Mundo del Trabajo, organizaciones sindicales y .Mundo del Trabajo, organizaciones sindicales y conflictividad

  • Mabel N. CernadasJos B. Marcilese CompiladoresNatalia AguileraFranco BaierGonzalo CabezasLuciana CollaMara Celeste NapalJuan Ulises HerzelRosana LarosaDuilio MinieriMara Mercedes NavallasCsar Alejandro Violi CattaneoRoco ZanettoMundo del Trabajo, organizaciones sindicales y conflictividadMemorias obreras en Baha Blancadurante el siglo XX9
  • No se permite la reproduccin parcial o total, el alquiler, la transmisin o la transformacin de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrnico o mecnico, mediante fotocopias, digitalizacin u otros mtodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infraccin est penada por las leyes 11.723 y 25.446.Diagramacin Interior y de tapa: Fabian LuziImagen de Tapa: Ilustracin de C. BaleitoQueda hecho el depsito que establece la ley 11.723Baha Blanca, Argentina, junio de 2012.2012 Universidad Nacional del SurMundo del trabajo, organizaciones sindicales y conflictivos: memorias obreras en Baha Blanca / compilado por Mabel Cernadas y Jos Marcilese. – 1a ed. – Baha Blanca : Universidad Nacional del Sur, 2012.272 p. ; 22×20 cm. ISBN 978-987-1648-33-7 1. Movimiento Obrero. 2. Sindicalismo. I. Marcilese, Jos, comp. II. Cernadas, Mabel, comp. CDD 335.8Fecha de catalogacin: 21/05/2012SIGNIFICADO DE LAS ABREVIACIONES EN REFERENCIAS FOTOGRAFICASAMUNS: Archivo de la Memoria de la Universidad Nacional del SurALNP: Archivo de La Nueva ProvinciaAHM: Archivo Histrico MunicipalArchivo Ferrowhite: Archivo del Museo Ferrowhite
  • IndiceIntroduccinLos testimonios orales: historia, voces y memoriapor Mabel N. Cernadas y Jos B. Marcilese ……………………….Captulo 1Sangre, sudor y lgrimas. El frigorfico CAP-Cua-treros y sus trabajadoresLa huelga de los frigorficos de 1962 en la localidad de General Daniel Cerripor Franco Baier ……………………………………………………………….Trabajo fabril y control: la experiencia de los traba-jadores del frigorfico CAP-Cuatrerospor M. Celeste Napal ……………………………………………………….Testimonios ……………………………………………………………………..Entrevistadores: Franco Baier, Luciana Colla, Jos B. MarcileseCaptulo 2Industria metalrgica, obreros y dinmica sindicalLa patria metalrgica en los aos del primer pe-ronismo. Una mirada desde la seccional Baha Blan-ca de la UOMpor Jos B. Marcilese …………………………………………………………Representaciones sobre la industria metalrgica bahiense en los testimonios orales de antiguos tra-bajadores del rubro por Gonzalo Cabezas ………………………………………………………7234977101139999
  • Testimonios ……………………………………………………………………..Entrevistadores: Csar Alejandro Violi Cattaneo, Gonzalo Cabezas y Roco ZanettoCaptulo 3Los trabajadores textiles en Baha Blanca, visiones y relatos sobre el mundo del trabajo y las organi-zaciones obrerasEl sindicato de trabajadores textiles de Baha Blan-ca. Proceso formativo, peronizacin, resistencia e integracin (1944-1976)por Duilio Minieri ……………………………………………………………..Testimonios ……………………………………………………………………..Entrevistadores: Duilio Minieri, Natalia Aguilera, Jos B. Marcilese, Ulises Herzel y Mercedes Navalla9 153 189221
  • AgradecimientosLos alumnos y docente que participaron del Proyecto de Volun-tariado El registro y preservacin de las memorias obreras: una for-ma de recuperar la historia bahiense agradecen la colaboracin y el inters demostrado por todas las personas que fueron entrevistadas. Ellos fueron Carlos Pintado, Delia Astudillo, Elba Guagliardo, Elba Mar-tino, Elena Espinazo, Elvira D`Ercole, Gaby Ugarte Torrez, Gladys Cos-tas, Hugo Lacatena, Jorge Alberto Bracalendi, Jorge Capdevila, Juan Jos Temporelli, Luis Ponte, Marcelino Presa, Marcos Donayevich, Margarita Fabrizzi, Martiniano Cazenave, Noem Rodrguez de Cesari, Norberto Omar Ramrez, Norberto Prez, Ricardo Devaux, Ricardo Fuhr, Carlos Facetti, Carlos Len, Eduardo Conti, Enio Giagante, Flix Bonazelli, Flix Zanetto, Genaro Rodrguez, Hctor Nori, Hugo Berg, Hugo Echeverra, Hugo Goicochea, Jorge Enrique De Leo, Jorge Marinsalta, Jos Carlos Santecchia, Juan Arce, Luis Hecimovich, Mabel Larraaga, Nstor Filip-pi, Nstor Valsano, Nstor Zanconi, Oscar Montepietra, Osvaldo Filippi, Ral Garca, Rodolfo Baiz, Enrique Garzoni, Etienne Lagae, Jorge Garca, Jos Gonzlez, Jos Marmoria, Juan Huelches, Juan Jos Fabrizzi, Luis Gonzlez, Marie Rose Desmullier, Nilda Elsa Medina y Sergio Campetti. Asimismo, valoran la participacin de la doctora Patricia Orbe en la organizacin inicial del proyecto como asimismo en la preparacin del presente texto.Por ltimo, reconocen el aporte fundamental de la seccional Baha Blanca de la Unin Obrera Metalrgica (UOM), de la delegacin de Sin-dicato Empleados Textiles de la Industria y Afines (SETIA), del Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria de la Carne de Baha Blanca y de la CGT Regional Baha Blanca. Como as tambin de Eduardo Capiato, en representacin del Foro Vecinal Civil Cerri de Pie y de Osvaldo Moya, director de planta de la Lanera San Blas.Esta publicacin fue posible gracias al financiamiento otorgado por la Secretara de Polticas Universitarias del Ministerio de Educacin de la Nacin, a travs del Programa de Voluntariado Universitario.
  • M a b e l N . C e r N a d a s – J o s b . M a r C i l e s e7Los testimonios orales: historia, voces y memoriaAprender a escuchar es una habilidad humana fundamental: ella est all para ayudarnos a enten-der nuestro pasado en forma ms acabada a travs de la creacin de memorias nacionales pero tambin para construir un mejor y ms democrtico futuro. Paul Thompson1 Asumida la historia como una prctica cientfica, hoy se la define como un conocimiento controlado donde las afirmaciones estn sus-tentadas en reglas metodolgicas y conceptos que la comunidad de historiadores ha consensuado. Adems, es un saber situado, es decir, condicionado por el sujeto que conoce, su lugar y su tiempo. Como his-toriadores profesionales, la clave de nuestra tarea no est en la heursti-ca, en el uso de los documentos -cuyo rigor es estrictamente necesario-, sino en las elaboraciones intelectuales que estos nos permiten. Slo cuando hay interpretacin y reflexin sobre distintos tipos de fuentes puede haber crtica, debate, confrontacin, y por supuesto, nuevas re-formulaciones conforme van apareciendo o recogindose nuevos datos. En las ltimas dcadas algunas de las reinterpretaciones se han origi-nado en la incorporacin de nuevos tipos de registros a la investigacin histrica, como es el caso de los testimonios orales. Una fuente que por lo general se obtiene tiempo despus supeditada al recuerdo, y donde el vnculo con los hechos parece menos seguro que los registros escri-tos. Dichos testimonios expresan las complejidades y contradicciones de la realidad y tambin estn sujetos a los mitos destinados a resolverlas2. 1 Paul Thompson, Historia oral y contemporaneidad en Anuario. Historia, memoria y pa-sado reciente N 20, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, HomoSapiens, 2003/2004, p. 34.2 A este respecto afirma Julie Cruikshank, las tradiciones orales muestran la capacidad simblica de los humanos sobre problemas complejos. La vida real est llena de con-tradicciones y el mito nos da forma de enfrentarse en un mundo relacionado con tales contradicciones el propsito de tales narraciones es resolver simblicamente esas cuestiones que no pueden ser necesariamente resueltas en la esfera de la actividad hu-mana. El propsito de la historia oral, como la historia escrita, es permitir que la gente interprete bajo nuevas formas el pasado y el presente, Oral Tradition and oral history:
  • L o s t e s t i m o n i o s o r a L e s : h i s t o r i a , v o c e s y m e m o r i a8Sin embargo, su aporte no se reduce a la obtencin de ms fragmentos de informacin sino que muchas veces ofrecen perspectivas y eviden-cias nuevas. Indica Alessandro Portelli, Una diferencia entre las fuentes escritas y las orales consiste en que las primeras son por lo comn documentos y las segundas son siempre actos; no deben pensarse en trminos sustantivos y de cosas, sino de verbos y de procesos; no la me-moria y el relato, sino recordar, contar. Las fuentes orales no son nunca annimas ni impersonales, como es justo que sean las institucionales3. Las fuentes orales aportan tambin otra perspectiva sobre sucesos ya documentados. Ellas nos dicen no solo lo que la gente hizo, sino lo que deseaban hacer, lo que crean estar haciendo y lo que ahora piensan que hicieron4, permitiendo iluminar las motivaciones de las personas, los entramados informales, los procesos reales de las decisiones y los resultados alcanzados. En definitiva, sirven para rescatar el mundo de las vivencias, de los sentimientos y de la cotidianeidad de los grupos alejados del poder, las clases subalternas, las minoras, las mujeres, los nios, los marginados, las actividades ilcitas, los movimientos polticos clandestinos, clarifica los entramados informales de la toma de deci-siones, las motivaciones de las personas, los matices de las opiniones, sus representaciones, las experiencias traumticas y todo lo que se relaciona con el papel de la subjetividad en la construccin del relato y en la investigacin5.La narracin de una
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