su lengua; y to Vernon, que habaperdidocompletamente el control de s mismo, cogi una figura deporcelana delaparador y se la tir al seor Weasley con todas susfuerzas. ste se agach, yla figura de porcelana fue a estrellarsecontra la descompuesta chimenea.Vaya! exclam el seor Weasley,enfadado y blandiendo la varita.Yo slo trataba de ayudar!Aullandocomo un hipoptamo herido, to Vernon agarr otra pieza deadorno.Vete,Harry! Vete ya! grit el seor Weasley, apuntando con la varitaa toVernon. Yo lo arreglar!Harry no quera perderse la diversin, pero unsegundo adorno le pasrozando la oreja izquierda, y decidi que seramejor dejar que el seorWeasley resolviera la situacin. Entr en elfuego dando un paso, sin dejar demirar por encima del hombromientras deca La Madriguera!. Lo ltimo quealcanz a ver en la salade estar fue cmo el seor Weasley esquivaba con lavarita el terceradorno que le arrojaba to Vernon mientras ta Petunia chillabaycubra con su cuerpo a Dudley, cuya lengua, como una serpiente pitnlarga ydelgada, se le sala de la boca. Un instante despus, Harrygiraba muy rpido,y la sala de estar de los Dursley se perdi devista entre el estrpito de llamasde color esmeralda. 34.345Sortilegios WeasleyHarry dio vueltas cada vez ms rpido con loscodos pegados al cuerpo.Borrosas chimeneas pasaban ante l a lavelocidad del rayo, hasta que sesinti mareado y cerr los ojos.Cuando por fin le pareci que su velocidadaminoraba, estir losbrazos, a tiempo para evitar darse de bruces contra elsuelo de lacocina de los Weasley al salir de la chimenea.Se lo comi? preguntFred ansioso mientras le tenda a Harry lamano para ayudarlo alevantarse.S respondi Harry ponindose en pie. Qu era?Caramelolonguilinguo explic Fred, muy contento. Los hemosinventado George yyo, y nos hemos pasado el verano buscando a alguien enquienprobarlos…Todos prorrumpieron en carcajadas en la pequea cocina;Harry mir a sualrededor, y vio que Ron y George estaban sentados auna mesa de maderadesgastada de tanto restregarla, con dospelirrojos a los que Harry no habavisto nunca, aunque no tard ensuponer quines seran: Bill y Charlie, los doshermanos mayoresWeasley.Qu tal te va, Harry? pregunt el ms cercano a l, dirigindoleunaamplia sonrisa y tendindole una mano grande que Harry estrech.Estaballena de callos y ampollas. Aqul tena que ser Charlie, quetrabajaba enRumania con dragones. Su constitucin era igual a la delos gemelos, ydiferente de la de Percy y Ron, que eran ms altos ydelgados. Tena una caraancha de expresin bonachona, con la pielcurtida por el clima de Rumania ytan llena de pecas que parecabronceada; los brazos eran musculosos, y enuno de ellos se vea unaquemadura grande y brillante.Bill se levant sonriendo y tambin leestrech la mano a Harry, quien sesorprendi. Saba que Bill trabajabapara Gringotts, el banco del mundomgico, y que haba sido PremioAnual de Hogwarts, y siempre se lo habaimaginado como una versincrecida de Percy: quisquilloso en cuanto alincumplimiento de lasnormas e inclinado a mandar a todo el mundo. Sinembargo, Bill era(no haba otra palabra para definirlo) guay: era alto, tena elpelolargo y recogido en una coleta, llevaba un colmillo de pendiente eibavestido de manera apropiada para un concierto de rock, salvo porlas botas(que, segn reconoci Harry, no eran de cuero sino de pielde dragn). 35. Antes de que ninguno de ellos pudiera aadir nada, seoy un pequeoestallido y el seor Weasley apareci de pronto al ladode George. Harry no lohaba visto nunca tan enfadado.No ha tenidoninguna gracia, Fred! Qu demonios le diste a ese nio35muggle?No ledi nada respondi Fred, con otra sonrisa maligna. Slo lo dejcaer…Ha sido culpa suya: lo cogi y se lo comi. Yo no le dije que lohiciera.Lo dejaste caer a propsito! vocifer el seor Weasley. Sabasquese lo comera porque estaba a dieta…Cunto le creci la lengua?pregunt George, con mucho inters.Cuando sus padres me permitieronacortrsela haba alcanzado ms deun metro de largo.Harry y losWeasley prorrumpieron de nuevo en una sonora carcajada.No tienegracia! grit el seor Weasley. Ese tipo decomportamiento enturbiamuy seriamente las relaciones entre magos ymuggles! Me paso lamitad de la vida luchando contra los malos tratos a losmuggles, yresulta que mis propios hijos…No se lo dimos porque fuera muggle!respondi Fred, indignado.No. Se lo dimos porque es un asquerosobravucn explic George.No es verdad, Harry?S, lo es contest Harryseriamente.sa no es la cuestin! repuso enfadado el seor Weasley.Yaveris cuando se lo diga a vuestra madre.Cuando me digas qu?pregunt una voz tras ellos.La seora Weasley acababa de entrar en lacocina. Era bajita, rechoncha ytena una cara generalmente muyamable, aunque en aquellos momentos lasospecha le haca entornar losojos.Ah, hola, Harry! dijo sonrindole al advertir que estaba all.Luegovolvi bruscamente la mirada a su mando. Qu es lo que tienesquedecirme?El seor Weasley dud. Harry se dio cuenta de que, a pesarde estar tanenfadado con Fred y George, no haba tenido verdaderaintencin de contarle ala seora Weasley lo ocurrido. Se hizo unsilencio mientras el seor Weasleyobservaba nervioso a su mujer.Entonces aparecieron dos chicas en la puertade la cocina, detrs dela seora Weasley: una, de pelo castao y espeso eincisivos bastantegrandes, era Hermione Granger, la amiga de Harry y Ron; laotra,menuda y pelirroja, era Ginny, la hermana pequea de Ron. Las dos36. sonrieron a Harry, y l les sonri a su vez, lo que provoc queGinny sesonrojara: Harry le haba gustado desde su primera visita aLa Madriguera.Qu tienes que decirme, Arthur? repiti la seoraWeasley en un36tono de voz que daba miedo.Nada, Molly farfull elseor Weasley. Fred y George slo… Hetenido unas palabras conellos…Qu han hecho esta vez? pregunt la seora Weasley. Sitieneque ver con los Sortilegios Weasley…Por qu no le enseas aHarry dnde va a dormir, Ron? propusoHermione desde la puerta.Ya losabe respondi Ron. En mi habitacin. Durmi all la ltima…Podemos irtodos dijo Hermione, con una significativa mirada.Ah! exclam Ron,cayendo en la cuenta. De acuerdo.S, nosotros tambin vamosdijoGeorge.Vosotros os quedis donde estis! gru la seora Weasley.Harry yRon salieron despacio de la cocina y, acompaados por HermioneyGinny, emprendieron el camino por el estrecho pasillo y subieronpor ladesvencijada escalera que zigzagueaba hacia los pisossuperiores.Qu es eso de los Sortilegios Weasley? pregunt Harrymientrassuban.Ron y Ginny se rieron, pero Hermione no.Mi madre haencontrado un montn de cupones de pedido cuandolimpiaba lahabitacin de Fred y George explic Ron en voz baja. Largaslistas deprecios de cosas que ellos han inventado. Artculos de broma,yasabes: varitas falsas y caramelos con truco, montones de cosas.Es estupendo:nunca me imagin que hubieran estado inventando todoeso…Hace mucho tiempo que escuchamos explosiones en su habitacin,peronunca supusimos que estuvieran fabricando algo dijo Ginny.Creamos quesimplemente les gustaba el ruido.Lo que pasa es que lamayor parte de los inventos… bueno, todos, enrealidad… son algopeligrosos y, sabes?, pensaban venderlos en Hogwartspara sacardinero. Mi madre se ha puesto furiosa con ellos. Les haprohibidoseguir fabricando nada y ha quemado todos los cupones depedido… Ademsest enfadada con ellos porque no han conseguido tanbuenas notas comoesperaba…Y tambin ha habido broncas porque mimadre quiere que entren en el 37. Ministerio de Magia como nuestropadre, y ellos le han dicho que lo nico quequieren es abrir unatienda de artculos de broma aadi Ginny.Entonces se abri una puertaen el segundo rellano y asom por ella una37cara con gafas demontura de hueso y expresin de enfado.Hola, Percy salud Harry.Ah,hola, Harry contest Percy. Me preguntaba quin estaraarmando tantojaleo. Intento trabajar, sabis? Tengo que terminar un informeparala oficina, y resulta muy difcil concentrarse cuando la gente nopara desubir y bajar la escalera haciendo tanto ruido.No hacemostanto ruido replic Ron, enfadado. Estamos subiendocon paso normal.Lamentamos haber entorpecido los asuntos reservadosdelMinisterio.En qu ests trabajando? quiso saber Harry.Es uninforme para el Departamento de Cooperacin MgicaInternacionalrespondi Percy con aires de suficiencia. Estamosintentandoestandarizar el grosor de los calderos. Algunos de loscalderosimportados son algo delgados, y el goteo se ha incrementadoen unaproporcin cercana al tres por ciento anual…Eso cambiar elmundo intervino Ron. Ese informe ser unbombazo. Ya me lo imagino enla primera pgina de El Profeta: Calderos conagujeros.Percy sesonroj ligeramente.Puede que te parezca una tontera, Ron repusoacaloradamente,pero si no se aprueba una ley internacional bienpodramos encontrar elmercado inundado de productos endebles y deculo demasiado delgado quepondran seriamente en peligro…S, s, deacuerdo interrumpi Ron, y sigui subiendo.Percy cerr la puerta de suhabitacin dando un portazo. Mientras Harry,Hermione y Ginny seguana Ron otros tres tramos, les llegaban ecos de gritosprocedentes dela cocina. El seor Weasley deba de haberle contado a sumujer lo delos caramelos.La habitacin donde dorma Ron en la buhardilla de lacasa estaba casiigual que el verano anterior: los mismos psters delequipo de quidditch favoritode Ron, los Chudley Cannons, que dabanvueltas y saludaban con la manodesde las paredes y el techoinclinado; y en la pecera del alfizar de laventana, que antescontena huevas de rana, haba una rana enorme. Ya noestaba Scabbers,la vieja rata de Ron, pero su lugar lo ocupaba la pequealechuzagris que haba llevado la carta de Ron a Privet Drive paraentregrselaa Harry. Daba saltos en una jaulita y gorjeaba comoloca. 38. Cllate, Pig! le dijo Ron, abrindose paso entre dos de lascuatrocamas que apenas caban en la habitacin. Fred y George duermenconnosotros porque Bill y Charlie ocupan su cuarto le explic aHarry. Percyse queda la habitacin toda para l porque tiene quetrabajar.Por qu llamas Pig a la lechuza? le pregunt Harry aRon.Porque es tonto dijo Ginny. Su verdadero nombre esPigwidgeon.S, y se no es un nombre tonto contest sarcsticamenteRon.Ginny lo bautiz. Le parece un nombre adorable. Yo intentcambiarlo, pero erademasiado tarde: ya no responde a ningn otro. Asque ahora se ha quedadocon Pig. Tengo que tenerlo aqu porque nogusta a Errol ni a Hermes. Enrealidad, a m tambin memolesta.Pigwidgeon revoloteaba veloz y alegremente por la jaula,gorjeando deforma estridente. Harry conoca demasiado a Ron paratomar en serio suspalabras: siempre se haba quejado de su viejarata Scabbers, pero cuandocrey que Crookshanks, el gato deHermione, se la haba comido, se disgustmuchsimo.Dnde estCrookshanks? pregunt Harry a Hermione.Fuera, en el jardn, supongo.Le gusta perseguir a los gnomos; nunca los38haba visto.Entonces,Percy est contento con el trabajo? inquiri Harry,sentndose en unade las camas y observando a los Chudley Cannons, queentraban ysalan como balas de los psters colgados en el techo.Contento? dijoRon con desagrado. Creo que no habra vuelto acasa si mi padre no lohubiera obligado. Est obsesionado. Pero no lemenciones a su jefe.Segn el seor Crouch… Como le iba diciendo al seorCrouch… Elseor Crouch opina… El seor Crouch me ha dicho… Un da destosanunciarn su compromiso matrimonial.Has pasado un buen verano,Harry? quiso saber Hermione.Recibiste nuestros paquetes de comida ytodo lo dems?S, muchas gracias contest Harry. Esos pasteles mesalvaron lavida.Y has tenido noticias de…? comenz Ron, pero secall en respuestaa la mirada de Hermione.Harry se dio cuenta de queRon quera preguntarle por Sirius. Ron yHermione se habaninvolucrado tanto en la fuga de Sirius que estaban casitanpreocupados por l como Harry. Sin embargo, no era prudentehablar de ldelante de Ginny. A excepcin de ellos y del profesorDumbledore, nadie sabacmo haba escapado Sirius ni crea en suinocencia.Creo que han dejado de discutir dijo Hermione paradisimular aquel 39. instante de apuro, porque Ginny miraba concuriosidad tan pronto a Ron comoa Harry. Qu tal si bajamos yayudamos a vuestra madre con la cena?De acuerdo acept Ron.Loscuatro salieron de la habitacin de Ron, bajaron la escaleray39encontraron a la seora Weasley sola en la cocina, con aspecto deenfado.Vamos a comer en el jardn les dijo en cuanto entraron. Aqunocabemos once personas. Podrais sacar los platos, chicas? Bill yCharlieestn colocando las mesas. Vosotros dos, llevad los cubiertosles dijo a Rony a Harry. Con ms fuerza de la debida, apunt con lavarita a un montn depatatas que haba en el fregadero, y stassalieron de sus mondas tanvelozmente que fueron a dar en lasparedes y el techo. Dios mo! exclam, apuntando con la varita alrecogedor, que salt de su lugar y empeza moverse por el suelorecogiendo las patatas. Esos dos! estall de pron-to,mientras sacabacazuelas del armario. Harry comprendi que se refera aFred y aGeorge. No s qu va a ser de ellos, de verdad que no lo s. Notienenninguna ambicin, a menos que se considere ambicin dartantosproblemas como pueden.Deposit ruidosamente en la mesa de lacocina una cazuela grande decobre y comenz a dar vueltas a lavarita dentro de la cazuela. De la puntasala una salsa cremosaconforme iba removiendo.No es que no tengan cerebro prosiguiirritada, mientras llevaba lacazuela a la cocina y encenda el fuegocon otro toque de la varita, pero lodesperdician, y si no cambianpronto, se van a ver metidos en problemas deverdad. He recibido mslechuzas de Hogwarts por causa de ellos que de todoslos demsjuntos. Si continan as terminarn en el Departamento Contra elUsoIndebido de la Magia.La seora Weasley toc con la varita el cajn delos cubiertos, que se abride golpe. Harry y Ron se quitaron de enmedio de un salto cuando algunos delos cuchillos salieron del cajn,atravesaron volando la cocina y se pusieron acortar las patatas queel recogedor acababa de devolver al fregadero.No s en qu nosequivocamos con ellos dijo la seora Weasleyposando la varita ysacando ms cazuelas. Llevamos aos as, una cosadetrs de otra, y nohay manera de que entiendan… OH, NO, OTRA VEZ!Al coger la varitade la mesa, sta lanz un fuerte chillido y se convirti enun ratn degoma gigante.Otra de sus varitas falsa

Publicaciones Similares